Páginas En Blanco.

Capítulo 12.

Los días comenzaban a pasar, Nino estaba recuperándose de la intoxicación con aquella nueva droga que había sido obligado a probar.

Adrien lo visitaba todos los días, hablaba con el y lo animaba a no rendirse, la policía había ido en varias ocasiones al hospital para hablar con el moreno debido a que creían que unas de las redes de narcotráfico eran las que estaban tras aquella nueva sustancia.

También había varios casos donde chicos que formaban partes de algunas pandillas se encontraban en callejones de la ciudad golpeados de una forma brutal e inconscientes. Cosa que preocupaba a los parisinos y presionaba a las autoridades a buscar a los responsables.

En esos días Marinette había vuelto a la Universidad junto a un montón de trabajos atrasados y proyectos encima, su ojo ya se encontraba libre de aquella Gaza, aun se podían ver un poco el golpe que ella había recibido en el y una pequeña herida por encima de su ojo.

Las cosas parecian calmarse entre los chicos y volvieron a las bromas y pequeña salidas entre ellos, Nino claro estaba en el hospital por lo que no era invitado.

Las cosas entre Chloe y Marinette eran normales por decirlo asi, pues la rubia había estado muy indiferente con la chica, lo cual la azabache no comprendía pero no trataba de buscar alguna respuesta por parte de la rubia pues tenía muchos trabajos pendientes que le era imposible salir mucho.

Por suerte una castaña que trabajaba con ella le ayudaba con algunas de sus tareas o proyectos.

-Como van las cosas entre tu y Chloe?- pregunto Evangeline mientras resolvía algunas ecuaciones de matemáticas.

-Bien supongo. - dijo la azabache realizando una pequeña mueca que no pasó desapercibida por parte de la castaña quien sonrió y penso en algo para animar a su amiga.

-Deberías confesarte en la fiesta que se realizará el próximo viernes.-animo la castaña mirando como la ojiazul soltaba su lápiz y miraba con el rostro sonrojo y una mirada llena de sorpresa.

-¡No puedo hacer eso! -dijo avergonzada.

-¿Porque no?-pregunto la chica mientras retiraba el cuaderno para darle la total atención ala chica.

-Primero no iré a la fiesta. -informó mirando sus libros. -tengo varios libros que no he leído y tarea por hacer, sin mencionar el hecho de que no me gustan las fiestas y NL estoy invitada.

-Marinette para esas fiestas no necesitas ser invitada, nadie lo está realmente solamente van y ya. -dijo y se acercó un poco a la chica para acariciar su mejilla. -y si realmente quieres a Chloe para ti dicelo, gritaselo y besala.

Marinette bajo la mirada y sonrio, amaba temer este tipo de pláticas con ella, pues siempre le decía lo que necesitaba oir, la animaba y si hacia falta le daba ese pequeño empujón que le hacia falta para tomar valor.

Evangeline por su parte se resignó a solo tener la amistad de la azabache pues jamas encontraría a alguien tan noble y sincero como Marinette.

No lo negaria, aún sentía una fuerte atracción por la azabache pero sabía que lo único que podía hacer era animarla para que ella encontrará su propia felicidad.

La puerta de la habitación  fue abierta rápidamente que hizo que la castaña se alejara de la chica, asustada por el ruido más que por el hecho de que veía a la ojiazul con demasiada ternura y amor.

-Marinette necesito que me des amor! - era la inconfundible voz de Lila quien se lanzó prácticamente a los brazos de la azabache sorprendiendola.

-Que pasa? -pregunto la azabache a la morena.

-Solo quiero amor. - dijo y la chica pudo detectar un ligero aroma a licor en el aliento se su amiga.