Beth estaba caminando por la calle Kein para llegar a su casa. No fue tan largo el recorrido, pero tomaba ese camino para mantenerse alejada de la casa de los Denbrough. Sentía lastima por esa familia y era peor por el hecho que ella vio por última vez a George con vida.
Tenía un sentimiento de incomodidad en Derry últimamente. Y los miles de carteles de niños desaparecidos no ayudaban mucho. El último que había visto era el de Betty Ripsom, una vieja amiga del jardín de infantes.
Sacudió su cabeza al pensar en ella, solo era una más de las desaparecidas.
Abrió la puerta de su casa, sonriendo al sentir el olor al pollo que Michelle estaba cocinando. Tenía suerte de que la mayor fuera una buena chef.
—Hey, ahí estas —la saludó con una sonrisa al verla entrar a la cocina. Muchos pensarían que Michelle Redmayne era la mujer con más seriedad en todo el pueblo, pero en realidad era amable con los que valían la pena — Estaba por terminar tu almuerzo, ve a lavarte las manos.
— ¿Trabajas por la tarde hoy? —preguntó al verla tan apurada.
—Si, en media hora. Por favor, lava los platos y no destruyas la casa.
—Trataré no hacerlo —hablo divertida mientras iba al baño de la planta baja.
Cuando volvió, la castaña ya había puesto un plato con pollo y zanahorias en la mesa. Beth se sentó en ella y comenzó a comer viendo cómo la otra se decidía por que camisa llevar a la oficina.—Sí llevas esa, Spencer se fijara en ti. —opinó mencionando al compañero de trabajo que, según la rubia, era un buen candidato.
—Si solo se fijara en mí porque mi camisa es escotada, entonces no es para mí. —dijo sacando la camiseta como opción.
—Entonces lleva la azul. Esa la amas. Si te gusta a ti, ¿Por qué debería interesarte lo que diga ese tipo? —la castaña asintió, dándole la razón, y corrió de nuevo a su cuarto.
— ¿Saldrás con Patrick hoy? —preguntó la mayor cuando Beth lavaba los platos. Ella solo levantó los hombros, sin saber la respuesta. Michelle miró su reloj—. Mierda, llegaré tarde. Solo recuerda llegar antes del toque de queda, no cometer ninguna estupidez que te deje en el hospital, en la cárcel o embarazada. ¡Adiós!
— ¡Michelle Redmayne! —gritó con los ojos abiertos como platos y con sus mejillas sonrojadas. Sin embargo, se rio cuando la mayor cerró la puerta y se fue.
Una hora después, Patrick Hockstetter tocaba en la puerta de su casa. Al verlo allí, Beth ya sabía que el chico no vendría a pedir disculpas.
— ¿Entonces? —preguntó él.
— ¿Entonces qué?
—Nena, ¿No me vas a invitar a pasar?
—Depende —respondió ella, mirándolo de pies a cabeza con los brazos cruzados— ¿Vienes a pedir perdón?
ESTÁS LEYENDO
FEAR [Richie Tozier]
Fanfic¿Quien diría que Maine seria la cueva de un demonio capaz de convertirse en la peor pesadilla para los niños de Derry? Beth no lo creyó hasta que la desaparición de su novio cambió su vista por completo al tratar de enfrentarse junto a los perdedore...