29. Tu fetiche

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No tenemos, somos muy inocentes, bye.






















ADVERTENCIA: después de leer este capítulo es seguro que irás al infierno. Si te incómoda la temática o el lugar donde se desarrolla puedes saltarte el capítulo.

Siendo diciembre, habían empezado las conocidas fiestas navideñas, dónde las personas celebraban el próximo nacimiento del Salvador.

Existían distintas formas de celebrarlo y una de ellas era escuchando la misa a la que puntualmente asistían los fieles; aunque entre ellos no solía incluirse Springtrap, este año era distinto.

Félix adoraba la navidad y las fiestas porque demostraban el nivel de hipocresía que podía alcanzar la gente; esos mismos que hoy se tomaban de las manos, cantaban y se deseaban paz y felicidad, todo el año se criticaban, buscaban como aplastarse los unos a los otros y los ignoraban hasta que llegaban las fechas de aparentar; el menor le mostraba al conejito este lado de la moneda y no había mejor lugar para mostrarlo que la iglesia.

Cuando la gente empezó a salir, los chicos se quedaron hasta el final, platicando un poco.

—Que lindo... empezó a crecerte la barba. —Mientras decía esto, acariciaba las rasposas mejillas del rubio, sonriendo con gusto.

—Bueno, tú dijiste alguna vez que te gustaban los hombres con barba y decidí dejarlo —respondió el rubio un poco tímido —Te ves muy lindo con los lentes —lo miraba de forma embobada.

—Sí... no estaba muy seguro de dejar que mis bellos ojos fueran tapados por el cristal pero cada vez veía menos.

El rubio no le dijo que esos lentes lo hacían ver mucho más guapo pues parecía niño bueno, eso, mas el hecho de que estaban en una iglesia (aunque fuera sólo para reírse de la gente) le daba a Félix una falsa imagen de santo y Springtrap deseó poder quitarle esa fachada a mordidas, sintiéndose un poco culpable por tener pensamientos impuros en un lugar sagrado.

Félix se acercó un poco mas al rubio, pero antes de que hiciera cualquier cosa, llegó a ellos el padre de la iglesia.

—Hijos, la gente empezó a retirarse a celebrar, los invito a que hagan lo mismo. —Dijo el hombre con voz dulce y solemne.

—Lo sentimos, Padre. —Comenzó Félix con un suave tono de arrepentimiento— Es la primera vez que estamos en una iglesia después de mucho tiempo y quisiéramos ver el lugar un poco más, si no es molestia. —El menor agachó la cabeza dócilmente y el tono tierno e inocente dejó sorprendido al rubio.

El hombre miró a Félix y esa aura dulce que desprendía (los lentes podían engañar mucho) le inspiraban confianza. Springtrap, con su ropa andrajosa, se notaba que necesitaba un hogar así que el Padre asumió que querían distraerlo para dejarlo dormir ahí sin que lo supiera. El mayor se sintió conmovido por estos jóvenes y la gran amistad que demostraban.

30 días de OTP Splinglix (+18) [Springtrap x Félix] #WYAMAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora