EN TUS ZAPATOS

Capitulo 10: ¿Naruto-kun?

 Al día siguiente, Naruto se disponía a arreglar el jardín y algunas zonas de la casa, pues Hinata se las había encargado antes de salir junto con los niños muy temprano a una reunión del Clan Hyuga. 

El jardín estaba impresionantemente cuidado, Naruto se maravilló ante la vista. ¿Cuántas veces no había pasado muy rápido por el jardín delantero de la casa sin si quiera mirarlo?
Toco las flores, como si les pidiera perdón por ignorarlas.
Conecto la manguera y comenzó a bañarlas.
Un viento suave roso su cara.
Naruto cerró los ojos y suspiro profundamente.
Al abrir los ojos
Vio la ventana de uno de los cuartos abierta de par en par,
El viendo azotaba fuertemente sus cortinas.
-Es el cuarto de Hinata. Que extraño ella suele ser muy cuidadosa.
Naruto dejo de lado la manguera y cerro la llave del agua.
Entro a la casa y Subió las escaleras hasta llegar al cuarto.
Al entrar, se quedó anonadado pues Lo extraño era que la ventana se encontraba perfectamente cerrada por dentro.
-¿Qué rayos? ¡Dattebayo!
Miro la habitación no parecía haber nada ni nadie allí,
Se dio vuelta para regresar a sus labores, pero sintió la necesidad de quedarse allí.
Dio vistazo más pausado a la habitación.
Fijo su vista en el tocador el que Hinata, tenía organizados los regalos de cuando eran novios, Los aretes con forma de sol el anillo en forma de ramen, el collar con el símbolo Uzumaki, y unos peluches de sapos y conejos.
Su vista se fijó de un momento a otro en la cama.
De pronto se sintió muy cansado y decidió recostarse sobre ella.
Acostado boca arriba comenzó a acariciar las sabanas.
Tomo una almohada, aferrándola hacia él.
-Hinata- dijo en un susurro.
Tantos recuerdos pasaban por su mente.
Los sonrojos y la timidez de ambos, de cuando inician su vida de casados.
Lo apasionado que eran sus besos y abrazosconforme se amoldaban, a un tipo de relación desconocida para ellos, la de un hombre y una mujer que se entregan el uno al otro.
Y también...
Las veces que la encendía con tan solo un beso, pero una llamada de la oficina, alguien buscando en la puerta por alguna dificultad de última hora, interrumpía su encuentro.
Ella solo solía sonreír y decirle.
-Ve, con cuidado.
Como una señal de que comprendía que tenía que irse.
Era una situación tan recurrente, que el había preferido dormir en su cuarto de estudio, y en lo posible evitar tocarla de ese modo, hasta que pudiera tener más tiempo, era una medida temporal, que el creyó era lo mejor.
Naruto abrió sus ojos y se preguntó frunciendo el ceño.
-¿Hinata me guardara rencor? ¿Todavía le interesare como hombre? Ahora que lo pienso, no me ha mencionado ni una sola vez en los últimos días.
Naruto se colocó de lado y su vista se giró directo hacia el Baúl.
Ese baúl que Hinata le había impedido abrir la última vez que estuvo allí.
Con una risa picara y traviesa
Se levantó de la cama y camino hacia él.
Intento abrirlo pero estaba cerrado con candado.
Naruto recordó que aquel día estaba no tenía ese candado, si ahora estaba sellado, era porque Hinata escondía algo.
Coloco sus manos sobre la barbilla e hizo una expresión de gato curioso.
-¿Cómo puedo abrirlo? Sin que Hinata lo note. Tengo una idea.
-Kuramaaa
Kurama abrió sus ojos y vio a Naruto parado frente a el en su interior.
-Naruto, no me llames para cosas estúpidas
-¿No me digas que no quieres ver?
-¿Qué puede tener una humana como ella ahí? Solo carruzos de hilo y lana.
-¿y porque crees que está cerrado?
Kurama quedo pensativo
-Tienes, razón a lo mejor tiene revistas de hombres desnudos ahí- dijo en tono burlón.
-¡Por supuesto que no! Hinata solo me ama a mí – dijo Naruto apuntándose con un dedo en el pecho.
-Entonces, confía en ella y deja ese baúl quieto.
