0.5; blood

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"Tu pelo es fuego de invierno..."—leyó Beth en voz alta ante la mirada de su pelirroja amiga—. "Brasas de enero. Allí arde también mi corazón, admirador secreto". Aw Bev, alguien está loquito por ti.

— ¿Tú crees? —la nombrada sonrió, con las mejillas sonrosadas.

—Te escribió un haiku, creo que es bastante obvio. —Beverly levantó una ceja —. ¿Qué? me gustaba literatura.

Su amiga rió, contagiándola. La rubia giró la postal y observó una huella con sangre marcada sobre el paisaje de Derry.

—Oye, ¿qué es esto?

La ojiazul abre los ojos sorprendida y un escalofrío le recorre por la espina dorsal; los recuerdos de la noche anterior se cruzan por su mente de nuevo, atormentándola. Las voces, la sangre, la mirada despreocupada de su padre. Creía que estaba perdiendo la cordura.

— ¿Bev?

La voz se Bethany hizo eco en su cabeza, no dudo en agarrar su mano y ver sus grandes ojos verdes.

—Tengo que mostrarte algo. —dijo arrastrándola hacia la puerta de su baño.


[...]


—Entonces —su tono sonó calmado, aunque seguía asustada y sorprendida —, tu lavabo comenzó a derramar sangre y a todo tu baño terminó así.

Beverly asintió dándole una calada a su cigarrillo. Estaban sentadas en las escaleras de los departamentos, sin palabras. ¿Todo esto se relacionaba con las desapariciones de los niños en Derry?

— ¿Cómo te sientes?, ya sabes con lo de Patrick...

Beth, con su mirada perdida y un cigarrillo en su mano, levantó sus hombros. Sin dar una respuesta clara.

Ambas se levantaron al escuchar las voces de Stan y Eddie peleando, y bajaron corriendo para encontrarlos con sus bicicletas. Beth agradeció a los cielos que llegaron ellos, sino tenía que decirle a su amiga lo que realmente pensaba.

—Vinieron, y-yo tengo que mostrarles algo.

— ¿Qué cosa? —preguntó Eddie.

— ¿Más de lo que vimos en la cantera? —preguntó descaradamente viendo a la rubia.

—Beep beep Richie —dijo ella rodando los ojos, este la miró con su "cara de idiota enamorado", como le dijo Bill hace unos minutos.

— ¿Beep beep? ¿Qué mierda es eso, una pose sexual? – preguntó con una inocencia perturbada.

—Tu señal para que cierras la puta boca.

Con esa respuesta logró sacarle una carcajada al asmático, mientras que el tartamudo elevó sus comisuras levemente. Pero a Richie le brillaron los ojos y una sonrisa ladina apareció en su rosto, ¿por qué ella lo hacía sentir así?

—Mi papá me matará si sabe que dejé a chicos al departamento —comentó la pelirroja avergonzada.

—De-dejaremos que alguien v-vigile —dijo Denbrough.

—Yo me quedo —respondió la rubia y limpió los restos de sangre, que quedaron en su zapatilla, en el césped —, no quiero ver eso de nuevo.

—R-Richie también q-quédate aquí.

—Wow, wow, wow. ¡¿Qué hacemos si su padre regresa?!

—Haz lo que haces siempre, ¡habla hasta por los codos! —respondió Stan cansado.

— ¡Es un don! —Beth sonrió un poco mientras se apoyaba en una de las bicicletas. El de gafas hizo lo mismo, viendo como sus amigos subían por las escaleras. —. ¿Qué pasó allí?

Suspiró tratando de encontrar las palabras correctas.

—Su baño está lleno de sangre.

—Oh —frunció el ceño —, es como un código para decir que le vino. —ella soltó una carcajada —. ¿Algo así como la marea roja?

Ella rió negando, él se detuvo a admirarla. La chica que lo traía loco hace casi un año, se reía de su estupidez.

Mientras Bocazas y la rubia se reían, los demás quedaron boquiabiertos con el escenario que estaban presenciando; paredes, piso y techo totalmente de color rojo producido por la sangre. No dudaron un segundo en agarrar trapos y comenzar a fregar todo aquello por más de veinte minutos.

Beth no sabía si sentirse aliviada porque no está Patrick vigilándola o sentirse mal porque su novio estaba desaparecido por más de dos días. Patrick fue puesto aparte en el escaso momento en el que estuvo con Richie.

— ¿Cigarro? – le ofreció al niño, él aceptó, sonriendo coquetamente.

— ¿Hermosa y tabaquera? Quiero casarme ahora – sus ojos despegaban brillos a todos lados, tan brillosos como el mismo sol. La rubia se sonrojó levemente.


[...]


—Y... y tenía forma de... de un p-p-pa...

—Un payaso – soltó Eddie —. Sí, yo también lo vi.

El clima de la calle estaba empezando a cambiar a uno muy denso, casi imposible de estar. Beth se tranquilizó al darse cuenta de que no estaba loca, que en verdad había visto un payaso persiguiéndola. Todos se miraron entre sí.

—Esperen, ¿solo los vírgenes pueden ver esta cosa? ¿Por eso no puedo ver esta mierda?

Ante el comentario de Richie, Beth bajó su cabeza y chocó la palma de la mano con su frente. Todos giraron hacia una entrada al bosque donde se comenzaron a escuchar insultos y gritos.

—Diablos, ese es el auto de Belch Huggins. Deberíamos irnos.

—Espera–Bill señaló algo —, ¿esa no es la bicicleta del chico que estudia en casa?

—Sí, es de Mike.

—Debemos ayudarlo

— ¿Deberíamos? —preguntó Richie y la rubia le contestó sin dudar.

—Claro que sí.

Ambas chicas tiraron sus bicicletas, dejando a los perdedores atrás. Cada uno comenzó a dejar su bicicleta en el piso, excepto el judío, quien la dejó acomodada correctamente.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2018 ⏰

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FEAR [Richie Tozier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora