Tu historia (chicos de Hogwarts y tu)

El sombrero seleccionador

Después de llegar nos llevaron en unas carrozas y pude ver al chico del que hablaba Herms, el de Hufflepuff y por dios tenía toda la razón, ese chico era gffulhturfuky *perdon, quería escribir guapo, pero me dio un tumor al recordarlo* Herms me miró con cara de *Oh por dios _______, no babees* cuando llegamos una profesora que vestía un traje verde oscuro con un sombrero a juego se dirigió a todos nosotros.
–Hoy como todos los años los de primer curso se probarán el sombrero que decretará todo su futuro, pero sin presión, aunque este año, una jovencita de tercer curso también lo probará, viene de Beauxbatons y allí no hay casas así que se la seleccionará para una.
En cuanto acabó el sombrero canto:
Hace tal vez mil años
que me cortaron, ahormaron y cosieron.
Había entonces cuatro magos de fama
de los que la memoria los nombres guarda:
El valeroso Gryffindor venía del páramo;
La bella Ravenclaw, de la cañada;
del ancho valle procedía Hufflepuff la suave;
y el astuto Slytherin, de los pantanos.
Compartían un deseo, una esperanza, un sueño:
idearon en común acuerdo un atrevido plan de estudios
para educar jóvenes brujos.
Así nació Hogwarts, este colegio.
Luego, cada uno de aquellos cuatro fundadores
fundó una casa diferente
para los diferentes caracteres
de su alumnado:
Para Gryffindor
el valor era lo mejor;
para Ravenclaw,
la inteligencia
y para Hufflepuff el mayor mérito de todos
era romperse los codos.
El ambicioso Slytherin
ambicionaba alumnos ambiciosos.
Estando aún con vida
se repartieron a cuantos venían
pero ¿cómo seguir escogiendo
cuando los cuatro estuvieran muertos
y en el hoyo?
Fue Gryffindor el que halló el modo:
me levantó de su cabeza,
y los cuatro en mí metieron algo de su sesera
para que pudiera elegirlos a mi manera a la primavera.
Ahora ponme sobre las orejas.
No me equivoco nunca:
echaré un vistazo a tu mente

¡y te diré de qué casa eres!"

Entonces la profesora pronunció mi nombre y yo como tonta paseé tropezándome con mis pies, zanahorio se rió y yo le lancé una profunda mirada de odio.
–Calla la risa zanahorio– se oyó de la boca de un rubio platinado con mucho swag.
Me senté en el taburete y el sombrero dijo: Mmn, divertida, te encanta hacer bromas, por cierto me encantó lo de zanahorio, toda una Griffindor si, pero... ¿Que veo? Poder, si mucho poder, más que ningún mago que haya conocido más que el joven Ryddle, si poder, pero también hay oscuridad, en el fondo, muy al fondo oscuridad...Bueno, bueno centrémonos en el tema de las casas vas directa... pero de cabeza en serio... cerrada... tienes un poco de esto... pero no...completamente...seguro...S...R...H...G..R..S..L...no...no...GRIFFINDOR.
Todo mi corazón estalló de alegria, corrí a la mesa de los Griffindor donde todos me acogieron con abrazos, aunque pude oír esclamaciones de desaprobación de las mesas de Slytherin y de Hufflepuff. Estaba feliz aunque...oscuridad? ¿Donde tengo yo oscuridad?