LOS ELEGIDOS: Preparandonos

El prisionero

-Brandon me encerró aquí porque sabe que se demasiado, he estado huyendo los últimos meses, pero me agarraron ayer, y me metieron aquí con la excusa de que había intentado matar a un grupo de jóvenes- dijo, luego mirándonos de pies a cabeza agrego- Supongo que esos jóvenes eran ustedes-

- ¿Qué sabias de Brandon que hizo que te encerraran aquí? - pregunto Julie, con curiosidad en su voz.

-Yo ya respondí ahora es su turno ¿Qué hacen en Latan? ¿Y que relación tienen con Brandon? - respondió el hombre. Todos me miraron esperando que yo respondiera, supuse que confiaban en mi capacidad de leer pensamientos. Pero yo no podía leer nada, por lo cual supuse que el hombre no tenía collar negro ¿Pero eso garantizaba que no estuviera del lado de Brandon? no podía decirle la verdad y arriesgarme.

-Venimos de la Academia Lingüística, estamos en un proyecto en el cual queremos conocer un poco del gobierno- respondí. El hombre se acercó entonces a las barras de la celda, saliendo un poco de la oscuridad, me miro y se encendieron sus ojos, como si de repente me reconociera, una sonrisa de medio lado se asomó en sus labios, camino hasta quedar pegado a las barras de metal. Al estar más cerca, pude ver un poco más su aspecto, y una sensación de familiaridad me golpeo con sorpresa. Era más joven de lo que había creído, no tenía más de 30 años, no era bajo, mas no era más alto que Theo, era de espaldas anchas, piel blanca, ojos de un café oscuro, y pelo castaño que alborotado le caía sobre la frente. Se veía agotado, tenía ojeras grandes y oscuras bajo sus ojos, una barba de días le cubría la cara y parecía un poco demacrado, como si en efecto se hubiera estado ocultando durante meses. Sin embargo, su expresión era viva, con esperanza, a pesar de su situación actual no parecía perdido, en sus ojos se veía determinación, propósito. Creí haberlo visto antes, pero eso era imposible ¿De dónde iba a conocer a un fugitivo? Me aparte el pensamiento de la cabeza, tal vez tan solo conocía a alguien parecido a él.

Cuando volvió a hablar, su tono había cambiado, como si de repente nos conociera demasiado bien, conociera porque estábamos aquí, y porque queríamos visitarlo, como si ahora entendiera todo.

-Latan nunca había sido asignado a ninguno de los estudiantes de Quest- dijo, y volteo la cabeza, como si nos estuviera examinando con cautela- O los profesores se han vuelto locos, o ustedes son unos estudiantes con habilidades especiales- concluyo, y me miro fijamente, una sonrisa se le asomo en los labios como expresión de cariño.

Me quede helada ante la respuesta del hombre, mi mente no procesaba nada de lo que había dicho, lo mire y el sentimiento de familiaridad me golpeo de nuevo, un escalofrió me recorrió la espalda, y me obligue a pensar, pero Teresa ya había comenzado a hablar de nuevo.

-Nosotros no somos de Quest, ya le dijimos, somos de la Academia Lingüística. Y escogimos Latan por su sistema de gobierno no se ve en todo lado- respondió con total calma, como si la respuesta del hombre no le hubiera causado escalofríos.

-Mientes muy bien- empezó el hombre- Mejor que tu amiga sin duda, pero no tienen que mentirme a mí, yo salí de Quest, estuve en su lugar, confundido- dijo, e hizo un gesto con la mano como quitándole importancia- Se pone mejor ¿saben? Eso de tener tantas preguntas y pocas respuestas. Solo- suspiro y miro a Teresa- no intenten mentirme, yo ya utilicé ese cuento de la Academia Lingüística, y todo el cuento de conocer el país. Funciona, bueno por lo menos a mí me funciono, al principio-

- ¿Tu saliste de la Academia Quest? – dijo Julie con asombro

-Si, eso fue lo que dijo el tipo- respondió Theo- No es como que importe, no tiene ninguna prueba-

-Bueno parece saber demasiado para que sea una broma, además tiene collar blanco, igual que Kurt- dijo señalando sus gafas Eva.

-Oh! - exclamo el hombre- Esa es tu herramienta- dijo señalando las gafas de Eva-eso tiene sentido, por eso sabias lo de mi collar. Yo también tenía una herramienta, eran unos guantes, pasaban sobre objetos sólidos, me hubieran sacado de aquí en un dos por tres, pero me los quitaron, así que aquí estoy- respondió levantado los brazos-