-Claro así es, yo confió en ella- dijo Naruto apartándose del baúl y caminando hacia la puerta,
Al llegar al marco de la puerta, coloco un pie fuera de la habitación.
Y se dijo así mismo -Soy fuerte, no hay nada raro guardado allí-
Una gota de sudor corría por su cara.
Trago saliva.
Sus manos temblaban.
-¡Tengo que saber QUE ESSSSSSS!- Grito dándose la vuelta y corriendo de nuevo al baúl.
-¡¡KURAMA!!
Kurama suspiro
Naruto levanto un dedo del que emergió una de las garras de Kurama.
Usándola a modo de llave, abrió el baúl
Había una tapa interna tapando todo.
Naruto la subió con cuidado.
-¿Q-Que es esto?
Naruto encontró todo tipo de lencería.
Ropa interior de Encajes. Ligueros, batas cortas semi- transparentes.
Ropa interior tan diminuta que Hinata nunca usaría.
Naruto tomo una de las batas.
-Creo que estafaron a Hinata, esta tela esta tan transparente, que puedo ver mi mano a través de ella.
-Naruto sí que eres tonto. ¿No recuerdas a las mujeres de esas revistas de las que te "inspiraste" para crear tu Jutsu Sexy?
-¿Qué tiene que ver eso Kurama?
-No te das cuenta que la ropa se parece? ¿No sabes para qué es esa ropa?
-¡Es Cierto! Se parece.
-Tal vez tiene una doble personalidad- Dijo kurama en tono de burla.
-Kurammaa... ¿Porque siempre piensas mal?
-Tú fuiste el que abrió el baúl Naruto.
-Tal vez las esta vendiendo
-¿Allí escondidas? Naruto. En lugar de fusionar nuestro charkra debería reemplazarte el cerebro.
-Aaaah Kuramaaaa, deja de meterme conmigo.
-Ya mocoso, eso debe ser para ti jajajaja
-Por si no lo sabes yo soy hombre, aunque bueno- ahora mismo no, pero sigo siendo un hombre, y nunca usaría esa ropa, además Hinata no sabe que soy yo.
-Tú nunca entiendes, sigues sin conocer mucho acerca de las mujeres.
-y tu si sabrás mucho- dijo Naruto reclamando.
-Yo estuve, en el cuerpo una ¿No lo recuerdas?
-Sí, mi mama.
-Entonces créeme las conozco bien.
-Ni mi mamá, ni Hinata usarían esto, debe haber otra explicación.
-Mejor me voy a dormir.
-Oye Kuramaaa
Kuramaaa
-Ya se durmió- Dijo Naruto rascándose la cabeza.
-¿Qué hago? – Quiero sabeerrrrrrrr
Naruto Pensó y pensó hasta que al parecer alguna idea habia pasado por su mente.
Guardo todo donde estaba. Tratando que Hinata no notara ningún cambio.
Bajo rápidamente a terminar, lo que Hinata le había encargado.
Pensó en cocinar algo, pero Himawari no estaba para cubrirle las espaldas y ayudarlo a escondidas ¿Qué podía hacer?.
- Por lo pronto voy a hervir agua, todas la comidas comienzan así. jejej
Mientras veía el agua hervir, pensaba en esa ropa.
Pronto comenzó a ver humo a su alrededor
-Aaah, el aguaaaaa
-Soy un desastre.
Naruto vio la hora ya casi seria el regreso de Hinata y los niños.
Abrió rápidamente todas las ventanas para que saliera el humo.
-¡Ya es tardísimo! ¿Qué hago?
-Ya sé
Naruto tomo el teléfono y llamo a Ichiraku
Ya que con todo lo sucedido, no tenía dinero, Le dijo a Teuchi, que el Hokage le había encargado unos almuerzos para su familia.
Mientras llegaba el pedido, rápidamente comenzó a preparar la mesa y viendo la hora cada 2 minutos.
Al llegar la orden pasó la comida empacada, a los platos de la casa, para hacer parecer que había cocinado.
En eso estaba cuando sintió la puerta abrirse, su corazón casi se paralizo pero se tranquilizó.
Fue a recibirlos.
Naruto les indico que pasaran al comedor.
-Huele muy bien- Dijo Boruto sentándose
-Papá ¿Qué hiciste?- susurro Himawari cuando su padre paso a colocar los palillos en su puesto.
