Epílogo

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Pasaron ocho meses para que ambos decidieran tener sus primeras vacaciones juntos.

Eran una pareja entonces, lo habían hecho formal seis meses atrás.

Fue una tarde fresca de abril, Joshua lo había invitado a dar una caminata por las playas de Santa Mónica.

La luna goteaba su resplandor, debido a la hora no había personas alrededor que miraran, así que con ayuda de Johnny y MinKyeong, un corazón con pequeñas velas en la arena esperaba a la pareja al final de la caminata.

Fue la declaración más sencilla y dulce a la vez.

Las velas no tardaron en apagarse por la fresca marea que los empapaba de brisa salina, aun así, mientras se apagaban una a una, Joshua, con la ayuda de la guitarra le entonó al ángel una hermosa canción:



"Cuando nos conocimos por primera vez, era joven y torpe, esperaste tiempo por mí, porque confiaste en mí.

En el pasado con mis errores te rompí el corazón y nunca me culpaste, está bien, está bien, sonreíste y me diste fuerzas para seguir, cuando te decía excusas como que estaba ocupado, pudiste culparme, no te preocupes, no te preocupes, decías eso creyendo en mí.

Egoístamente hoy deseo que tu corazón se quede así para siempre, por ti yo me voy a esforzar cada día.

Los recuerdos que tú y yo tenemos juntos, los días que reímos, los recordaré hasta el último día de mi vida [. . .]".



La última vela se apagó cuando terminó de entonar aquella hermosa canción.



Ya habían transcurrido seis meses de que eran una pareja, una que afortunadamente no sufría los problemas que las parejas cotidianas tenían.

Ellos no peleaban, ellos no eran caprichosos entre ellos, no eran celosos, sabían confiar el uno en el otro sin importar qué. Aunque aveces estaban demasiado cansados debido a las ajetreadas tardes, no pasaba un día sin que hablaran y se contaran cómo había transcurrido el día, si bien estaban cerca, siempre se decían todo y uno era el descanso del otro.

No solo eran una pareja, se habían vuelto mejores amigos, cómplices, compañeros de incontables risas, confidentes, apoyo mutuo y un ligero y dulce amor; andar de la mano se asemejaba a ir sobre nubes de algodón de azúcar.

Para fortuna de ambos, en Los Ángeles nadie los juzgó nunca debido a su relación, al contrario, a su alrededor comentaban que eran una pareja dulce y que se notaba que se amaban mucho.

Cuando Joshua se enteró de que la intención de JeongHan para aquellas vacaciones era llevarlo a casa para presentarlo con sus padres y sus amigos como su novio formal, inevitablemente titubeó para decir que sí. ¿Sería tan sencillo como era en L.A.? Además tenía cinco años sin pisar Seúl. 

Estaba realmente nervioso.


Eso sí, la madre de Joshua fue de las primeras en saber que había decidido formalizar una relación romántica con JeongHan; aunque le costó mirarlo bien en un principio, con el tiempo, su mamá supo entenderlo, lo mismo su padre, aunque a su padre de hecho le costó menos entender, ya que era algo que ahí no se juzgaba con tanta dureza, su apoyo lo tuvo casi al instante.


Era su turno de entrar completamente en la vida de JeongHan.


Poison ☠ (JiHan) ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora