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ーNo tienes coche ¿verdad?ーMe pregunta. Niego con la cabeza frunciendo la boca. Hyungwon y yo habíamos caminado hasta la planta baja.
Él aseguraba que Kihyun no saldría de su práctica hasta el atardecer, y que el CEO no se hallaba en la empresa ese día por lo tanto no había mucho por lo cual preocuparse.
ーPuedo ir a dejarte, si quieresーOfrece y no tardo en asentir seguidas veces. Hyungwon se ríeーTodos hemos sido víctimas del enojo de Kihyun, no te preocupes.
El trayecto es lento a mi parecer, Hyungwon no dice mucho mientras conduce, sólo me pregunta si va en la dirección correcta.
El silencio pronto me incómoda y el tráfico de la ciudad no ayuda para que pase más rápido.
Mis padres fueron siempre unas personas muy desconfiadas de la gente, ante esto una de las primeras enseñanzas que me dieron fue la de que cualquier persona te puede traicionar. Kihyun decía confiar mucho en Hyungwon y eso me tranquilizaba un poco pero incluso con sus palabras me sentía intranquila.
ーEsta calle ¿cierto?ーSe detiene en el cruce, asiento y se dispone a girar.
ーEs esa casaーLe señalo mi pequeño hogar y él conduce hasta él. Cuando por fin aparca me despido rápidamente y a la misma velocidad, salgo del auto para entrar sin voltearme a mirarlo. Hanini se lanza a mí como todas las noches que suelo llegar de la Universidad, emocionada y ansiosa. La cargo entre mis brazos y nos encamino al cuarto.
ーTengo que marcarle a HaneulーLe digo a Hanini, dejándola sobre la cama. Ella se recuesta. Saco el celular de la bolsa y tecleo el nombre de mi tía.
Miento otra vez, explicándole que no asistí a la clase correspondiente por ir con Gie a ver asuntos de mi inscripción al concurso.
Ella lo entiende, siempre lo hace, y acordamos que la clase sería mañana. Luego de colgar el teléfono, alisto el baño para tomar una ducha muy larga.
Al correr de los años casi no había vivido aventuras reales, de ese tipo en el que decides que todo te vale dos centavos y no asistes a la escuela para ir con tus amigos a fumar a un parque. O del que le mientes a todo el mundo sólo para hacer algo que sabes que está mal pero aún así el placer y la auto-satisfacción pasa por encima de sus reglas.
Empiezo a creer que el destino mismo estaba guardando esto para mí. Tanto bien acumulado, en cualquier momento tenía que estallar y el prometido de mi prima fue el detonante perfecto para que lo hiciera.
♥♥♥
ー¡Minaaaaaaah!ーChilla Yun en cuanto me abre la puerta. La abrazo, como es de costumbre y después de su saludo meloso nos adentramos a la casa. Sunhi es lo primero que lo entra en mi campo visual. Está sentada en el sillón de la sala de estar, su mamá aparece después, sentada en el sillón del fondo. Ambas parecían tener una charla seria. ーYa llegó MinahーAvisa Yun y corre a sentarse al lado de su madre. Me inclino un poco, saludando a ambas.
