tentacles {C-137cest} [Terminada]

🔶🔸Celular🔸🔶

El sol estaba ocultándose, Morty había pensado en rentar un cuarto de hotel para pasar ahí la noche, estaba conciente de que Rick lo encontraría, por lo que no vio la razón para huir de la ciudad, solo era cuestión de tiempo para que se desatara y reincorporara.

Su garganta dolía horrible y tenía hambre, llegó a un parque y reposo en una banca. Saco una porción de yogurt y empezo a comer. El frío y cremoso líquido calmaba el ardor pero también lastimaba, una simple cucharada llenaba sus ojos de lágrimas y no pudo terminar de comer por lo mismo.

El oxígeno que pasaba por su nariz generaba molestia si lo hacía muy rápido, por lo que tenía que respirar lento y tranquilo; intentar hacerlo por su tráquea era más difícil, pues sentía como si tragara navajas afiladas que le causaban tos y empeoraban su situación.

Tenía miedo de cerrar los ojos porque a su mente venía Rick con su mirada muerta y una risa diabólica que le provocaba un terror desesperante que lo hacía tener un sentimiento de paranoia donde miraba al mayor en cualquier persona que pasara cerca de él.

Siguió su camino y vio su reflejo en el vidrio de una tienda; las ojeras en su joven rostro, una venda en su frente y su cuello rojo y lastimado. Estaba desprotegido, solo, cansado, con el corazón roto y asustado. El pobre chico vagaba por las calles, escondiendose de la gente hasta que llegó a un hotel, no tan caro pero tampoco tan mediocre. La recepcionista era linda y jovencita, Morty sabía que si hablaba, probablemente la chica le haría muchas preguntas incómodas, entonces, puso su mejor cara y llegó con ella, le pidió una hoja haciendo señas, donde le escribio que no podía hablar pero necesitaba un cuarto. La chica pensó que el castaño era tímido y lo atendió de buena manera. Le dió la llave y el menor tomó el ascensor.

Ya en el cuarto, el castaño se recostó, miro el techo durante un tiempo cuando su celular sonó. El tono del teléfono lo asustó al inicio, ¿El mayor ya lo estará buscando? Nisiquiera pudo dormir, el miedo aumento cuando vio en la pantalla las palabras de número desconocido. No quiso seguir pensando y presionó el botón verde.

- Hola Morty, - Era su madre. - ¿Morty? ¿Estas ahí, hijo?

- Si.

La voz del chico estaba tan gastada que se escuchaba como si estuviera ronco y susurrara.

- ¿Estas enfermo?

- No, no, no, solo... E'Esta Rick dormido y n'n'no quiero que despierte.

- Oh, bueno... ¿Jerry ya se fue de la casa o...?

- Fue a buscarlas, p'pero...

- ¡¿Viene para acá?!

- Lo... Mjh... Último q'q'que me dijo es que lo... - Tosió. - Lo seguía un policía.

- Carajo, Jerry... ¿Y no te ha vuelto a llamar?

- No...

La madre se escuchaba molesta, el hijo solo la oía maldecir e insultar del otro lado.

- Llamaré a la estación por si detuvieron a tu padre, por lo tanto, quédate con tu abuelo y nosotros volvemos en unos días.

- Okey... Bye...

- Adiós.

Morty dejo el teléfono de lado y antes de recibir otra llamada, le saco la pila y la lanzó a la otra esquina del cuarto. Se quitó los zapatos y la pañoleta, agarro hielo de la nevera y lo enrolló en una toalla húmeda para recostarse otra vez y acomodarla en su cuello para bajar la hinchazón y el dolor. A los minutos funcionó su idea, antes de que los cubos de derritieran, los dejo en el lavabo del baño.

Se metió entre las cobijas y se volvió al techo. Cerro los ojos y se quedó dormido.

Mientras tanto en la casa, Rick fue a su laboratorio subterráneo y sacó una computadora que marcaba un radar perteneciente a las ondas que emitía el teléfono de Morty.

- ¿Dónde estás, niño?

Rick amplio el radio sobre la calle y la colonia y nada marcaba, así que lo aumento hasta toda ciudad y la pantalla resaltó el lugar donde estaba el castaño. Se alegró cuando vio que el punto rojo no estaba en otra dimensión, anotó la dirección del hotel y cuando estaba a punto de marcarle la señal desapareció borrando la sonrisa de su rostro por un gesto de preocupación.

Salió y cerró la escotilla para subirse a la nave e ir por Morty.

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