¿Sería diferente? «h.s»

Capítulo 24

[N/A]: Antes que nada, perdón por todo este tiempo, han sido los examenes, la gran mayoria de vosotras que este en esta época me entenderá... y gracias, porque mientras que he estado estudiando he visto que han ido apareciendo nuevas/os lectores para esta historia y me hace bastante feliz, porque... ¡YA HA LLEGADO A +20.000 VISITAS! y me hace mucha ilusión.

Una cosa que he visto, si quereis que os dedique algun capítulo no hay ningún problema, por lo que si lo quereis lo podeis pedir, he tenido algunos mensajes y bueno eso :)

Ya he terminado los examenes por lo que intentaré llevar todas las novelas que tengo lo más rápido posible y así subir más.

Y también deciros que he comenzado otra historia (no fanfiction) en mi otra cuenta @xOtherAttemptx me haría muy feliz que os pasarais y vierais que os parece :)

Muchas gracias y espero que os guste <3

 

El móvil me vibró cuando recibí un mensaje de mi madre pidiéndome que me fuera a casa, por lo visto hoy tendríamos visita.

Había estado toda la tarde con Jackson, y bueno, aunque no lo conocía de nada me había ayudado a despejarme un rato, hay venido de casa de Emma no muy bien y bueno me había ayudado a comprender la situación y no dudaba en que tendría un muy buen nuevo amigo.

-Ya estoy en casa –grité cuando llegué a casa.

-Estamos en el comedor –escuché a mi madre.

Dejé las llaves en un cuenco que había en la entrada y fui a donde estaban. Mi madre y una mujer estaban en el sofá, me acerqué a darle dos besos a la señora, bueno era un caballero y siempre me lo había inculcado así.

-Hola Señora –bueno, todavía no me sabía su apellido, por lo que me quede callado- encantado.

-¿Harry no la recuerdas? Eran nuestros antiguos vecinos.

Bueno, contando con que nos mudamos cuando tenía solo cinco años y solo recuerdo pequeñas cosas de esa época.

La mujer se rio.

-Tranquila, hace mucho tiempo, es normal que no me recuerde. Soy Amanda Lowell, mi hijo y tú solíais jugar en los jardines traseros de nuestras casas -parecía creíble, pero no recordaba nada, ya podría repetirlo las veces que quisiera- erais muy buenos amigos –luego me sonrió.

-Id sentándoos en la mesa –nos mandó mi madre- la cena esta ya terminando, en cuanto venga tu hijo empezaremos.

Mi madre se fue a la cocina y nos dejó a la señora Lowell solos en la misma sala. No sabía que podría preguntarle, había pasado mucho tiempo y bueno la confianza se había perdido y la tenía como una extraña. Me metí las manos a los bolsillo y empecé a mirar el techo mientras me balanceaba sin saber que hacer, quedarme quito, preguntar sobre su vida, su hijo o lo que fuera.

-Harry como ha pasado el tiempo.

Asentí.

-No sabes lo mucho que has crecido, la última vez que te vi eras así –se señaló por la mitad del su muslo y bueno si había crecido bastante, era lo que ocurría en las personas normales, que crecen y yo no iba a ser la excepción.

-Aproximadamente un metro veinte más.

-Claro, como crecéis tanto, ojala volvierais a ser tan pequeños como antes.