Capítulo 11

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-¿Qué fue eso?- pregunté

-No sé- dijo Catherine

-¡¡AYUDA!!

-¡Es alguien pidiendo ayuda! – dijo el militar

-Pero ¿De dónde proviene?- pregunté.

-Creo que viene de la cabaña- dijo el militar.

-Vamos a ver qué pasa- dijo Catherine

-Sí, vamos- dije.

Entonces nos acercamos sigilosamente y miramos por la ventana. Fue nuestra sorpresa, ya que todos estaban durmiendo.

-Pero entonces... ¿De dónde es el grito?- dijo Catherine confundida

Luego, volvimos a escuchar el grito pero aún más lejos.

-Creo que viene de allá- dije.

-Espero que no haya otro muerto- dijo Catherine

-Cálmate, vamos a investigar- dijo el militar.

-Tienes razón, vamos- dije

Caminamos por un sendero. El militar adelante y Catherine y yo detrás. En ese momento sentí que alguien me tomó de la mano. Era Catherine y me dijo:

-Tengo miedo

-Tranquila, no pasa nada. Todo va a estar bien, ¿Si?- dije

-Está bien- dijo sonriendo de lado.

Luego de unos minutos llegamos a un punto en el que el sendero se dividía en 2 partes y fue allí donde el militar decidió que nos separaríamos:

-Hay que separarnos ya que tendremos que inspeccionar ambas direcciones

-¿Pero quién ira con quién?- preguntó Catherine.

- Mmm... Catherine tú ve con él- dije

-¿Qué?-dijo Catherine confundida.

-¿Vas a ir sola?- dijo el militar

-Sí, será mejor que Catherine vaya contigo- dije

-¿Segura?- pregunto Catherine

-Sí, estaré bien- dije

-Ok... Entonces, en marcha- dijo el militar

El militar y Catherine se fue por un lado y yo por el otro.

Caminé por ese sendero tenebroso y, en la oscuridad de la noche, alcancé a ver una silueta. Me detuve y me escondí en un arbusto. Aquella silueta se me hacía familiar, pero no estaba segura de quién era. Ésta, arrastraba el cuerpo de otra mujer dejando un camino de sangre a su paso. Al tratar de huir me tropecé con una roca y me caí sobre las hojas; fue ahí cuando la silueta alcanzó a verme.

La silueta, posó su mirada en mí por unos segundos. Gracias a que mis ojos se habían adaptado a la oscuridad, pude ver cómo esta lanzaba el cuerpo de la mujer y se acercaba a mí con un cuchillo táctico. No quería creer que ese sería mi fin, entonces empecé a correr como nunca lo había hecho antes en mi vida.

Para mi mala suerte, el asesino era veloz y había comenzado a alcanzarme. Traté de evitarlo a toda costa, pero era imposible ya que me lastimé la pierna con una rama, y estaba sangrando. Me fui debilitando, empecé a ver nublado y a perder fuerza.

De repente empecé a escuchar que gritaban mi nombre desesperadamente. Como acto reflejo me detuve y empecé a buscar el origen de esa voz.

Justo cuando había encontrado la dirección de dónde provenía, el asesino me atrapó. Me tiró al suelo y empezó a lastimarme dándome patadas y puñetazos. Me sentía tan dolorida que no podía ni moverme, cuando de pronto dejé de sentir dolor...Era muy extraño para mí, ya que creía que se había detenido... Pero no era así. Había dejado de sentir dolor porque me había apuñalado y estaba agonizando.

Tenía la esperanza de que alguien viniera y me rescatara, pero eso nunca pasó...

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