Capítulo 26

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Ya es hora de levantarme, ya es hora de darme a prueba. Me levanté con un fuerte dolor en la espalda, tenía la sospecha que se debía por mi mala posición para dormir. Bostecé con pesadez y me tallé los ojos por culpa del sueño.

El día inició con un fuerte esplendor golpeándome en la cara, casi imposible volver a conciliar el sueño, me tallé los ojos ligeramente sin llegar a lastimarme y bajé de la cama para darme un fuerte estirón, fijé mi vista en la persona que se encontraba durmiendo plácidamente.

"Hoy se decidirá mi futuro"

Acaricié su rostro adormilado, parecía tener un buen sueño ya que la expresión que tenía en el rostro estaba tranquilo, descansado y como si sus facciones fueran tan deslumbrantes que sentías perderte en aquellos rasgos de su rostro. Ligeramente se movió, sentí los nervios de punta al verlo despertarse con los ojos entre-abiertos, no parecía tener expresión alguna, se veía todavía impregnado en su trance. Retrocedí dos pasos atrás al ver que dirigió su mirada hacia mi persona, mirándome fijamente sin poner alguna faceta que pudiera descifrar. De repente, tuvo una leve reacción dejándome desconcertado absolutamente.

Sonrió, no fue cualquier sonrisa. Fue una sonrisa llena de cariño como si estuviese viendo a alguien importante, alguien con sumo afecto y aprecio. Pasaron segundos hasta que volvió a cerrar sus ojos dejándose consumir por el sueño, volviendo a dormir como si nada hubiera pasado.

¿Qué ha... sido eso? ¿A quién... le dirigía aquella expresión tan única y tierna?

Seguramente, esa persona no sea yo.

Un malestar inundó mi pecho, inconforme por mi propio pensamiento, cayendo en cuenta que nunca podría ser aquella persona que seguramente le mostraba esa expresión. Una sonrisa deformada salió de mis labios, tristemente no podía hacer nada.

Le acomodé su manta y bajé a la planta baja, estaba bajando las escaleras cuando vi a mi madre colocando mi desayuno en la mesa con aquél formal uniforme, nuevamente maquillada. Me observó y me saludó como siempre hacía. El ambiente se tornó ligeramente incómodo, después de todo, tiempo atrás no dejaba de observar todo movimiento que hacía. ¿Y si ya se había dado cuenta? Los malos pensamientos me pusieron nervioso ante aquella penetrante mirada.

Sin embargo parecía estar más inquieta que otros días, seguramente por el estrés. Bebió un poco de té en su taza y después de un rato, agarró su bolso dispuesta a salir de la casa para ir a trabajar.

Fueron miserables segundos cuando escuché un golpe proveniente de la sala, volteé algo curioso referente al extraño golpe y vi a mi madre agarrarse fuertemente de la pared, como si estuviera aferrándose. Me paré de mi lugar y le pregunté si se encontraba bien pero ella solo me dedicó una mirada muy poco convincente para mí.

-"Fred... tráeme las pastillas... que dejé en la mesa... por favor"-

Dijo casi entre-cortado, como si le costara pronunciar cada oración.

-"De acuerdo, ¿Estas segura que no quieres que te lleve al doctor?"-

Le pregunté sin obtener una respuesta concreta, solo negó en un movimiento rápido con la mano. Enseguida me dirigí a la cocina en busca de sus medicinas cuando escuché un fuerte ruido que me hizo dar un escalofrío, volteé nuevamente para saber de qué se trataba ésta vez y me topé a mi madre tirada en el suelo gimiendo del dolor. Corrí en su ayuda y parecía estar a punto de desmayarse, no tuve otra opción que marcar a la ambulancia lo más pronto posible, pero para mí desgracia, sonaba ocupado.

"Mi querido Hermano" (Freddy x Fred FNAFHS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora