30 días de OTP Splinglix (+18) [Springtrap x Félix] #WYAMAwards2017

11. Mientras lo masturba

Ahora, mas seguro de que lo suyo era sexo y nada mas, no sentían ninguna necesidad de evitarse. Tanto así que incluso Foxy, que es el más distraído de todos, le preguntó a su bro porqué de repente pasaba tanto tiempo con el menor y el rubio le decía que Félix le estaba explicando cosas que no enseñaban en la escuela.

Springtrap esperaba al menor en la entrada de la escuela, como el otro le había dicho. Félix era quien decidía siempre el día que se verían y el rubio nunca le decía que no porque siempre estaba ansioso por verlo.

En cuanto el chico de ojos dorados vio al mayor esperándolo tuvo el impulso de lanzarse a él pero se detuvo, no sería muy prudente que todos los vieron hacer eso, así que sólo lo saludó con una sonrisa.

-¿Nos vamos, guapo?

El camino iba a ser como siempre, tranquilo y silencioso, pero el rubio rompió el ambiente.

-¿Sabías que Rojo tiene una rata de mascota? -soltó de repente, atrayendo la atención del menor.

-¿En serio?

-Sí, pero duerme demasiado y siempre desparramada; a veces no sabemos si está dormida o ya murió -sólo de imaginar a dicho animal se echó a reír y Springtrap sonrió al ver la reacción que obtuvo -Yo tengo un perro que se llama Bestia.

-Me imagino que será un Pastor Alemán, un Doberman o algo así.

-No, es un chihuahua -y esta vez el menor rió con mas fuerza al imaginar al pequeño perro con semejante nombre.

Era la primera vez que Félix platicaba tan animadamente con alguien que no fuera Abby, Lily o Fede; le agradaba. El camino a casa le pareció muy corto y entretenido, casi lamentaba tener que dejar su conversación.

-Algún día puedo mostrarte a Bestia si quieres-ofreció el rubio.

-Claro, me encantaría.

Al entrar a la habitación, el entorno inocente y amigable cambió al ya conocido fuego que los consumía al saberse solos.

El pelirrosa al fin pudo lanzarse al rubio, y quitarle esa molesta ropa que ocultaba el hermoso cuerpo que lo llevaba al cielo. El mayor no se quedó atrás al deleitarse con la exquisitez que significa el cuerpo del menor, se embriagó con sus besos, se asfixió con su calor y sintió el roce con esa piel que era suya por unos minutos insuficientes.

Ya desnudos, se besaban con desesperación sobre la cama. Springtrap se puso encima de Félix y bajó su mano derecha por el pecho del chico hasta llegar a su entrepierna, tomó su miembro y empezó a estimularlo mientras mordía suavemente su cuello, bajaba por el hombro y, en cuanto estaba satisfecho, hacía lo mismo con el otro lado. Después, bajó hasta uno de los pezones y lo pellizcó con los dientes, haciendo que el menor gritara.

-M-me mu-muerdes de-mas-siado, emp-pezaré a cre-er q-que eres ca-nibal. -Félix apenas y podía hablar, el rubio detuvo sus labios y lo miró con una sonrisa perversa.

-Tal vez lo soy. -la mano que seguía moviéndose, de pronto se detuvo,provocando que el otro se quejara -Ya sigo- y fue por el ya tan conocido lubricante. -Eres un desesperado.

Lo besó mientras sus manos dejaban caer un poco de la sustancia aceitosa sobre el estómago del chico y lo esparció hacia abajo, por el vientre, pasando por su pene y adentrándose hasta su ano. Terminó pronto de prepararlo y enterró su miembro dentro del menor, que se abrazó a él y moviéndose para acoplarse a él, en tanto, Spring volvió a masturbarlo y siguiendo el ritmo que Félix imponía.

El calor los abrumaba, sus cuerpos se movían con fluidez como si hubieran sido hechos el uno para el otro. El rubio se enterraba mas y mas dentro del de ojos dorados hasta que sintió como se apretaba alrededor de su miembro, un grito por parte de él y la sustancia pegajosa en su mano le había informado del orgasmo que había tenido, al que pronto le hizo compañía el propio.

Ambos dejaban que su cuerpo descansara un poco, antes de que el rubio se fuera, posponiendo lo mas posible el momento de separarse. Spring pasó sus dedos por las rodillas de Félix y subió despacio por ellas hasta sus muslos en un acto casi dulce. El menor empezaba a permitirle ese tipo de gestos al rubio ya que asumía que esa era simplemente su forma de ser y no tenía nada que ver con sentimientos o algo así; además, disfrutaba que le pusiera tanta atención.