Falling for you (Edmund Pevensie)

5 Believer

Caspian se despertó abruptamente para descubrir que la pesadilla que creía haber estado soñando era realidad.
Se encontraba en una pequeña caseta hecha de madera era tan pequeña que no podía mantenerse de pie completamente y debido a eso tenía que ir agachado.
Se oían voces que discutían y Caspian decidió ir hacia ellas, pero no sin antes coger su daga.
-Este pan está tan pasado.-decía una de las voces que era algo brusca.
-Le llevaré una sopa entonces.-contestó la otra voz.
-Dijiste que ibas a deshacerte de él.
-No, dije que iba a cuidar de él, Nikabrik, él es solo un chico.-dijo la voz que era más suave con tono de preocupación.
-Si, un chico Telmarino no un cachorro perdido.
-No podemos matarle ahora, no después de haberle vendado  su cabeza. Sería como asesinar a un huésped.
-Ya, y ¿cómo crees que sus amiguitos están tratando a sus huéspedes?
Caspian se asomó por la pared que separaba lo que parecía una cocina y la escalera que daba a la habitación en la que se había despertado. Se quedó muy sorprendió al encontrarse observando a un tejón parlante y a un enano.
-Trumpkin sabia lo que hacía y no creo que sean capaces de hacerle algo a Lena.-dijo el tejón como auto convenciéndose.
Ese fue el momento en el que Caspian aprovechó y salió de su escondite dándole un susto al tejón y haciéndole soltar el plato se sopa.
El enano, llamado Nikabrik, cogió su espada y empezó a atacar a Caspian pero este siendo como era un buen espadachín logró parar todos los golpes con su daga.
-¿Lo ves?-dijo este-Te dije que tendríamos que haberle matado.
-¡Sabes porque no podemos hacer eso!-contestó el tejón mientras limpiaba el estropicio que se había creado al caerse el plato de sopa.
-Si estamos votando, estoy con el.-dijo Caspian señalando con la cabeza al tejón y sosteniendo todavía su espada.
-¡No podemos dejarle ir, nos ha visto!-Dijo Nikabrik y después volvió a atacar a Caspian pero este logró pararlos todos otra vez.
-¡Es suficiente Nikabrik! ¿O tendré
que echarte de mi casa otra vez?
Nikabrik paró y soltó su espada lo que hizo que Caspian hiciese lo mismo con la suya.
-¡Mirad lo que me habéis hecho hacer, he pasado media mañana preparando esa sopa!-dijo el tejón señalando el destrozo.
-Puedo ayudarte.-dijo Caspian agachándose.
-No hace falta, tranquilo.-le contestó el tejón mirándole agradecidamente-Por cierto, me llamo Buscatrufas.
-Y yo Nikabrik, por si no lo habías oído.-contestó el enano bruscamente mientras se sentaba.
-¿Qu- qué es lo que sois?-preguntó Caspian al fin.
-Es gracioso, creía que más personas lograrían reconocer un tejón cuando lo viesen.-contestó Buscatrufas.
-No, quiero decir, sois Narnianos, deberíais de estar extintos.
-Sentimos decepcionarte.-dijo el enano sarcásticamente mientras Buscatrufas servía más sopa en otro plato.
-Aqui está, todavia caliente.-dijo el amable tejón mientras le servia el plato de sopa a Caspian.
-¿Desde cuando se ha combertido esto en un internado para soldados Telmarinos?-cuestionó Nikabrik.
-¡Yo no soy un soldado!-se dispuso a cotestar Caspian rápidamente, no soportaba la idea de que los comparasen con esos lameculos que servian a su bil tio- Soy el principe Caspian... el décimo.
-Entonces, ¿Que estas haciendo aquí?
-Escapar.
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Trumpkin y yo estábamos muy hambrientos así que acabamos haciendo una hoguera en la que cocinamos una pequeña codorniz que cacé y nos sentamos al rededor de ella junto a los Pevensie mientras les contábamos los sucedido en Narnia durante los últimos 2000 años.
-Vale, entonces, los Telmarinos conquistaron Narnia, después estinguieron a los Narnianos, pero no del todo y durante 2000 años os habéis estado escondiendo en el bosque esperando el momento en el que fueseis lo suficientemente fuertes como para acabar con ellos. Y vuestra "sede central" es una cueva que habéis erigido al rededor de la piedra en la que Arslan murió del cual no habéis oído nada desde que nosotros nos fuimos.-resumió Peter.
-Básicamente.-contestó Trumpkin.
-¿Esto es más interesante que las clases de historia de la señorita Bremen eh Peter?-le vaciló Edmund a su hermano- Aquí al menos no te duermes.
Las hermanas y yo reímos cosa que atrajo la atención de Edmund que se quedó mirándome, cosa que hizo que mis mejillas volviesen ha estar rojas como tomates.
-Tenemos que ir a la piedra de Arslan.-dijo Susan.
-¿Cuánto tardaríamos desde aquí?
-Cinco días andando si todo va bien más o menos.-contesté.
-Vale, pero si vamos primero en barca hasta llegar al vado de los conejos nos ahorraremos medio día por lo menos.-dijo Trumpkin.
La idea de tener que volver a acercarme al agua aunque esta vez fuese en un bote y en mi forma humana no era en esos momentos lo que más me apetecía.
