Los Caballeros de Bronce y Athena fueron guiados hasta donde pasarían la noche, quedando en habitaciones separadas, una para las mujeres y otra para los hombres, Sinai conversó un poco con Yume, y finalmente, se retiró para dejarla descansar.
Yume: —Señorita Saori.
Saori: —¿Qué sucede?.
Yume: —¿Cree que Shiryu esté bien?.
Saori: —Claro que sí, no tienes de que preocuparte.
Yume: —Bueno, gracias, era lo que quería saber, ¡Buenas noches!.
Saori: —¡Buenas noches!, ¡Hasta mañana Yume!.Se dispusieron a dormir, al igual que los chicos, mientras que el peliblanco fue donde su líder.
Rei: —¿Así que ya conocías a mi hija?.
Sinai: —Definitivamente, mi líder, ella es muy bondadosa y valiente, igual que usted.
Rei: —Quiero contarle la verdad.
Sinai: —¿Eh?.
Rei: —No sabe que en realidad yo soy su madre, no me recuerda por que estuvo tantos años viviendo entre mortales, pero hay algo que me impide hacerlo, ¿Qué tal si me rechaza?.
Sinai: —No tiene por que hacerlo, puede que tal vez lo entienda, pero debe ser cuidadosa al momento de decírselo.
Rei: —Trataré de hablar con ella... de la mejor forma posible.Su guardia se le acercó y la tomó de los hombros.
Sinai: —Tranquilícese por favor, estoy seguro que no se arrepentirá, aproveche ahora que está a su lado, antes de que la pierda de nuevo, y esta vez sea para siempre.
Rei: —Tienes razón, lo voy a intentar, agradezco tu consejo.
Sinai: —No me agradezca, recuerde la fuerza de voluntad.
Rei: —Mañana será un día distinto, puedes retirarte.
Sinai: —¡Que pase buenas noches!.
Rei: —Igualmente.Observaba la gigantesca luna llena, tomó el medallón y rompió en llanto, la inquietud y desesperación eran una carga bastante pesada, tenía miedo que su hija le echara en cara lo que hizo, aunque fuera para protegerla. Ya había amanecido, Yume y Saori comenzaban a levantarse, y se dirigieron a la Gran Pileta Sagrada, donde tomaron un baño, Hyoga, Shun y Seiya también se levantaron, pero ellos fueron a dar un pequeño recorrido por el jardín, contemplaban la flora y la fauna.
Seiya: —¿Alguien sabe en dónde está Yume?.
Shun: —Fue a bañarse en la pileta con la señorita Saori, no debemos interrumpirlas.
Hyoga: —Es una enorme falta de respeto que un hombre vea a una mujer desnuda mientras se baña, sobre todo sin su consentimiento. Alimentaba a un ciervo
Seiya: —Bien, voy a buscar unas flores, enseguida vuelvo. Se vaEl peliverde desconfió del moreno, sospechaba que algo tenía tramado, pero se distrajo cuando vió un Diente de León, lo tomó y observó.
Shun: —"Si es cierto que los deseos se hacen realidad, yo deseo con todo mi corazón que Yume sea mi novia, demostrarle cuanto la amo y vivir felices por siempre". Sopla la flor
Seiya había cortado unos tulipanes, pero pronto se dió cuenta que estaba en un laberinto de hierbas y muchas otras flores, no recordaba que camino tomó, por lo que decidió irse a la derecha, y llegó donde estaba la pileta. Estando entre los arbustos, admiró la belleza infinita que Yume poseía, afortunadamente, esta llevaba un pequeño vestido blanco, le creció el cabello, el color de este y de sus ojos cambiaron, captando mucho la atención.
Seiya: —"Siento como si soñara despierto, es una niña preciosa, me deslumbra cada vez más, como quisiera decirle en este instante todo lo que siento por ella".
El encanto se rompió cuando escuchó unos gritos, provenientes del otro lado del laberinto, corrió a toda velocidad hacia allá, y al salir, descubrió que era Kiki, quien jugaba con unos niños ángeles, los cuales volaban alrededor.
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☆ Saint Seiya ◆ El Sueño de un Arcángel ☆
FanfictionBasado en la obra original de Masami Kurumada. Yume era una niña común y corriente, pero su vida da un giro inesperado, convirtiendose en la Caballero de Bronce de Arcángel. Junto a Seiya, Shun, Hyoga, Shiryu e Ikki luchará contra las fuerzas del ma...