-Es un secreto hehe
Hinata se veía feliz.
Naruto no sabía que pensar, en que haría Hinata con esa ropa. El reciente descubrimiento lo tenía desconcertado.
El solo la observaba pero su mirada era tan intensa, que Hinata miro en su dirección.
-El olor del ramen es siempre tan agradable, es sorprendente que te haya quedado tan parecido al de Ichiraku.
-Hay cosas que impresionan aún más – Dijo Naruto en un tono seco y mirándola fijamente.
-¿No comerás con nosotros?- Pregunto Hinata un poco inquieta como si pudiera intuir que algo ocurría.
-Ya comí, no te preocupes.
Hinata sonrió y procedió a comer.
Una vez terminada la Cena, Hinata acompaño a Naruto a llevar los platos.
-Lavaste todo muy rápido, ni quiera alcance a ver la olla donde cocinaste- dijo Hinata sorprendida.
-Sí, es que soy muy buena en lo que hago hehehe.
Naruto no dejaba de observarla.
-Hinata...... hay algo que me gustaría preguntarte.
-Sí, claro dime
-¿Podemos ir a tu habitación?
-¿Tan grave es?
-Digamos que es una charla de adultos, que los niños no deberían escuchar.
Hinata se sorprendió ante la petición
-Bien, Vamos – le dijo dándose vuelta para salir de la cocina
Naruto la siguió.
Al llegar a la habitación
Hinata se sentó en la cama
Naruto en un pequeño mueble, justo al lado del baúl
-Hinata, me gustaría conquistar a alguien ¿Cómo lo hago?
Hinata sonrió sorprendida.
-¿Lo preguntas por el joven que bailaba contigo en la clase?
-¿Cuál joven? Aah si ese. Si es por eso que lo pregunto.
-Bueno debes averiguar primero que todo, su estado civil, es importante saber si tiene ya a una persona que quiere.
-Y ¿No tienes algo que puedas venderme para seducirlo rápidamente?
(Ahora comprobare si la razón por la que tiene todas esas prendas, es porque las vende)- Se dijo Naruto en la mente.
Hinata se sonrojo como un tomate.
Bajo la cabeza.
-Bu-Bueno, no sé qué decir –dijo nerviosa
-Debe haber algo que puedas VENDERME.
-¿Venderte?
-Si algo así como una ropa sexy para atraparlo
-Bueno veras...
Hinata se levantó de la cama, bajo la cabeza y abrió el baúl
Comenzó a sacar toda la ropa que allí tenia, todo lo que Naruto había visto.
Totalmente roja.
Trago saliva y alzo la vista.
-Te regalo toda esta ropa.
-No, es necesario, no quiero que afectar tu negocio.
-¿Cuál negocio?- Pregunto Hinata inquieta.
-¿No vendes esta ropa?
Hinata se puso aún más roja
-No es asi--- Juntando ambas manos sobre su pecho
-Es mía.
-No pensé que te gustara ese tipo de ropa- Dijo Naruto sorprendido.
Hinata se tocaba el cabello con nerviosismo.
Respiro profundo.
Cerró los ojos y finalmente expreso.
-No se me da lo de la seducción, pero quería lucirla para mi esposo en alguna fecha especial, pero – bueno veras, él tiene una gran responsabilidad, como él dice toda la aldea es su familia, y él trabaja incansablemente por protegerla, así que el tiempo, es muy limitado, y no me alcanzaba para prepararme psicológicamente y vestirme de esa manera y tener el valor de que el me viera con una digamos "faseta" tan inusual, y menos sabiendo que tiene que atender muchos asuntos de mayor importancia , que mi lencería.- Dijo intentando sonreír.
Un par de lágrimas corrían por las mejillas de Naruto.
Hinata no se explicaba, porque le había afectado tanto lo que dijo.
Estaba un poco desconcertada.
Naruto se levantó de su asiento, y tomo a Hinata entre sus brazos.
Abrazándola fuertemente
Hinata sin entender instintivamente correspondió el abrazo.
-Lo siento-susurro Naruto en medio de un llanto intenso.
Hinata se apartó un poco
Lo miro a los ojos y dijo
-¿Naruto-kun?
Continuara...