La Cazadora Científica

CAPÍTULO 4.

Pronto las nubes oscuras llegaron al cielo arriba de ellos.

- Creo que este año hay algunos aplicantes con futuro. – dijo susurrando por lo bajo el capitán mientras veía a Leorio y Kurapika.

Unos minutos más tarde la tormenta llego y Seina se acercó al mástil.

- Fuego Fatuo... - susurro Seina.

- Que lista y perspicaz eres hija. – dijo el capitán mientras se acercaba a ella.

Todos comenzaron a murmurar tras lo dicho de Seina y el capitán confundidos y expectantes a Seina, pero ella no estaba dispuesta a revelarlo.

Kurapika se acercó mientras veía a Seina.

- Es una luz fosforescente que se cierne sobre un lugar alto, y que es causada por la descarga espontanea de la electricidad estática concentrada en ese lugar, cuando un rayo o una nube llena de electricidad se posan sobre él. – dijo anunciando a todos Kurapika.

Seina solo sonrió a este mientras todos estaban sorprendidos. Leorio poco después comenzó a discutir con él.

- Existe una leyenda, aquel que ha visto el Fuego fatuo no regresará vivo a su casa. – dijo el capitán.

Seina sonrió y camino fuera de la gente reunida.

Creo que acabo de conocer un candidato que tiene un gran talento para convertirse en cazador. Pensó el capitán.

Dentro de los camarotes Seina entrego los peces a un marinero y este salió con un asentimiento a ella con respeto y adoración.

Saco de su mochila las grandes cajas de comida y comenzó a abrirlas una a una.

Seina no estaba para nada preocupada por el movimiento exagerado. Sus loncheras estaban adaptadas y ninguna se movería de su lugar.

Ella llamo a Gon con un gesto y este se acercó emocionado.

- Espero no te haya importado que entregará el pez al capitán. A compensación te daré algo de mi comida. – dijo mientras le entregaba un par de palillos.

Leorio miraba a Gon expectante y este entendió, miro a Seina sonriendo y ella sonrió asintiendo. Luego miro a Kurapika y le hizo un gesto, él se paró de la hamaca donde se encontraba acostado y fue a donde estos.

- Siéntate – dijo sonriendo. Ella extendió dos pares de palillos a ambos.

- Hermana tengo curiosidad ¿Cómo sabes tantas cosas? – dijo Gon emocionado.

- Me pregunto también como... - dijo sonriendo misteriosamente.

Gon ya no pregunto más, ya que ella no queria decirlo y comenzaron a devorar la comida con avidez.

Nadie hablo, ya que la comida de Seina era deliciosa, ninguno de los tres había probado nada igual.

Después de la comida Seina comenzó a recoger todo con ayuda de los tres.

De pronto el Capitán entro y miro alrededor. Paro en nosotros y sonrió.

- Qué vergüenza, mírense como están. Creo que muchos de ustedes no serán cazadores. – dijo este.

El capitán estaba regañando cuando Seina se puso a buscar en su maletín ignorando su conversación.

- ¿¡Que quiere que le diga cómo me llamo!? – grito Leorio, esto llamo la atención de Seina y los miro.

- Así es. – dijo serio el capitán.

- ¡Yo me llamó Gon! – grito sonriendo Gon en su dirección.