¿Sería diferente? «h.s»

Capítulo 1

10 años después.

-¿Y por qué no le dices a Emma que vaya? -me preguntó mi madre.

-Si, a mí me encantaría, pero recuerda que a casa de Matt solo van a ir tíos -me acerqué al frigorífico, y saqué la jarra con el agua fría, luego me serví en un vaso.

-Bueno.

Guardé la jarra en su sitio y el vaso usado lo puse en el fregadero. Después me dirigí a mi habitación, conecté el ordenador y automáticamente se me conecto Skype, ella estaba conectada, sin darme cuenta ya tenía una sonrisa en la cara, pero la pregunta era: ¿le hablo o, no le hablo? Mejor será que no le hablara, no sabría que decirle, pero parecía patético que yo, su amigo, estuviera pensando esto.

Miré en todas las redes sociales a las que estaba registrado, y tenía un mensaje privado, no hacía falta abrirlo sabía perfectamente de quien era. Joder, ya está la loca está molestando, pensé nada más verlo, y efectivamente era ella, María. No paraba de acosarme. Joder, ¿no se daba cuenta de que yo pasaba de ella?, ¿Por qué no me dejaba ya en paz?

Abrí el mensaje y no me molesté ni en leerlo, como todos los demás. Terminé de ver todo, cuando ya había acabado de revisar todo, cerré las páginas y antes de cerrar el portátil, una pestaña apareció de un lateral de la pantalla, alguien me estaba hablando.

¡Si, es ella!

-Hola Harry, ¿Qué tal?

-Bien, si me pillas dos minutos después, no te respondo.

-Bueno, ¿qué tal si quedamos? Es que nadie puede y estoy aburrida.

-¡Ah, que soy tu juguete contra el aburrimiento! Estas jugando conmigo, y eso duele -le dije sarcasticamente.

-joder, Harry -y luego añadió un emoticono: guión, carita y otro guión.

-Era coña.

-Eres malo... ¿Entonces quedas?

-No sé.

-Venga Harry, si me fallas tu que eres mi mejor amigo ya no se que me queda, y ¡es viernes!

-Emma, no es que no quiera quedar contigo, es que tengo una fiesta.

-¿Y no me invitas? Vale, vale.

-Ni siquiera es una fiesta, iremos a dormir a casa de Matt.

-He dicho: vale, vale.

-Eres tonta.

-Un poco.

-Sabes, me acuerdo de una frase que me dijiste el día que nos conocimos, "dice mi profesora, que mentir está mal".

-Tienes buena memoria.

-Para lo que quiero.

-Bueno... ¿y a qué hora tienes la "fiesta"?

-Por la noche, sobre las nueve o por ahí.

-¿Y qué hora es?

Miré la hora en la pantalla del ordenador, eran las cinco.

-Las cinco -le dije luego a ella.

-¿Quieres un helado? -me ofreció.

-¿Me lo compras tú?

-Bueno, por tal de tener al lado a alguien con quien compartirlo.

-En cinco minutos donde siempre.

-Sí, adiós -y nada más despedirnos cerré la cuenta de la chica.

Luego cerré el portátil, lo dejé en el cajón, donde siempre lo guardaba, y luego me dirigí al armario, saqué unos pantalones y una camiseta, y fui a donde había quedado con Emma. No mentía si decía que quería que fuéramos algo más, aunque al ser su mejor amigo, y ella no me veía como yo quería que me viera, estaba en la famosa "friendzone", me cuenta todo, y cuando me cuenta cosas personales, es como si el mundo se encogiera, tenía que admitir que estaba enamorado de ella, desde que la conocí.