Miedo

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El miedo es una de las sensaciones más básicas del ser humano. Miedo a perder,a equivocarnos, a la soledad, o incluso a cosas tan simples. Hay algunas personas que le tienen miedo al agua, otros a la oscuridad, otros a cosas tan extrañas como el canto de un pájaro. Nuestros miedos nos invaden en nuestros subconsciente y nos bloquean,nos paralizan o en muchos casos...nos hace ver o creer cosas que no son del todo ciertas. La mente es un mundo explorado pero a la vez sin explorar. Es como tirarse al vacío sin tener control de lo que pueda pasar,¿sobrevivirás?¿morirás?...solo conocemos un pequeño porcentaje de nuestro cerebro y cada día, aparece un nuevo misterio en él.
Por ejemplo yo,¿a qué tenía miedo?...pues a fracasar, a equivocarme, a no ser la mujer que mi madre siempre hubiera deseado que fuera. Al fin y al cabo, todo lo que había luchado era por ella, para en cualquier lugar que me estuviera viendo dijera...esta es mi hija. Según la psicología experimental, existen seis emociones primarias: alegría,sorpresa,ira,tristeza,asco y miedo. Algunas pueden variar según la cultura de cada lugar, pero el miedo siempre está presente en todas. Es una emoción pasiva, ya que trata de retirarnos siempre de lo que ocurre.

Elettra se encontraba sumergida en sus propios miedos, estos les producían inseguridad,desconfianza,temor,rabia y desilusión. Se había creado en estos últimos años una barrera alrededor de ella para evitar otras emociones como es el amor,la alegría...la esperanza, esta última sin duda, era la que tenía más oculta en su ser. Recuerdo que mi madre,cuando se enteró que tenía cáncer me decía "Daniela hija, la esperanza es lo último que se pierde mientras haya vida".

Esas palabras sabias de mi madre marcaron mi vida, y aunque al final no pudo salvarse, su fuerza y su valor me enseñaron a luchar por lo que quería, a no dejarme paralizar por el miedo. Todo en esta vida ocurre por alguna razón.

Desde el primer momento en que vi a Elettra, sentí una conexión que iba más allá de lo físico, era algo místico,intangible y con los días entendí, era ella, Elettra era lo que tanto necesitaba, lo que tanto me faltaba. Solo era un ángel con las alas rotas, deseando que alguien se las arreglara para poder volar.

Pero por más que deseaba ser esa chica que leyera a su lado en la cama, que le llevara el desayuno y rosas cada mañana al despertarse, la realidad era otra diferente.¿y por qué? Pues...simplemente porque no siempre es todo como queremos. Mi miedo no se basaba en amar o no, siempre he pensado que el amor es el sentimiento más bonito en la vida,todos somos seres de amor,está en nuestro interior. El miedo que sentía era por protección,por protegerla a ella,por cuidarla, porque nada me causa más miedo que el poder hacerle daño sin intención. Sería egoísta de mi parte pensar en mi e intentar conquistarla por saciar mis propios deseos desde la primera vez que la vi, sin pensar en las consecuencias. Elettra llevaba mucho tiempo perdida,decepcionada de todo lo que le rodeaba, de la vida, si algo saliera mal entre las dos, no quería ser la causante de su derrota. Ante que mis propios deseos estaba ella, da igual si era conmigo o con otra, quería que ella fuera feliz, que volviera a vivir, aunque la idea de verla con otra me rompiera en pedazos. El tiempo dirá lo que tenga que pasar.

Hacia más de dos horas que me había despertado y como cada mañana ahí estaba yo,observando a mi italiana gruñona pero cuando quería, era todo un amor. Siempre le gustaba dormir boca abajo o de lado con una almohada en su pecho~era tan dulce~
Dormía con expresión relajada,despreocupada y a mi solo me entraban ganas de acercarme y besarla con dulzura-suspiré-no sabía como iba a aguantar.

Eli cariño, es hora de levantarse-dije desde la puerta pero no me escuchó-~que perezosa era~ me acerqué a su cama tocando ligeramente el hombro-eli bonita- sin esperármelo, se giró rápidamente haciendo que perdiera el equilibrio y cayera encima de ella, al mismo tiempo que iba abriendo los ojos.-lo,lo siento...te,te estaba llamando y...-para mi sorpresa ella solo sonrió,acariciando mi cara,dejándome sin aliento-

¿Y cómo me mirabas? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora