CAPITULO 4: Una identidad miserable

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Qin Xi Ruo dudó un momento, pareciera que quería decir algo, pero viendo la mirada fría de Ling Chu Xi, al final no dijo nada y salio silenciosamente. 

Ling Chu Xi después de mirar que la persona molesta se fue, una vez más se acostó. Ya tenía dolores de cabeza, sumando con los recuerdos que aparecían, le aumentaban los dolores. Y porque delante de ella, necesitaba enfrentarse a una situación muy complicada.

"Ama, ama, ¿estás bien?" Esta vez la Tía Wang se acercó, con un tono muy enojado dijo "Señorita, ese Qin Yu Mei en realidad es tan cruel, debemos decirle al 2do anciano, para que el 2do anciano nos haga justicia."

"Esta bien, ya tengo hambre, dame algo de comer primero" Ling Chu Xi tocó ligeramente su estómago. "Tráeme una taza de agua tibia."

"Ah, ¡sí!" Tía Wang se fue a traerle agua tibia, y luego le sirvió beber a Ling Chu Xi.

"Ama, usted... la forma de cuando habló con la señorita Xi, ¿no crees que fue inapropiado?" Tía Wang dudó por mucho tiempo antes de finalmente habló. Después de todo la señorita Xi siempre estaba preocupada por su ama, y su ama siempre fue obediente con la señorita Xi, y nunca volvía sus palabras, por no hablar de hoy que la señorita usó un tono de voz ridículo para refutarla. Pero, pensando que su ama fue intimidada por Qing Yu Mei, Tía Wang puede entenderlo, su ama probablemente quería enojar a Qin Yu Mei.

"Tía Wang, ¿quién soy yo para ti?" Ling Chu Xi no respondió a la pregunta del Tía Wang, si no que le devolvió a una pregunta, sin una sonrisa en su rostro, solo había una mirada de seriedad.

"Claro que es mi ama, mi única persona que le muestro lealtad" En este momento la Tía Wang tampoco tenía un rastro de sonrisa, respondiendola seriamente.

"Entonces, está bien" Ling Chu Xi asintió satisfecha. "Recuerda, no confíes a las personas en la superficie, simplemente confía en mis palabras. Qin Xi Ruo no es tan buena y bondadosa como en la superficie, y tampoco tan preocupada como la muestra hacia mí." Ling Chu Xi reencarnó en este mundo, por la que tuvo que aceptar su miserable identidad, además de esta situación tan complicada. La cosa de la que está feliz, es que todavía había alguien de su lado. 1ro es la Tía Wang, parece que su madre accidentalmente la salvó, por la que siempre estuvo tan agradecida para quedarse y cuidarla, y la 2da... 

(T: ¿Accidentalmente salvando a alguien? O.o)

"¡Sí, ama!" La Tía Wang asintió la cabeza fuertemente, pero en su rostro cambiaba de expresión, "Ama, las palabras que usted dijo antes, ¿qué significa eso? ¿acaso la señorita Xi también le intimidaban? si fue así, tenemos que reportarlos al 2do anciano para que nos de justicia."

Ling Chu Xi gentilmente se negó con la cabeza, "Nosotras ya le hemos molestado a 2do anciano  demasiado. Esta vez, no la molestaremos, yo misma sé como lidiar con eso." La persona que trata bien a Ling Chu Xi, solamente son: la Tía Wang y el 2do anciano.

La Tía Wang se mordió suavemente los labios, con una mirada indispuesta, su ama siempre fue intimidada, pero no hablaba de eso. Esta vez, la intimidó demasiado lejos, por eso su ama por fin no pudo aguantar más y la refutó. Esto es el problema de su ama, por lo que no quiere molestar más a 2do anciano. Mientras más pensaba la Tía Wang, más enojada se volvía.

"Está bien, Tía wang, tráeme un poco de comida, tengo hambre." Ling Chu Xi tocó el lugar en donde *Grrrr* sonaba, y se apresuró a decir.

Cuando Tía Wang salió, Ling Chu Xi comenzó a tocar su propio pulso. Después de su pulso, su rostro cambió ligeramente. Su situación de ahora, ciertamente fue envenenada.

La impresionante emperatriz del veneno: La señorita frívolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora