[01] Anomalías

8K 816 294
                                    

Rápidamente, trabé la puerta lo más improvisado que pude, con la ayuda de un pañuelo y una silla. Cerré las ventanas lo más veloz que me permití, y junto con ello, bajé las persianas. Me arrodillé a un costado de mi cama, y, haciendo algo de espacio entre caja y caja, logré caber bajo ella, mientras mi pulso seguía totalmente acelerado, y no parecía nunca querer calmarse. En ese momento no me interesó si mi blanquecina falda se ensuciaba, u si mi cabello se estropeaba; necesitaba refugiarme y cubrirme de todo ser viviente.

Sabía lo que venía, pero eran totalmente ilusos si creían que iba a salir a afrontar la situación, y, como toda cobarde que era, decidí huir.

¡Vamos! ¡¿Qué más se supone que iba a hacer?! No tenía otro mecanismo de defensa además de este (el cual, era totalmente un clásico de mi persona), y, hablando seriamente, era totalmente preferible ser una célula y reproducirse asexualmente, que tener que volver a salir y ver el sol del día a día.

— ¿Puedes ir a preguntarle a tu hermana si está lista?—oí a mi madre en la primera planta.

No, no, no, ¡no Dios, por favor no! ¡Atrás demonio! ¡Aléjate y lleva al pálido chico contigo! ¡No soportaré cinco horas al lado del mujeriego, fastidioso, y para nada dulce Min Yoongi!

— ¿Unnie, que tal vas?

—Excelente, ¿por qué no lo estaría?—contesté como pude, inevitablemente, con eco en mi palabra.

Un silencio se formó.

— ¡Mamá! ¡Unnie se volvió a encerrar!

—Maldita mocosa—susurré para mí misma, rodando los ojos. Lo último que necesitaba en mi vida, y en este mismo instante, era una entrometida y habladora hermana menor.

De pronto, alcancé a escuchar tronar los escalones, uno por uno, en claro sentido de dirección a mi habitación.

Genial, un demonio había sido liberado.

— ¡Niña! ¡Sal de ahí!—golpeteó la puerta con fiereza.

— ¡Jamás! ¡Seré una célula y me reproduciré asexualmente!—grité devuelta, apretando contra mi pecho un peluche al azar que hallé a mi costado.

— ¡Si te vuelves asexual no podrás casarte con Yoongi!

Aquello me desconcertó totalmente. ¿Quién se querría casar con aquel sujeto? Todas las aves soltaban huevos con tal solo oír su nombre, y creían que alguien lo soportaría. Estaban bromeando, seguro.

— ¡¿Y quién rayos dijo que yo me quería casar con él?!—volví a chillar. Vale, acepto que era atractivo, u al menos para mi gusto (o cualquiera que tuviera ojos y sentido común), ¿pero de eso a llevarlo a extremo y pensar que me quisiera casar con él? Todos esos buenos pocos puntos conmigo, los perdía al segundo con tan solo decir alguna palabra. En verdad, le daría alguna oportunidad, románticamente hablando, si le cosieran la boca con hilo u le cortaran la lengua.

— ¡Ah...! ¿No te gusta Yoongi?

— ¡Iugh! ¡Claro que no!—solté un quejido y compuse una mueca de asco, aunque ella no pudiera verme.

—  ¿En serio? Creí jurar que eran novios, siempre se están mirando raro. ¿Y por qué chillaste cuando lo nombré la otra vez?

— ¡Eso fue porque me apretaste el  pelo con la puerta del auto! ¡Puagh!—apreté fuertemente mis labios entre sí luego de sentir una pelusa caer sobre mi rostro. O bueno, esperaba que fuera una pelusa y no una araña, porque ahora  empezaba a recorrer mi cuello.

— ¡Vamos, Unnie, sé un hombre!

— ¡¿Y tú con qué cara me dices eso?! ¡Todavía meas en la cama! ¡Y además soy niña!

Far from Sugar➳Suga; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora