🔶🔸Hambre🔸🔶

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Rick se baño y alistó para volver a la casa; salió poniendo todos los seguros y abrió un portal al garaje. Morty estaba en el cuarto del mayor levantando la ropa de cama junto con las batas y volteo repentinamente al escuchar los pasos que ya estaban recargados en la entrada.

- Hey... - Dijo el peli azul, después pregunto extrañado. - ¿Qué haces con mis cosas? ¿También me correrás de la casa?

- Y'y'yo no he corrido a nadie.

- Lo se, tranquilo.

- ¿A d'donde te fuiste? - Pregunto dejando las telas en la cama.

- Te dije que *burp* no quiero escenas de celos.

- No son celos, es preocupación.

- No salgas con eso, Morty - Dijo molesto entrando al cuarto. - ¿De qué te preocupas? ¿De que busque matar a alguien más ya que no pude matar a Jerry?

- ¡No, de que tú solo te matarás! - Gritó el castaño.

- ¡¿Y por qué putas haría eso?! Mi vida no es tan miserable como la tuya.

Los ojos del chico se llenaron y su tristeza se convirtió en enojo haciéndolo fruncir el ceño; salió de la habitación con los brazos cruzados. Rick rodó los ojos, dió un bufido y se giró tras el castaño con el cuerpo flojo.

- Que maricón eres, ¿De qué vergas te ofendes? El ofendido debería ser yo porque piensas que soy tan primitivo como el resto de los que se suicidan por una mierdita.

- Estuve despierto toda la noche esperando que llegarás, - Dijo parándose firme y viendo al otro a los ojos. - fui a la escuela con mucho sueño y t't'toda la tarde te extrañe como no tienes una maldita idea, hijo de puta.

Lanzó un puñetazo hacia el pecho del peli azul pero este no afectó al otro en ningún sentido, no lo hizo tambalear y mucho menos cambiar su posición. La respiración de Morty estaba exaltada y Rick solo lo miraba.

- ¡¿No piensas decirme nada?! - Gritó el menor.

- No.

- ¡Bien!

El castaño se volvió a su cuarto y azotó la puerta de un golpe poniendo el cerrojo.

- Sabes que puedo abrir un portal a tu cuarto, ¿verdad?

- Sabes que puedo mandarte por un tubo.

Rick se sentó del otro lado de la puerta recargado en esta, Morty hizo lo mismo. Por el enojo, al chico se le salieron unas lágrimas que limpio al instante en el que resbalaban.

- Pude haber matado a Jerry pero no lo hice y no lo haré por ti.

- ¿Eso me tiene que hacer sentir mejor?

- Sonaba bien en mi cabeza.

- ¿En cuál de las dos?

Ambos dieron pequeñas risas para volver a quedar en silencio. El castaño miraba su cuarto y el mayor el pasillo, si la puerta no estuviera, sus espaldas estarían encontradas, soportandose una en la otra.

- Yo también te extrañe, Morty.

- Cállate, apuesto que estuviste ebrio hasta las 2 o 3 de la mañana.

- En eso te equivocas.

- ¿Ah si?

- Si... Estuve bebiendo hasta las 4 de la madrugada.

- Eres un estúpido. -El mayor volvió a reír.

- ¿Me vas a abrir o que? - Rick se levantó y puso la mano en la perilla.

- Mi vis i ibrir i qui.

Rick abrió un portal frente al chico que se estaba riendo del otro lado, no lo dejo reaccionar cuando se lanzó sobre el haciéndole cosquillas.

- Jajaja... ¡Rick, no!... Jajajaja... Ya, ya, ya... Para... Ya...

- ¿Volverás a arremedarme malnacido?

- No, no, no... Jajajajaja... ¡Yaaaa!

Se separó de él dejándolo en el piso mientras luchaba por jalar aire. Se sentó a su lado mientras el menor se reincorporaba. Ya sentados, Morty dió un suspiro y dejó caer su cabeza sobre el hombro del otro.

- Te quiero mucho.

Rick sintió subir la sangre a sus mejillas y Morty se acomodó el brazo del mayor detrás de su espalda y se acurrucó en sus costillas, el mayor dejo undir su mano en los cabellos del castaño.

- Ven aqui...

Tomo las caderas del chico y las jalo hasta ponerlas reposando en sus piernas. El castaño recorrió desde el pecho hasta el cabello de su amado con sus dedos. Sus miradas se encontraron y el deseo los unió en un beso que elevó la temperatura de ambos. Su saliva se mezcló y sus lenguas jugaban entre ellas dejando un fino hilo de baba cuando se separaron. Rick bajó al cuello del menor y este pego su cuerpo.

- Aah...

El chico se mordió los labios y escucho como el estómago del mayor hizo ruido.

- ¿Tienes hambre?

- De ti... - Respondió sin detener sus dulces besos.

- No, de comida, - El castaño lo separó y el estómago de Rick volvió a gruñir. - ¿Pedimos una pizza?

- Bien, pero esta noche te haré mío.

Se puso de pie y bajo rápidamente dejando al menor con cara estupefacta en el cuarto.

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tentacles {C-137cest} [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora