Historias SasuSaku

13 || "Dangos"

"Dangos" // Drabble.

—✨—

Su mirada le seguía molestando, Sasuke suspiró con pesadez y posó su fría vista en esa pelirosa que tanto le seguía. Su cabello largo y rosado dejó de balancearse en cuanto vio que se había detenido, llevó sus manos a sus bolsillos y la vio de pies a cabeza.

Todo parecía un chiste en ella.

Su cara aniñada y esos destellantes orbes jades no eran nada más que una señal de poca concentración para él, en los pocos instantes que decidía mirar a Sakura se daba cuenta de que el único que valía algo en ese equipo era él.

Naruto era un idiota y ella una molestia que si bien tenía buen coeficiente intelectual, en el campo de batalla era un total estorbo.

—¿Sucede algo Sasuke-kun? —Incluso su voz le parecía irritante. Pero ¿por qué? Tal vez sea porque sus constantes chillidos hacían que sus tímpanos sangraran, o cuando su voz bajaba le parecía demasiado dulce que lo estremecía sin querer. O Quizá también porque ese  shanaro que emitía cuando estaba feliz o molesta le parecía gracioso y a él simplemente le gustaba evitar las cosas graciosas.

—¿Necesitas algo? Me has estado siguiendo desde que terminó la misión —dijo el sobreviviente de la masacre Uchiha, su voz sonó arrastrada, molesta con dejes de ironía. Sakura negó y dio un paso atrás avergonzada.

—No, sólo... Pensé que podíamos ir por unos dangos, ya que estamos en el mismo equipo me gustaría que nos lleváramos bien.

—¿Llevarnos bien?

—Sí, no creo que sea bueno que pases tanto tiempo sólo.

Sasuke frunció el ceño, a ella no debía importarle si estaba solo o no, aunque la cruda verdad era esa, él estaba sólo.

Él se sentía solo.

—¿De aquí a cuando te importa si estoy solo o no? —indagó groseramente, sus cabellos se movían rebeldemente sobre su banda ninja. Un objeto que no tenía gran significado para él.

—Me importa, porque somos compañeros... Amigos.

Enarco una ceja listo para ignorar a la Haruno. De repente, creyó escuchar la voz de su madre diciéndole: a las niñas se les trata con respeto, claro, eso si son tus amigas.

Suavizó la expresión de su rostro y se dio la vuelta para evitar la mirada infantil de Sakura. Comenzó a camino dejando atrás a la Haruno y viendo que ésta no le seguía volvió a detenerse.

—¿No querías ir por dangos? —preguntó indiferente e incómodo, escuchó un chillido de alegría a sus espaldas y sonrió internamente.

Después de todo, tenía hambre.