Sonrisas Perdidas [Tododeku]

Incertidumbre

-¿Ya estás mejor idiota?

Midoriya llevó una mano a su cabeza notando un fuerte dolor por todo su cuerpo. Supusó que fue noqueado por Cian la noche pasada ya que, al decir verdad, no recordó mucho.

-¿Qué... me ocurrió?

El peliceleste se acercó con calma, lo primero que hizo fue revisar sus heridas y luego puso su mano puño y le dio un golpe que envió el pecoso hacia la pared.

Midoriya objetó:

-Eso duele...

Acto seguido se levantó y Cian lo ayudó a levantarse.

-Te lo mereces.

-Eres tan cruel~

Como si no hubiera escuchado esa acusación Cian preguntó:

-¿Cómo esta tu mano?

Midoriya dirigió su mirada hacia su supuesta mano derecha vendada sin haberse dado cuenta que no tenía mano.

-Recuperándose.

-Tu poder de regeneración es realmente sorprendente, alguien normal tardaría al menos una semana.

Cian le había quitado los vendajes dejando al descubierto una masa de carne en proceso de regeneración, a continuación le puso unos nuevos.

Midoriya se quedó mirando  inexpresivamente con la mirada perdida cómo el otro le ponía las vendas, acto seguido recordó por qué había perdido la cabeza la noche anterior.

-Debemos de recuperar a Sho-chan.

Midoriya notó cómo las acciones de Cian se detuvo por una fracción de segundos, fue muy breve, pero lo suficiente como para que el otro sintiera que algo iba mal.

Cian levantó su cabeza y miró al pecoso, luego, como si estuviera reflexionando un poco, volvió a atar los últimos retoques de la venda y se puso de pie.

-Le borraron los recuerdos.

Las pupilas de Midoriya se contrajeron un poco, pero luego volvió a la normalidad como si no hubo tal reacción.

-Ya veo.

El peliverde se levantó también y estiró su brazo recién vendado, luego se dirigió hacia la puerta con pasos tranquilos.

-¿A dónde vas?- Cian al no ver ningún indicio de emoción en su rostro, no pudo evitar preocuparse por su reacción. Sabía que la persona parada delante de él podía volver a enloquecerse y no quería que se hicera daño de nuevo. Pero la siguiente respuesta del pecoso no lo dejó mejor.

-Ir a ver una escoria.

[●●●]

En una habitación apenas con luz visible, yacía un joven sentado en el frío suelo con la espalda en la pared y cabizbajo, sus manos atadas con un dispositivo antiquirk. A simple vista parecía estar durmiendo o solo descansando.

Unas gotas de sudor frío desplazaron alrededor de su rostro y, por la fuerza de la gravedad, cayeron al suelo. Parecía estar sufriendo de alguna pesadilla, su cuerpo temblando sutilmente. A la caida de la siguiente gota sus ojos abrieron abruptamente, no había movimiento, como si todavía no estuviera completamente consciente. Su cabeza seguía cabizbajo, en dirección al húmedo suelo.

"¿Dónde estoy?"

-Por fin despertaste.

Como una polilla en dirección a la luz, el joven siguió el sonido de la repentina voz. La habitación no estaba bien iluminada, pero pudo distinguir superficialmente una silueta delgada sentado delante de él. A juzgar por su magnética voz, parecía ser un joven más o menos de la misma edad que él.