CAPÍTULO 5

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-Bienvenidos a la isla, jóvenes... para no dificultarles la existencia prepare para cada uno de ustedes una caja con herramientas necesarias para su supervivencia. Dichas cajas se encuentran en una cabaña. Sin más que decir, me despido.

Entonces, el señor Milos desapareció.

-Pero... ¿Cómo vamos a encontrar la cabaña?- preguntó una chica pelirroja con dos trenzas.

-Deberíamos dividirnos en 5 grupos de 10 personas y que cada grupo busque la cabaña por su cuenta- dije, intentando encontrar una solución.

-Buena idea- dijo un chico con ropa de mujer.

A todos les pareció una buena idea y comenzaron a separase por grupo. En mi grupo estaban Catherine, Alfredo, Margarita, T49, la chica pelirroja con las trenzas, un chico pálido con el pelo azul, el chico vestido de mujer, un chico con flequillo, ropa negra y grandes ojeras, y un chica sin padres.

Una vez todos los grupos estaban definidos cada uno se fue en distintas direcciones en busca de la cabaña.

Con mi grupo estaba caminando, cuando veo que la chica pelirroja con trenzas se me acerca para hablarme.

-¡Hola!, ¿Cómo te llamas?- me preguntó.

-Pilar, ¿y tú?

- Qué bonito nombre, yo me llamo Rosalía. ¿Cuántos años tienes?

-16

-Yo igual, ¿de qué signo eres?

-Tauro, ¿y tú Rosalía?

-Acuario

Estábamos muy entretenidos hablando, cuando escucho que alguien de mi grupo dice:

.Ahí- dijo el chico de pelo azul señalando una casa a lo lejos.

Nos dirigimos con paso rápido a la cabaña con la esperanza de ser el primer grupo en llegar, pero lamentablemente, cuando llegamos, ya había otro grupo; y para nuestra sorpresa, todas las cajas estaban abiertas y las herramientas no estaban.

Lo primero que pasó por mi mente fue preguntarle al otro grupo qué había pasado con las herramientas.

-¿Ustedes vieron qué pasó con las herramientas?-les pregunté

Ellos tardaron unos minutos es responder.

-No, no vimos nada, ya estaban así cuando nosotros llegamos. Dijo una chica con pelo verde, ojos café y muchas pulseras.

En ese momento empezaron a llegar más grupos.

-¿Qué pasó? ¿Por qué están todas las cajas abiertas?- preguntó un chico con pelo blanco y ojos rojos, entrando a la cabaña.

-No lo sé- empezó a decir Alfredo- cuando nosotros llegamos...

-¡Fueron ellos!- lo interrumpió la chica de las pulseras- ¡Nosotros llegamos después de ellos y las cajas ya estaban así!

-¿Qué? ¡Eso es mentira!- dijo Rosalía- ¡Ustedes llegaron antes que nosotros!

-¡Bueno, decídanse! ¡¿Quién fue el grupo que robó las herramientas?! - gritó un chico con dientes muy grandes.

-¡Ellos!- dijimos la chica de las pulseras y yo al mismo tiempo.

Entonces, todos empezaron a pelearse unos con otros.

-¡¡DIGAN LA VERDAD!! ¿QUIÉN FUE?- gritó una chica vestida de monja.

-¡¡FUERON ELLOS!!-gritó Catherine.

-¡¡MIENTEN!!- dijo la chica de pelo verde con las pulseras.

De repente, la puerta se cierra con fuerza y todos hacen silencio.

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