Bueno, aun no puedo solucionar el problema con el equipo donde escribo la historia, asi que mis ideas las voy escribiendo en cuadernos, hojas, hasta poder resolver el problema, asi que les dejo fragmentos de la segunda parte. Espero les guste. Pido disculpas a aquellos que siguen esta historia.
"—Eres una mierda —Intente escupirle en la cara, pero el escupitajo solo llego a sus zapatos, miro con asco hacia abajo, se acerco y me tomo del cabello con fuerza, tirandome mas hacia el.
—TU eres tan MIERDA como YO —Levanto la voz en las palabras "tu", "mierda" y "yo".
—Somos la misma escoria, venimos de la nada, pero no soy como tu, jamas lo sere, ¡Nunca! ¿Comprendes? —El viejo solo se rio con esa sonrisa idiota, y esa risa seca.
—Somos iguales, buscamos lo mismo, el poder y podemos conseguirlo juntos, ambos llegaremos lejos.
—Te mataria aqui mismo si no estuviera encadenado, ¿Tanto miedo me tienes? —Sonrei, lo mire a los ojos.
—Lo se, por eso estas encadenado, y no es miedo, es respeto. —Comenzo a caminar hacia la puerta por la que entro, con ese baston viejo de madera, con un perro de metal en el extremo final, o inicial, dependiendo de uno. Maldito jefe de los Delveccio, maldito apellido.
—Te matare, ¡Lo juro! —Intente moverme, pero las cadenas no me lo permitian.
—Ni tu... ¿Como se llama? ¿Stephanoz?, te salvara de esta... Moriran ambos. —Baje la cabeza, y sonrei, de pronto comence a reir, lo mire en el momento en que el me miro, me tire hacia adelante todo lo que las cadenas me permitian, sin importar lo que me lastimaran las muñecas y los tobillos, clave mis ojos en los de el, y comenzamos a reir, ambos.
—¡Te mataremos! —La voz y risa de Stephanoz se mezclaban con la mia, en aquel lugar solo se escuchaba nuestra risa psicopata, mientras que en el rostro del viejo, mostraba ira y ¿Temor?" Christopher, Delveccio, el Amo y el Esclavo.
"Aquel alumno era del colegio enemigo, su cabello era oscuro, sus ojos azules, su mirada... Su mirada era... No se, es raro de explicar, el me miraba y mi cuerpo temblaba, sus labios eran perfectos para los mios, sus musculos se tensaban cuando me levantaba, al igual que cuando estaba cayendo al abismo, a pesar de ser su enemiga, el me salvo, el me sonrio. Era el, sus ojos, su sonrisa cautivadora y yo..." Marlen, M primera.
"Era solamente ella, solo ella y yo, nada importaba, nuestro amor solo era un simple cliche de "Romeo y Julieta", Cuando ella me miraba ya nada tenia sentido, ni los escudos en nuestros pechos, ni las serpientes blancas que rodeaban mi corazon, ni las serpientes rojas que rodeaban el corazon de ella, la peliroja de la que me enamore. Debia cuidarla, porque si nuestros colegios se enteraban de nuestro amor, nos matarian a ambos, si no es que su amiga me mataba antes, pero preferiria morir yo, a que verla morir a ella..." Romeo, el amor enemigo.
"Mar se escapaba del colegio por las noches, no es que estuviera prohibido, pero lo que estaba prohibido era que se halla enamorado del enemigo, ¿Enamorado?, Jah, que estupida, ese Hijo de puta quiso matarme, y fue mas de una vez, quizas, la tercera sea la vencida" Majo, La tercer M
"No podia permitir que saliera con el enemigo, debia matarlo, antes que el lo haga conmigo". Majo, La tercer M
"Esto terminaria mal, y ella no queria aceptarlo, entre mis pensamientos llego alguien y me abrazo por la espalda, beso mi cuello, y sus manos recorrian mi vientre, llegando mas arriba de lo que normalmente se lo permitia, mi cuerpo temblaba, me di media vuelta y lo bese, no lo habia visto en todo el dia y aun bajo su ojo tenia un rastro de sangre.
—¿Sabes que tu amiga esta saliendo con mi hermano?
—¿Tu hermano? ¿Mi amiga?
—Si, la peliroja, la que se escapa por las noches, ella se enamoro de mi hermano, del enemigo.
Debia matar al hermano de mi novio" Majo, La tercer M
"Necesitaba verla, abrazarla, besarla, asi que termine la tarea rapido y me dirigi a su habitacion. Mientras caminaba por el pasillo vi a la peliroja, podia ser linda, pero no entendia que le habia visto mi hermano. Llegue a la habitacion de Majo, esa hermosa chica de ojos raros, de pelo enrulado, entre a la habitacion sin llamar, no se dio cuenta de mi presencia, estaba perdida en sus pensamientos. La abrace por la espalda, bese su cuello, y mis manos llegaron mas de lo que ella me dejaba llegar siempre, su cuerpo temblo, era buena señal, se dio media vueltas y me beso, un beso lento y apasionado.
—¿Sabes que tu amiga esta saliendo con mi hermano?
—¿Tu hermano? ¿Mi amiga?
—Si, la peliroja, la que se escapa por las noches, ella se enamoro de mi hermano, del enemigo.
Su rostro cambio, esa felicidad que tenia se fue, ahora era de duda, se que odiaba a mi hermano, a mi mente vino una pregunta ¿A quien defenderia, a la mujer que amo o a mi unico hermano vivo?" Aaron, El de la espada y la pared.
"Las otras M's tenian sus propias historias de amor, una con su cliche de Romeo y Julieta, la otra entre mantener o no con vida al novio de su amiga, y luego estaba yo, la segunda M, la sin amor, me habia enamorado del equivocado, habia confundido su bondad con amor, el amaba a otra, y yo... Yo ¿Lo amaba?
Camine hacia una de las torres, la del gran reloj. Arregle bien la soga, hice el nudo necesario, y rodie mi cuello con la soga, estaba lista, a punto de tirarme, solo debian dar la medianoche. Las doce campanadas tocaron, el sonido resonaba en mi mente, en mi cuello quedo marcado el rozar de la soga, y en mi cuerpo sus brazos, en mi sentido su aroma, el estaba ahi, salvandome, no podia... No queria ser salvada, pero el lo hizo, mi profesor me salvo, pero ahora, que lo veo en secreto, no puedo saber en que momento me enamore de el." Malu, La segunda M
"La vida es una mierda, el destino y sus malas jugadas, antes lo amaba, ahora lo odio, deseaba matarlo, le haria un favor, a el y a su estupido otro yo, no entendia como pude haberme enamorado de un chico con dos personalidades, necesitaba matarlo, quemarlo. Por las noches soñaba como su cuerpo se calcinaba entre las llamas. como todo esa mierda desaparecia, y yo sonreia.
Todos las semanas mandaba a matarlo, conocia sus puntos debiles, sabia donde golpearlo, sabia bien que mandar a inutiles a matarlo no servirian, pero lo ponia en mis manos de a poco, hasta el dia que volviera, y podria matarlo con mis propias manos". La que alguna vez amo, al que le temia al amor.