Los Pevensie vuelven a su amada Narnia después de muchos años para encontrarla sumida en un caos permanente.
Necesitarán la ayuda de un enano y una misteriosa chica de ojos azules como el hielo para ayudar a liberar a los Narnianos.
Pero, ¿que pasa...
-Gábriel dime que te ha dicho.-susurró su madre en su oído, por séptima vez esa mañana. -Mama, ya te he contado lo que me ha dicho.-dijo Gábriel ya irritado. -Se que me estás mintiendo, soy tu madre, esperas que no me da cuenta?
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-Si eso es lo que espero.-contestó este. —Así que si nos estás mintiendo-dijo de repente Nial que había estado caminando todo ese rato detrás de ellos. -Tu cállate petardo. -Gábriel, no hables así a tu hermano.-le regaño su madre. -Ya sabes hermano, no me hables así. -Y tú cállate.-le regaño a este también-Por última vez te digo Gábriel que me digas lo que te ha dicho.-dijo esta vez más seria que antes. Gábriel miró a sus manos y sopesó sus opciones. Agarró las manos de su madre y la hizo parar. -Mama, ahora no puedo contártelo, te prometo que cuando Heather no este cerca te lo contaré todo pero ella no lo puede saber.-su madre le miró con ojos entendedores y asintió. -En que líos se habrá metido nuestra hermana para que te andes con tanto secretismo.-comentó Nial a lo que su madre le dio una colleja. -Tu hermana estará haciendo lo que hay que hacer si tenemos que esconderlo de Heather. Entonces la manada se paró. -Es hora de descansar y comer.-dijo Heather y a continuación empezó a dar órdenes-Bela tú escoge a siete lobos e ir a buscar comida. Anthony tú irás con tu grupo a por frutos y vayas. Sandra, tú Vernon y Brit iréis a vigilar y vosotros tres,-dijo señalando a la familia-os quedáis aquí conmigo, necesitamos hablar. -Ir todos ha hacer lo que os he ordenado.-dijo Heather-ya. La familia se sentó en la hierba y Nial y Gábriel empezaron a jugar entre ellos en su forma lobuna. -Gábriel-le llamó entonces Heather. Gábriel se transformó y se acercó a su alpha. -¿Si? -Creo haber dicho que quería hablar contigo ¿no? -Si -Vale, creo que hay algo que me ocultas.-la rubia empezó a enroscarse el pelo en un dedo mientras miraba al chico. -Eso es una tontería.-dijo este. -Algo te ha dicho tu hermana que no me quieres decir. -Me ha dicho una cosa personal, pero no tengo porque contarte eso.-dijo este. -Espero que estes diciendo la verdad, no quiero que por haberte nombrado segundo líder te tomes algunas libertades de más.-dijo está haciendo un falso puchero luego sonrió y pasó su mano por el brazo del chico-Espero que seas responsable me cuentes lo que creas que puede cambiar el rumbo de la manada. Ahora, vete. El chico ordenó lo que le dijo y se fue a sentarse con su madre que estaba metiendo los pies en un pequeño riachuelo. -¿Que te ha dicho?-preguntó esta. -Que le cuente lo que no le he contado. -Y para eso tenía que ponerse tan estupida, ya le has dejado claro que no estás interesado?-dijo su madre. -Si pero ya sabes como es, encima no todo es tan malo, al menos a ti te trata bien.
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