Capítulo 5

286 49 11
                                    

JiMin se levantó al día siguiente de su cama felizmente y fue hacia la cocina donde seguramente estaba su mami mientras tallaba su ojo con su pequeña mano hecha puño.

— Vamos a cambiarte, Minnie. —Dijo su madre al verlo ya despierto.

Regresaron a la habitación del menor y su progenitora comenzó a ponerle su ropita y peinarlo. Al final quedó muy bonito, como siempre.

Comió su cereal de colores y figuritas y después se lavó sus dientitos.


🍫


Se repitió la misma rutina que días anteriores. Su madre lo dejaba en el jardín de niños, SeHun lo molestaba y lo insultaba. Y por alguna extraña razón, no había vuelto a ver a YoonGi y eso lo hacía sentir triste.

Cuando regresaba a casa junto a su madre, esta lo notó decaído.

— ¿Qué pasa, Minnie?

— No he visto a Hyung, mami. Parece que no ha ido a la escuela. —Abultó sus labios.

— ¿Te parece si vamos a visitarlo?

— ¿¡En serio!? —Sonrió emocionado. Su madre asintió sonriendo también por el entusiasmo de su hijo—. ¡Sí!

Pasando cuatro minutos llegaron a la que, YoonGi dijo que era su casa. Tocaron la puerta y una mujer de edad avanzada abrió.

— Hola, ¿aquí vive YoonGi? Él y JiMin son amigos, y mi hijo está preocupado porque no ha ido a la escuela.

— Oh, pasen. —Dijo la mujer—. YoonGi se enfermó, hace tres días salimos al parque y olvidó abrigarse. —Explicó cuando se encontraban adentro de la casa.

— ¿¡Hyung se va a morir!? —JiMin comenzó a llorar.

— No, hijo. Cálmate. YoonGi se resfrió pero ya se está recuperando. —Su madre trató de tranquilizarlo.

— ¿De verdad? —Miró a la nana del niño pálido mientras limpiaba sus lágrimas. Ella asintió—. ¿Puedo verlo?

— Claro. —Sonrió la vieja mujer—. Sube las escaleras, es la segunda puerta.

JiMin asintió repetidas veces y corrió hacia la habitación de YoonGi.

Cuando el pequeño Minnie llegó a la recamara de su Hyung, abrió la puerta con cuidado. Allí estaba YoonGi, dormido en su cama cubierto de sábanas de Kumamon. Su nariz estaba un poco roja aun por el resfriado. JiMin sonrió al verlo y se acercó a él.

Con sus manitos, el peli-azabache acarició la cara de su Hyung. Era tan suave como parecía.

YoonGi frunció el ceño y lentamente abrió los ojos. Sonrió débilmente al ver a su amigo del parque.

— Cachetón, ¿qué haces aquí?

— Estaba preocupado, Hyung. No ha ido al jardín desde hace tres días. —Mostró 5 dedos.

— Estoy bien. —Sonrió.

JiMin abrazó a su Hyung cayendo acostado encima de él.

— Cachetón, me estás asfixiando.

— Lo siento, Hyung.

El menor se levantó con una sonrisa apenada y un par de mejillas sonrojadas.

— No hay cuidado... tengo hambre. —YoonGi cambió de tema al ver a JiMin aun avergonzado—. No he comido ningún caramelo desde que enfermé.

— Traigo una barra de chocolate en mi mochila. —La sacó rápidamente—. Se lo daré con una condición. —Sonrió inocente.

YoonGi frunció el ceño.

— ¿Qué quieres?

— Un besito en la mejilla.

El mayor entrecerró sus ojos esperando a que JiMin le dijera que era una broma pero no fue así. De igual manera, eso no tenía nada de malo, ¿cierto?

— Ven para acá, mocoso.

JiMin sonrió feliz y acercó su rostro al de su Hyung. Este último sintió sus mejillas arder y acercó lentamente sus pequeños y rosados labios a la cara de JiMin. Depositó un tierno beso logrando un mayor sonrojo en ambos.

— E-el chocolate, cachetón.

JiMin sonrió aun con sus mejillas rojas y le tendió la barra a su Hyung.

— ¿Mañana iras al jardín, Hyung?

— Probablemente.

— ¡Qué bien Hyung! Me siento muy solito allí.

— ¿No tienes amigos?

El peli-azabache bajó la mirada y movió su piecito.

— No, Hyung. No me quieren. Dicen que soy feo y estoy gordito.

— ¡Pefo que tontedías! —Habló con la boca llena—. Esos niños tontos no saben lo que dicen. Cachetón, eres el niño más bonito que he visto en toda mi vida, incluso eres más bonito que las niñas. Y sobre que eres gordito, quizás si lo estás, un poquito...

— ¿Pero a usted le gusta, Hyung? —Le modeló un poco a lo que YoonGi rió.

— Me gusta todo de ti, JiMin. —Se avergonzó.

— ¡Es lo único que me importa, Hyung! —Lo abrazó de nuevo.

YoonGi casi se atraganta con el trozo de chocolate por el inesperado abrazo de JiMin, pero después sonrió y le correspondió.

Acarició la espalda de JiMin suavemente mientras aspiraba su aroma. El menor tenía sus mejillas rojas y trataba de no aplastar de nuevo a YoonGi.

— Fue bueno que me hablaras cachetón.

Caught In A Lie [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora