CAPITULO 32: La persona que le "gusta" de Ling Chu Xi

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Ling Chu Xi sostuvo la espada en su mano, obviamente sintió que la espada en su mano parece estar un poco más clara, y parece que la estaba llamando, en algún lugar, ¡Ling Chu Xi tuvo un pensamiento de que ella debería ser la dueña de esta espada! ¡No hay otra razón, solo pensaba así!

"¿Cuánto cuesta esta espada?" Preguntó Ling Chu Xi débilmente.

"Señorita, ¿quieres esta espada?"

El vendedor está horrorizado, pero también decepcionado. Originalmente pensaba que era una gran venta, pero ¿esta mujer rica realmente quiere una espada de chatarra? Lo más horrorizado es que si ella comprara esta espada y accidentalmente se hería, cuando llega ese momento y buscaba problemas con ellos, ¿que debería hacer?

"No, señorita, esta espada es realmente desafortunada. Mejor sube las escaleras y escoge uno que está arriba. Esta espada no te conviene."

El vendedor la estaba convenciendo con una buena intención.

"¿Quién dijo que lo compraré para mí? ¿No puedo comprarlo para la persona que odio?. Para dejarlo herir todos los días."

La sonrisa de Ling Chu Xi era muy astuta, y no soltó la espada.

"Si pasa algo yo misma la resolveré, y es absolutamente imposible que te devolviera, y mucho menos probable que los problemas te llegan. Dime, ¿cuánto cuesta la espada?"

"¡Señorita, es realmente brillante!" El vendedor por fin pudo suspirar de alivio

Si es así, no importa. Esta señorita es realmente rara, de hecho se inventó un truco de pérdida, no se sabe quién será el desafortunado. Pero eso no le importa, poder ganar un poco de dinero está bien. Solo hay que informar al jefe que esta espada ya a sido reciclado, ¿no pasara nada verdad?

El vendedor calculaba internamente "2 monedas de plata está bien" El vendedor sonrió. Una chatarra puede vender este precio ya es muy bueno.

"No necesitas buscarlo" Ling Yi Chen arrojó un pequeño lingote de plata, que pesa alrededor de 3 y 4 Jin. El vendedor lo tomó y dio una sonrisa brillante e inmediatamente lo puso en la caja.

"Está bien, vámonos" Ling Chu Xi tomó la espada chatarra listo para salir.

"Señorita, ¿ya no quieres subir al segundo piso para mirar?" El vendedor le preguntó con asombro.

"Tengo que probar si esta espada es como dijiste, que está maldito. Entonces decidiré venir otra vez"

Ling Chu Xi le sonrió "Si no es tan desafortunado como usted lo mencionó, en ese entonces buscaré problemas contigo."

"¡Ah, quédese tranquilo, quédese tranquilo, esta espada es absolutamente desafortunada!". El vendedor dio palmitas en su cofre prometiéndola.

"Está bien, cuando termino de decidir, vendré otra vez"

Ling Chu Xi sonrió, sin hablar más tonterías sostuvo la espada y Xiao Bai, salió de la puerta. La cara de póker de Ling Yi Chen la siguió desde atrás.

Fuera de la puerta, Ling Chu Xi felizmente tocaba la espada que cuelga de su cintura, esta espada, absolutamente no es simple, lo dice su intuición.

"¿A quién quieres darle la espada?" Preguntó Ling Yi Chen de repente a su lado.

"A nadie, yo misma la usaré" Ling Chu Xi sonrío, "Cierto, Ling Yi Chen, gracias por ayudarme a pagar, eres realmente bueno ah, las buenas personas vivirán una larga vida".

Los labios de Ling Yi Chen se crisparon ligeramente, dándose vuelta para dirigirse a la estación.

Después de dar algunos pasos, encontró que Ling Chu Xi no se mantenía al día, se detuvo, y dio la vuelta sin expresión alguna, miró a Ling Chu Xi.

"Vamos, vamos. Esa cara tuya paralizado, ¿no puedes dar un poquito de expresión? Enfrentando a una cara de póker todos los días, aquellos que te admiran tienen miedo de acercarte."

Ling Chu Xi murmuró suavemente, en su interior admiró a sí misma. En realidad, es capaz de leer la cara de póker de Ling Yi Chen, su significado era que se estaba instando a volver a la Ciudad Shi Que Zhen.

En el camino, Ling Chu Xi tocaba su propia espada en la cintura, sin querer dejarla ir. Y Ling Yi Chen simplemente caminaba con los ojos entrecerrados medio descanzando.

Devuelta a la Ciudad Shi Qu Zhen ya es de noche. Después de despedirse de Ling Yi Chen en la estación, Ling Chu Xi felizmente caminó de regreso a casa.

Sin embargo, cuando llegó a su puerta, su sonrisa se congeló.

Porque frente a su casa, vio a dos zorras, una es Qin Xi Ruo, ¡El otro es Ling Xiao Ting!

El Ling Xiaoting que Ling Chu Xi "amaba".

(T: Jeje, no creo que fue la una coincidencia)

La impresionante emperatriz del veneno: La señorita frívolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora