☆ Saint Seiya ◆ El Sueño de un Arcángel ☆

XX. ¡Caímos en una trampa!

Los Caballeros de Bronce habían recibido una carta, Yume la abrió, y se dispuso a leerla, esta era anónima, pero ya sabía de que se trataba.

Yume: —A ustedes, Caballeros de Bronce, los espero en el puerto a la media noche, lleven el casco, si ustedes no se presentan, me veré obligada a asesinarlos, si tanto desean vivir, hagan lo que les pido, hasta entonces.
Hyoga: —Es obvio que se trata de Agnes.
Seiya: —Cree que le tenemos miedo, ¡Ja!, No nos conoce del todo bien.
Yume: —¡Olvídenlo!, ¡No iremos allá!. 😑

Todos se sorprendieron ante lo que dijo la peliazul.

Shiryu: —¿Acaso tienes miedo?.
Yume: —¡Eso que importa!, Si tanto quiere obtener el casco, tendrá que venir hasta aquí por el. Cruza los brazos
Shun: —¿Pero qué dices?, Recuerda lo que nos sucedió, si no accedemos será peor.
Saori: —Shun tiene toda la razón, esto tiene que terminar de una vez por todas, aunque eso implique un gran riesgo.
Yume: —En ese caso, yo me niego a ir, su fuerza es mayor a la de un elefante, estarán cavando su propia tumba si van.

Intentaron convencerla para que accediera, pero no funcionó, y dejaron de insistir. Justo a la media noche, los 4 hombres estaban reunidos en el puerto, y llevaron el casco, la amazona apareció frente a ellos, aunque no imaginaban lo que les esperaba.

Alluriana: —Pensé que no vendrían, muy bien, dejémonos de rodeos, a lo que vine. Extiende sus brazos
Seiya: —Aquí tienes, tal como lo pediste.

La amazona contempló la pieza faltante de la Armadura Dorada, bajo la réplica de su máscara, sus ojos brillaban con intensidad, pero al mismo tiempo, un sentimiento de culpa la invadió, no quería hacerles daño, mucho menos a Seiya, pero tenía que hacerlo.

Alluriana: —Lo siento muchachos. Derrama una lágrima

Arrojó unos grilletes que había ocultado detrás suyo, aprisionandolos, excepto a Seiya, e hizo el intento de escapar.

Seiya: —¡No permitiré que huyas!, ¡Meteoro de Pegaso!. 👊

De nueva cuenta, fue golpeada en la espalda por el moreno, el casco salió volando, y el mismo lo tomó.

Alluriana: —¡Tu no lo entiendes!, ¡Jamás entenderás por que lo hago!. Intenta levantarse
Seiya: —Solo dime, ¿Para quién trabajas?, ¿Tienes algo que ver con el Santuario?.
Alluriana: —¡Eso no te incumbe saberlo!.
Seiya: —¡Claro que sí!, ¡Y mucho!.
Shun/Shiryu/Hyoga: —¡SEIYA!, ¡AYÚDANOS!, ¡POR FAVOR!.
Alluriana: —"No puedo más, no quiero lastimarte, te amo tanto". Invoca a sus tentáculos. ¡ESTA VEZ EL CASCO SERÁ MIO!.

Los tentáculos estaban a punto de atacarlo, pero unas plumas de acero se encajaron en ellos, y otras los cortaron.

Alluriana: —¡NO DE NUEVO!. 🔥
Yume: —¡Seiya!, ¡Liberalos!, ¡Tengo un asunto pendiente con ella!.

El moreno se dirige donde sus compañeros, junto con el casco, dejando a la peliazul y a la azabache en un nuevo combate decisivo.

Yume: —¡Jamás abandono a mis hermanos!.
Alluriana: —¿Hermanos?. Ríe maliciosa —¡Que patética!, ¡Puede que te haya dejado vencerme!, ¡Ahora seré yo quien tendrá la victoria!.
Yume: —¡Eso está por verse!.
Alluriana: —"Tu lo pediste". Une sus puños —¡PUÑOS DEL DOLOR!.

Unos meteoros con forma de puño golpearon a Yume repetidas veces, estrellándola contra un bote, y dejándola inmóvil.

Shun: —¡CADENA DE ANDRÓMEDA!. 🔗
Alluriana: —¡GARRAS DEL SUFRIMIENTO!.