Inseguro

5K 550 72
                                    

Shoto no quería volver a su casa.

Era así de simple, odiaba estar en ese lugar. Volver significaba tener que estar encerrado todo el día y por eso cada vez que podía, escapaba.

Desde la muerte de su madre o incluso antes, estar en esa casa había sido todo un trauma para él. No quería vivir allí, quería crecer y poder irse de una vez por todas. Pero hasta entonces se tenía que quedar.

Por suerte, ese día, su padre no estaba en casa, había salido por motivos de trabajo. Y esto era todo un alivio para el bicolor, era uno de esos pocos días en que podía descansar.

Odiaba sobretodo a su padre, desde que tenía memoria no ha dejado de entrenar cada día solo para hacer realidad el sueño que no pudo cumplir el héroe número dos, ser el héroe número uno. Aquel que sobrepase al legendario héroe All Might.

Pero lo único que quería Shoto ahora, era poder ser un niño normal. No, lo que quería realmente era dormir.

Se había pasado los dias entrenando y las noches estudiando. Su padre también le daba mucha importancia a la educación. A parte de la fuerza, la inteligencia también es una de las facetas para ser el mejor héroe.

Shoto entró en casa de estilo japonés, dejó los zapatos en la entrada y se fue directo a su cuarto. Dejó los libros y se dejó caer en su futon.

Quería dormir, pero había una cosa o alguien que no dejaba de rondar en su cabeza. Y éste era un cierto chico de pelo verde.

Se había pasado casi cada dia juntos, siempre que podían ya que los dos estaban muy ocupados con su vida rutinaria. La mayoría de las veces Shoto escapaba de los entrenamientos de su padre solo para poder verlo. De alguna manera, ver a ese chico con pecas y esa hermosa sonrisa, se sentía cálido en su interior.

Sabía que era su mejor amigo, pero ¿Por qué se sentía de ésta manera? ¿Por qué cada vez que lo veía su corazón empezaba a latir tan fuerte como si le saliera literalmente del pecho? ¿Por qué tenía la sensación de querer estar siempre a su lado?

Shoto no lo entendía.

Estiró su brazo en dirección al techo como si pudiera coger algo imaginario, posiblemente la duda que no lograba resolver.

En ese entonces, vio la cuerda atada con forma de lazo en su meñique que el peliverde le dio.

Ver ese lazo lo relajaba, recordaba el momento en el que Izuku se lo ataba. Se le veía tan animado.

Era torpe pero lindo, llorón pero fuerte. Pero sobretodo era valiente. Cada vez que podía le daba una bonita sonrisa que le hacía sentir mariposas en el estómago.

Recordó aquella vez que Izuku se arriesgó su propio cuerpo solo para salvar a un gatito atrapado en un árbol.

Al parecer el gato se había subido al árbol pero no sabía cómo bajar, se podía ver que estaba herido de una pata. Supuso que el felino se había  escapado de algún depredador.

En ese momento pudo ver una chispa brillante en los ojos del peliverde, estaba muy decidido en querer salvarlo.

La altura del árbol era muy grande, al menos para un niño de 6 años. Shoto se preocupó por él, no quería que se hiciera daño. Pero de ninguna forma pudo hacer cambiar de idea al testarudo de su amigo, le había propuesto ir llamar a un adulto, pero éste se negó diciéndole que no había tiempo.

Subió por el tronco del árbol, llegando hasta la parte donde estaba el gatito, cuando llegó, se detuvo durante un instante, Izuku descubrió que el gato era blanco con manchas rojas y tenía situado justamente una mancha roja en la parte izquierda de su ojo, le resultó muy familiar. Con su mejor cara intentó cogerlo pero el animal se negó en irse con él. Era desconfiado al igual que cierta persona que conocía.

Sonrisas Perdidas [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora