Capítulo 3

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Esa mañana su madre lo dejó nuevamente en aquella escuela llena de colores. Dando saltitos se dirigió a su salón mientras tarareaba una canción que había escuchado en la radio y veía maravillado todo a su alrededor.

Todos los pequeños se encontraban en las aulas, algunos con mucho sueño, otros sin importarles la clase, uno que otro llorando aun, y JiMin feliz. Él siempre sonreía sin importar qué.

— Niños, veo que están bastante aburridos. ¿Qué les parece si bailamos? —Habló la joven mujer.

— ¡Sí! —Estalló JiMin siendo el más emocionado.

La educadora sonrió enternecida por el niño pequeñito que se levantó emocionado y en un viejo y desgastado aparato colocó un casete y puso "Kumamon-mon-mon", la canción de una caricatura japonesa.

Algunos menores sonrieron y se levantaron de sus asientos para comenzar a bailar.  Otros permanecieron sentados; unos cuantos avergonzados y el resto aburridos.

JiMin, por su parte, parecía que no había nadie allí y comenzó a moverse como le placiese. Daba saltitos, aplaudía, movía sus caderas en forma de círculo y no podía parar de reír. La maestra por su lado, reía al ver al infante. Sin duda alguna, la mataba de ternura. Los niños que bailaban se reían de JiMin también e intentaban imitarlo.

Pero ese niño, el que lo llamó feo y gordo, el que no le permitió jugar con su grupo de amigos, lo veía desde su asiento con odio. ¿Por qué si tan apenas y lo había visto sentía eso hacia él? Simple. Le tenía envidia. Creía que JiMin era un niño muy bonito y él no. Oh SeHun no quería ver a JiMin ni un día más.

Al terminar aquella pequeña sesión de baile, la educadora les dio botellas de agua a los menores que participaron y todos se sentaron en sus lugares.

A los pocos minutos, la mujer les dio macarrones y pegamento para que hicieran una figura. El pequeño de cabello azabache tomó sus materiales y se sentó en el suelo.

— JiMin, ¿qué haces allí?

— Me gusta trabajar en el suelo, ¿puedo?

— Está bien. —JiMin sonrió agradecido.

Fruncía su ceño mientras mordía un poco su lengua dejando esta a la vista dándole un aspecto bastante adorable.

Después de mucho esfuerzo, JiMin hizo a su parecer, una mariposa. Llegando a su casa la pintaría de azul y se la regalaría a su mami.

Sonrió orgulloso por su trabajo pero aquel niño, el que se encargaría de hacerle la vida imposible, corrió pasando por encima de su creación rompiéndola en muchos pedacitos. JiMin miró horrorizado el regalo para su mami. Hizo un puchero y varias lágrimas resbalaron por sus ojitos. Miró a SeHun y este sonrió al instante que levantaba su ceja derecha.

La maestra estaba dando rondines mirando los trabajos de sus alumnos cuando vio a JiMin y SeHun. Se acercó rápidamente a ellos y se hincó de modo que quedó a la altura de JiMin.

— ¿Qué fue lo que sucedió?

— Pase corriendo y la rompí sin querer. Fue un accidente. —Mintió.

— ¿Eso es cierto, JiMin?

— S-sí.

— No llores, pequeño. —La mujer limpió las lágrimas con sus delgados dedos—. Mira, te daré más material para que hagas otra cosa, ¿te parece?

— ¿Habla en serio? —Sorbió su naricita.

— Claro que sí, pequeño.

Lo ayudó a levantarse y lo tomó de su pequeña mano.

— SeHun, ten más cuidado por favor.

— Claro, maestra... lo tendré.


🍫


La hora recreativa había llegado y JiMin salió con su mochilita de reloj al patio dando brinquitos.

En el centro, se encontraba de nuevo el grupito de niños organizándose para jugar.  JiMin sonrió y se acercó a ellos.

— ¿Qué haces aquí? —Preguntó SeHun en cuanto vio al pequeño.

— Quiero jugar. —Dijo sin quitar su sonrisa.

— ¿No entendiste lo que te dije ayer o eres tonto? No te queremos con nosotros. Eres feo y gordo. Vete.

— Pero yo...

El pequeño se acercó a SeHun y este le respondió con un pellizco en su brazo derecho causando que JiMin no pudiera terminar su frase. El peli-azabache sintió un gran ardor en su bracito y soltó un gritito y unas cuantas lágrimas.

JiMin se alejó de allí y entró nuevamente a aquella casita. Limpió sus lágrimas y se dispuso a comer el desayuno que le preparó su mami.


🍫


— ¿Qué tal tu día, cariño?

— Bien, mami. Jugué mucho.

Caught In A Lie [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora