Prólogo.

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A veces despertamos irradiando positivismo por nuestros poros y creyendo poder meternos todo el mundo por la boca. Pero en el momento en que miramos atrás todo se nos nubla, todo se nos pierde, todo se desborda.

La vida es tan simple y tan enredada al mismo tiempo. Muchos dicen que yo me complico demasiado y que todo esto que pienso son puras pequeñeces que no tienen sentido alguno. Antes les prestaba demasiada importancia y quería explicarles el porqué de las cosas, pero, ¿cómo podría hacerlo si ese porqué ni yo misma lo entendía?

Con el tiempo, poco a poco, aprendí a callar y ese silencio no solo era respetado, sino que me daba una clase de disfraz con poderes de invisibilidad impresionante. Me volví una sombra y a la vez nada. Estaba y no estaba. Y creo que mi presencia nunca importó.

Mi nombre no tienen que saberlo. En esta historia solo soy "alguien" y ese alguien podría ser cualquiera. 

Recuerdos omnipresentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora