El dilema del lobo (Lunas Opuestas #2)

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Sentados frente a frente en la sofá, con un silencio que se volvía cada vez más abrumador. Miller no tenía idea de por donde empezar, sobre todo porque tenía miedo de que Ian huyera al enterarse de lo conllevaba ser un hombre lobo; y esa mirada azul fija en la suya, no ayudaba a calmar los nervios.

-Bueno... -Empezó Miller con nerviosismo, de pronto sentía la garganta seca. -Supongo que lo primero que debería decirte es que...soy un hombre lobo.

Ian asintió y se acomodo llevando las piernas hasta el pecho, para luego rodearlas con sus brazos. Esa simple acción hizó flaquear un poco más la seguridad de Miller, porque denotaba todo el miedo y el nerviosismo que Ian trataba de ocultar.

-Tú también puedes convertirte en un lobo gigante como tu hermano y William? - Miller asintió. -¿Podrías mostrármelo ahora?

-Si, pero no quiero que salgas corriendo. -Le sonrió con ternura al ver como el chico hacia un puchero, luciendo inocente y sexy a la vez. Se obligó a dejar de pensar en eso, no era el momento. -Supongo que tú duda principal es saber como fue que te salve años atrás ¿no es así?

-La verdad es que sí, me gustaría mucho, pero sobre todo quiero saber porque te fuiste sin siquiera darme tu nombre -dijó con reproche- no tienes idea de lo mucho que intente averiguar quien eras.

-Lo siento, pero es que en ese entonces yo...no estaba bien. - cerró los ojos y se dejó envolver por todos aquellos recuerdos que lo acercaban a una atmosfera de melancolía. Abrió de nuevo los ojos- Empezaré por contarte como fue que mi mundo cambio. Cuando yo tenía dieciséis años mi vida era de lo más feliz, tenía a unos padres que lo daban todo por mí y mis hermanos, mi padre era el Alfa de nuestra manada, pero no lo sería por mucho. -suspiró con fuerza sintiendo como su humor se venía más a pique. - Christian había cumplidó la mayoría de edad y siendo el primogenito de la familia, por derecho el título de Alfa pasaba a ser suyo, sin embargo no lo quiso.

-¿Por qué no? -se aventuro a preguntar Ian, aun abrazando sus rodillas.

-No lo sé, nunca lo dijó e incluso hoy en día se niega a decirme la razón por la que no quiso convertirse en Alfa.

Ese era un tema que no dejaba de intrigar a Miller ¿por qué Christian se había negado a aceptar aquel cargo? ¿Por qué se había ido? Pues no era momento de pensar en ello.

-¿Y qué paso entonces?

-En nuestro mundo -dijo con una mueca, no sabiendo como decirlo. - si eres miembro de una manada, no puedes irte así porque sí y menos si estas por convertirte en Alfa. Así que solo hay una manera de obtener tu libertad...- arrugó la frente - Retar al Alfa a un duelo y vencerlo.

-Y supongo que cuando dices un duelo, no te refieres a uno de cartas...o de miradas...

-No. -Miller no pudó evitar sonreir ante aquello. -Me refiero a que deben luchar en su forma de lobos.

Ian abrió los ojos con sorpresa, ya en su cabeza se había formado una imagen y era bastante sangrienta y aterradora.

-¡¿Tú papá y tú hermano pelearon?!

-Así es y Chris ganó.

-¡Wow! Si dices que tu padre era el Alfa, significa que debía ser muy fuerte -el castaño asintió - Entonces tu hermano debía tener una razón muy grande y fuerte para querer marcharse.

-Lo sé, también creo que es así. Pero bueno, cuando Chris se fue, las cosas se volvieron complicadas para mi, porque quede como el hijo mayor y me tocaba ser el proximo Alfa.

-¡Espera! ¿Eso significa que eres el lider de una manada de hombres lobo?

-No- sonrió con amargura y se paso la mano por el cabello, provocando que algunos mechones rebeldes volvieran a caer sobre su frente. -Mira, lo que sucedió fue que después de la partida de mi hermano, mi padre se volvio frió y autoritario. A nadie más parecia importale ese cambio, excepto a mí- su mandibúla se tenso - Empezó a tratrame diferente, era demasiado duro y exigente; por lo general me hacía quedar mal frente a los demás miembros de la manada y eso era humillante, y para mí el único escape era ir al bosque y pasar horas ahí, tratando de obligarme a resistir lo que pasaba con mi padre.