-No me mires así, se que no te gusta, y los siento pero sabes que necesitamos llegar cuanto antes.
-Si todos no estamos cómodos no pasa nada, por medio día podemos ir andando.-dijo Edmund cosa que agradecí mucho le miré e intenté mostrárselo con mi mirada pero no quería que el grupo se sacrificase por mi.
-No, no pasa nada mejor vayamos en la barca, andando tardaríamos mucho más y habría más opciones de encontrarnos con Telmarinos.-contesté.
-Vale, entonces, vamos a preparar el bote.-dijo Peter.
-Si-dijo Trumpkin.
-Yo voy a ver si puedo comunicarme con mi manada.-dije mientras los demás se iban llenos al bote.
-¿Puedes comunicarte con tu manada?-preguntó Edmund sorprendido.
-si pero solo si están cerca y el bosque me deja.
-Guau, mola.
-Eres muy bueno con la espada.-dije quitándome todo la vergüenza de encima.
-¿Tú crees?-dijo el mientras se rascaba la cabeza.
-Si, no había visto a nadie ganar a Trumpkin.
-¡Edmund, ven ha ayudar!-gritó Susan.
-¡Ya voy!-dijo Edmund mientras rodaba los ojos y se iba.
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-¿Como que estas escapando?-preguntó Nikabrik confuso.
-Mi tío siempre ha querido mi trono. Supongo que he vivido hasta ahora porque el todavía no tenía un heredero.-contestó el muchacho.
-Bueno, eso cambia las cosas.
-Si, significa que no te tendremos que matarte nosotros.-dijo Nikabrik mientras limpiaba el cuchillo que había utilizado para cortar el pan.
-Tienes razón.-dijo Caspian, no podía quedarse más tiempo allí así que se puso a arreglar la armadura para salir lo antes posible y llegar lo más lejos posible esperando así que su tío no lo siguiese.
-¿A donde vas?-preguntó Buscatrufas preocupado.
-Mi tío no papará hasta que esté muerto.
Caspian cogió su espada, la que encontró al lado de la chimenea y salió por la puerta sin perder un segundo más.
-¡Espera!-oyó que gritaba el tejón-¡Se supone que tu nos vas ha salvar!-gritó.
Entonces Caspian se giró quedando cara a cara con el tejón. ¿Salvarlos? ¿A que se refería?
-¿No sabes lo que es esto?-le preguntó el tejón mientras le mostraba el bello cuerno con forma de león que Caspia había hecho sonar la noche anterior.
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Los lobos estaban caminando cerca de
Un acantilado cuando el oyó la voz de su hermana en su mente.
"Gábriel"
"¿Lena?"
"Estoy bien, no te preocupes."
Gábriel notó que el alivio cruzaba por sus venas al oír esa afirmación, llevaba todo el día preocupadisimo por su hermana pequeña Lena.
"Que sepas que Heather te va a matar cuando vuelvas."
"Lo tenía asimilado"
-Gábriel, ¿con quien estas comunicándote?-me preguntó Heather.
-Con Lena.
-¿Está bien?-preguntó Hermione-Dime que mi hija está bien Gábriel,
-Si mama, está bien.
-¿A Si, y ya le has dicho que cuando vuelva no se espere una bien venida ya que estará toda una semana por lo menos sin poder ir al bosque?-dijo Heather.
-No puedes hacer eso.-contestó Nial, el germano pequeño de Lena.
-Claro, que puede.-dijo Bela (otra de las lobas de la manada)
-Pero sin estar durante una semana en el bosque podría debilitarse.
-Me da igual, ¿soy la alpha no?-contestó la rubia.
"¿Por qué te fuiste?¿Y que te ha pasado?"
"Es largo, pero dile a Heather que los Telmarinos han descubierto todo."
"¿Como que todo?"
"Todo lo de los Narnianos, será mejor que vayáis con ellos y dejéis de estar solos."
-¿Qué te está contando?-preguntó Hether mientras sacaba brillo a una daga que siempre llevaba encima.
-Los Telmarinos han descubierto todo.
-Bueno a nosotros, eso no nos incumbe. Que resuelvan los Narnianos sus problemas, nosotros para los Telmarinos somos simples lobos.
Gábriel rodó los ojos, no se podía creer que su alpha fuese tan estupida y tan arraigada a las costumbres de las manadas del pasado de no juntarse con los demás Narnianos durante mucho tiempo sobre todo cuando había problemas de ese calibre.
-Si lo que tu digas.-le dije.
"No creo que  Heather haga eso, ya sabes como es. Por cierto, ¿no crees que esta conexión es más sólida de lo normal?"
"La magia está renaciendo, Gábriel"
"¿Qué?"
"Los Reyes y reinas del pasado, han vuelto, un joven Telmarino hizo soñar el cuerno, estoy con ellos."
Entonces es cuando los ojos de Gábriel se abrieron tanto de asombro que parecía que se iban a salir de las cuencas, si los reyes volvían eso quería decir que el final de tantos años de opresión estaba llegando. Pero para Heather significaría algo muy distinto..
-Pareces sorprendido,-comentó esta-¿Qué te ha dicho?
-nada.-no podía dejar que Heather se enterase, por lo menos no todavía,
-¿Estas seguro?
-Si, seguro.
"Hermanita te dejo"
"Adiós, ah y mándale saludos a Nial"