SUICIDA (YunJae)

CAPÍTULO VI. ESTO NO ES DE YUNHO

Junsu se encontraba frente a la casa de la persona que más odiaba en la vida, la persona que le había quitado todo lo que amaba, desde su novio hasta su mejor amigo. En los ojos del castaño, se notaba el verdadera significado de odio.

Se acercó hasta la puerta y en el primer golpe esta se abrió, eso sorprendió a Kim dejándolo frío. Pasó saliva duramente por su garganta y solo dio un corto paso buscando alguna señal de vida.

ㅡ¿Jaejoong?.ㅡ Preguntó temeroso, mientras sus ojos viajaban alrededor de aquel lugar observando que la mayoría de las cosas estaban en su lugar, pero parecía abandonado. Se armó de valor y entró por completo mientras caminaba alrededor, cuestionandose como es que YunHo había sido feliz ahí. Al llegar al pasillo pudo observar la puerta de la habitación de Kim entre abierta y la luz encedida, así que con el coraje corriendo de nuevo por sus venas fue en busca del chico, pero al llegar lo que vio no le agradó demasiado, el cuerpo inerte de Jaejoong en el suelo le hizo llevar su mano hasta sus labios cubriendolos.

Por su mente se imaginó lo peor, pero siendo sinceros no había ningún rastro de sangre, a lo que Junsu se dio la vuelta dispuesto a irse pero regresó golpeando su frente, después de todo él no era una mala persona.

En el botiquín de Kim se encontraba una botella de alcohol, con el cual humedeció una toalla para regresar donde estaba Jae y pasarlo por su nariz hasta que lo vio reaccionar.

ㅡEs mejor que reacciones porque no pienso ser tu enfermero más tiempo.

Los ojos de Jaejoong se abrieron de golpe y se arrepintió de ello, pero reconocía esa chillona voz y sabía bien que era de Junsu. Levantó su cabeza y al encontrarse con un rostro serio y enojado del castaño, volvió a bajar su rostro y abrazó el diario de Jung que estaba a su lado para llorar de nuevo.

A lo que Junsu se sorprendió fijando su mirada en aquel libro que procedía a que venía. Acercó su mano hasta Jaejoong quien se removió a su tacto e hizo que Junsu se sorprendiera a su actitud.

ㅡ¿Estás bien? Me estás asustando.ㅡ Dijo Junsu, quién pensaba llamar a un psiquiátrico porque pensaba que Jaejoong estaba volviéndose loco.

ㅡE-Estoy bien... Pero por favor... No me lo quites es lo único que tengo de Yunnie, me lo merezco.ㅡ Entre sollozos habló Jaejoong sorprendiendo a Junsu.

ㅡ¿Puedo saber de qué carajo me hablas Jaejoong?

Y Jaejoong se sentó con la ligera ayuda de Junsu quién después de la pregunta le enseñó el diario al castaño.

Junsu arqueo una ceja y pudo leer en el libro "Leeme idiota" con una letra parecida a la de YunHo. Los ojos del castaño se abrieron como platos y tomó aquel libro el cuál hojeo repetidas veces notando las letras disparejas que parecían ser escritas por YunHo.

ㅡ¿Quién te lo dio? ¿Qué es esto?

ㅡLa mamá de YunHo, después del velorio. Y bueno, es literalmente un diario donde Yunnie expresa su odio hacía mi y el porque se suicidó.ㅡ Habló más tranquilo Jaejoong.

ㅡ¿Estás seguro que es de YunHo?.ㅡ Dijo aquello mientras Junsu hojeaba algunas páginas y se mostraba en las ligeras letras que estaban escritas. ㅡEsta no parece ser la letra de Yun.ㅡ Las palabras de Junsu le cayeron como agua fría a Jae quién dudo por un momento pero luego asintió, estaba muy seguro de ello.

ㅡLo es, nadie sabía tanto de lo que pasaba entre YunHo y yo, que él. No dudo que...

ㅡEsto no es de YunHo, no lo es Jaejoong. ¿ESTÁS JUGANDO CONMIGO? YUNHO NO TE ODIÓ TANTO COMO SE EXPRESA AQUÍ NI TE LLAMÓ BASURA, INCLUSO CUANDO QUISE LLAMARTE ASÍ ÉL... ÉL... ME DEJÓ DE HABLAR POR DÍAS.ㅡ Dijo Junsu con ligero resentimiento bajando su mirada y conteniendo sus lágrimas.

ㅡJunsu, estoy seguro... Si no fuera de él ni siquiera me lo hubiera dado su madre.ㅡ

Un silencio se hizo presente en el lugar, mientras las dudas, el remordimiento, el dolor y el odio se hacía presente entre ellos; ignorando que eran observados por una figura delgada y alta que apretaba sus puños y bufaba de coraje.

ㅡ¿Por qué tenías que meterte en esto, Junsu? Todo iba tan bien.ㅡ Susurró con los dientes apretado aquel hombre, mientras fijaba su mirada en ambos chicos que mantenían su silencio.