Capítulo 2

345 51 15
                                    

Odiaba el jardín de niños. Ya estaba en su último año y se preguntaba por qué aun había chiquillos que lloraban cada vez que sus madres los dejaban allí. Él lo único que quería era quedarse en su casa para poder dormir.

Min YoonGi, con 6 años de edad era un niño bastante amargado y solitario, al menos así lo describían los demás. Cabello negro, ojos gatunos, piel pálida como la nieve, baja estatura, peso normal. Sus expresiones no emitían ninguna emoción. Era claro que para su edad, YoonGi pasaba por un momento muy difícil y nadie estaba consciente de ello.

Tenía 6 años y seguía en el jardín de niños. ¿Por qué? Porque su padre se había olvidado de la existencia del pequeño y por tanto no lo llevaba a la escuela.

YoonGi había pasado tiempos muy difíciles para ser tan pequeño.


🍫


Ese día YoonGi había tardado en entrar a clases. En uno de los tantos rincones del kínder se encontraba llorando tratando de no ser visto. Quería a su mamá, quería verla aunque sea una vez más.

Entonces un niño se le acercó. Lo tomó del hombro asustándolo y provocando que diera un saltito. Ese niño cachetón tenía una gran sonrisa y unas salchichas en lugar de labios.

— ¡Déjame niño tonto! —Gritó cuando el pequeño intentó limpiar sus lágrimas y corrió.

Su maestra lo buscaba mientras el niño pálido estaba escondido en los baños cerca de la entrada. Cuando el peligro se fue, salió de su escondite. Sus lágrimas habían cesado y no había ningún rastro de que hubiese llorado.

Caminaba sumido en sus pensamientos cuando un distraído niño apresurado lo empujó en su camino.

— ¡Perdón, YoonGi! ¿Estás bien? —Se acercó.

— No. Quiero un helado de menta con chispas de chocolate y te perdonaré. —Se cruzó de brazos.

— Le diré a mi madre cuando salgamos de aquí.

— Bien.

El peli-negro se encaminó hacia el jardín de la escuela.

— Tenemos clase, YoonGi.

— No quiero entrar, SeokJin. Tengo mucho sueño y la anciana Lee no me deja dormir.

— No falta mucho para la hora de descanso.

— ¡Claro que sí! Falta una eternidad. —Exageró.

— Vamos.

El castaño tomó al pelinegro de la mano y lo arrastró hasta el salón de clases. YoonGi pataleaba y hacía berrinches pero no le sirvieron de nada.

Kim SeokJin se las pagaría.

— Al fin estás aquí, YoonGi. —Habló la maestra cuando estuvieron en el aula—. Te estuve buscando desde que saliste corriendo. Y tú SeokJin, ¿por qué llegas tarde?

— Lo siento, maestra. Mi nueva casa está muy lejos y a mi madre y a mí se nos hizo tarde. Haré lo posible por cumplir con mi horario.

— Está bien, SeokJin. Te lo dejaré pasar porque eres un excelente alumno. Y regresando a ti, YoonGi, no sé qué haré contigo. Eres un niño problema.

— Ya deme hojas y crayones para dibujar. —Le restó importancia al llamado de atención.

La maestra suspiró frustrada e hizo lo que el menor dijo. Ella les había impartido clases el curso anterior por lo que conocía las manías de cada uno.

Para esa mujer de edad un poco avanzada, YoonGi era un niño problemático y demasiado mimado... Si supiera lo equivocada que estaba.

SeokJin tomó muchos crayones de distintos y variados tonos rosados. Mientras que YoonGi cambió sus habituales tonos oscuros por dos colores; verde y naranja.

Dibujó una zanahoria del tamaño completo de la hoja. Le hizo una cara con el ceño fruncido dándole un aspecto raro.

— YoonGi, es la primera vez que dibujas algo que no tiene color negro.

¿Y fe fiene?  —Dijo apenas entendible ya que la paleta que traía en la boca no le permitía hablar muy bien.

— Olvídalo.

Si ese niño fuera su hijo, desde hacía algún tiempo lo habría abandonado en un supermercado.


🍫


Al fin la anhelada hora del menor había llegado; el descanso. Todos los niños sacaron sus cojines del pequeño locker de cada uno y las colocaron en el suelo.

En cuanto YoonGi se acostó, cayó en un profundo sueño. Sólo de esa manera podía estar junto a su mami, por ello le gustaba mucho dormir. Siempre tenía bonitos sueños donde ella lo visitaba.


🍫


En el recreo, YoonGi fue a encerrarse en aquella casita a la que nadie se metía. Sacó su fruta con yogur y comenzó a llorar. Extrañaba a su mamá y aunque estuviera vivo, a su papá también. A su progenitora la acabó algo llamado cáncer. YoonGi no sabía qué era eso pero estaba seguro que era algo muy malo. Su papá, desde que el menor tenía 4 años y su madre murió, se había alejado de él, justo cuando más lo necesitaba.

Estaba por cumplir siete y él se encontraba solito. Pensó que eso llamado cáncer debió llevárselo a él también para estar junto a su mami. Cuando ella estaba todo era felicidad.


🍫


Al llegar a casa nadie le preguntó cómo había estado su día. Simplemente fue a su habitación, se encerró con seguro y se dispuso a dormir para verla otra vez.

Caught In A Lie [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora