Caught In A Lie [YoonMin]

Capítulo 9

Después de su bonita e inocente confesión se dedicaron a jugar y decirse cosas lindas.

En la noche llegó la madre de JiMin a casa y YoonGi se retiró junto con su nana dejando a JiMin un poco triste por su ausencia pero muy feliz por todo lo sucedido durante el día.

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Se arreglaba para ir al jardín de niños junto con una sonrisa radiante porque vería a su Hyung y pasaría la hora del recreo junto a él. Se puso su perfume de bebé y un bálsamo en los labios que encontró en las cosas de su mamá. Esperaba que a su Hyung le gustara.

Cuando estuvo listo bajó al comedor para desayunar.

— Buenos días, mami.

— Buenos días, cariño. —Dijo la mujer desde la cocina.

JiMin se sentó en su lugar para esperar a su madre. Esta salía de la cocina con el desayuno y una sonrisa que fue eliminada al ver a su hijo.

— ¿Qué te pusiste en los labios, JiMin?

Sonó tan fría que al pequeño le dio un poco de miedo.

— Lo encontré en tus cosas mami, y pensé que podría verme bonito como cuando tú te lo pones. ¡Mis labios brillan!

— Quítate eso de la boca, JiMin. Eso no es para niños.

JiMin asintió afligido y corrió a su recamara para hacer lo que su madre le ordenó.

Se sintió triste por no parecerle bonito a su mami pero metió el bálsamo a su mochila para ponérselo cuando estuviera con su Hyung.

El desayuno estuvo en silencio debido al incidente recién ocurrido. Al finalizar, tomó su mochilita y esperaba que su mamá le tomara de la mano como siempre pero sólo se pasó a su lado como si nada, ignorando la mano extendida del menor. JiMin hizo un puchero y salió de la casa detrás de su madre.

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— ¿Qué te pasa, Mochi? Estás muy callado. —Le preguntó YoonGi mientras le daba un mordisco a su sándwich.

— Mi mami está molesta conmigo.

— ¿Por qué?

— Sólo me puse un poquito de brillo en los labios para verme bonito para usted pero ella se enojó y dijo que eso no es de niños y me mandó a quitármelo. Después me ignoró cuando le di la mano y no me habló en todo el camino. Soy un tonto, Hyung.

— No vuelvas a decir eso, JiMin. No eres tonto. No sé porqué tu mamá se molestó pero seguramente te veías muy bonito.

JiMin sonrió tímidamente y YoonGi tomó su manito.

— Me hubiera encantado verte con el bálsamo.

— ¡Aquí lo traigo!

Saca aquel tubito de su mochila junto con una sonrisa. Se lo puso tímidamente en los labios y Yoongi no puede despegar la vista del peli-azabache.

— Hermoso.

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— Tienes que hablar con él MinHo. Es un niño, un VARÓN. —Remarcó la última palabra—. No puede estar poniéndose brillo en los labios.

— Por favor, YounHa. Sólo quería verse bonito.

— ¿Lo ves? Él no tiene por qué preocuparse por verse "bonito".

— Y según tú, ¿qué debo hacer?

— Dejarle muy en claro lo que debe hacer, cómo comportarse. JiMin es un varón y no debe hacer ese tipo de cosas.

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— Buenas tardes, señora.

— Hola, YoonGi. ¿Qué tal tu día?

— Estuvo bien.

El silencio inundó el auto de la mamá de JiMin, quien había recogido a ambos niños de la escuela. Seguía un poco ofuscada por lo ocurrido en la mañana y por ello ignoró nuevamente a JiMin.

El peli-azabache bajó su mirada y YoonGi tomó su mano mientras le sonreía haciendo sentir mejor a JiMin.

La mujer vio las manos de los niños entrelazadas por el espejo retrovisor pero no dijo nada.

Cuando llegaron a casa de YoonGi, este se despidió de JiMin.

— Adiós, Hyung.

— Adiós, Minnie. Ten buena tarde.

— Igual usted.

Se dieron un tierno abrazo y YoonGi bajó del auto entrando enseguida a su casa.

— Tu padre quiere hablar contigo.

— Sí, mami.

Pronto llegaron a su casa y el padre de JiMin estaba en la sala tomando un poco de café.

— ¡Papi! —JiMin lo abrazó en cuanto lo vio y su padre sonrió.

— ¿Qué tal te fue en la escuela, campeón?

— Muy bien papi. La maestra me felicitó porque hice bien mis actividades.

— Eso es excelente. —YounHa lo miró insistente—. Campeón, vamos a tu habitación. Quiero hablar contigo. —Dijo un poco serio.

JiMin asistió un poco triste pues pensaba que su papá también lo iba a regañar. Rápidamente ambos subieron a la recamara del menor y estando ahí, MinHo habló.

— Campeón, tu mamá ya me contó lo que pasó en la mañana.

— Perdón papi, ya no volveré a hacerlo.

— Tranquilo, pequeño. A mí no me molesta que quieras ser bonito. Aunque ya eres un niño muy guapo. —Pellizcó la mejilla de su hijo sacándole una sonrisa a este—. Pero ya no hagas eso frente a tu madre. Ella no lo ve muy bien.

— Pero ¿por qué?

— Bueno, no es muy "común" que un niño se pinte los labios. No digo que no lo hagan pero a tu mamá no le parece muy bien.

— Está bien, papi. Te quiero. —Lo abrazó.

— Y yo a ti, campeón.

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— Espero que ya hayas entendido, JiMin. Los niños buenos no se maquillan, ¿o quieres ser un niño malo?

— No, mami. JiMinnie quiere ser un niño bueno.

— Está bien, cariño. —Su madre sonrió—. Ahora ve a lavarte los dientes y después te metes a la cama.

— Sí mami. Buenas noches.

— Buenas noches, Minnie. Descansa.

Sólo diré una cosa: pueden ir odiando a la mamá de JiMin ;-;

Espero que les este gustando la historia ♥

¡Nos leemos pronto!