Capítulo 4: Hablemos

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POV Niall

No podía creerlo ¿Por qué estaba allí? y ¿De qué conocía a Louis? Sigo sin entender como mi corazón puede ir tan deprisa cada vez que lo veo ¡No me gusta!

Levanté la cabeza y lo vi, sentado en el sofá con la cabeza agachada y la mirada perdida, parecía un poco ¿Triste?Definitivamente tenía la necesidad de salir de allí. Louis no paraba de mandarme señales con la cabeza en dirección al chico así que supuse que el chico le había puesto al tanto de todo. Bajé la cabeza intentando tranquilizarme y evadir los confusos pensamientos de mi mente. Liam pronunció unas palabras que no escuche, se levantó y comenzó a caminar no sin antes dirigirme una mirada casi rota que me llegó hasta el alma. Tal vez debería hablar con él, solo he de convencerme a mí mismo de que solo podríamos ser amigos, no había ningún problema. Yo tenía miedo de enamorarme, era un campo bastante desconocido para mí y no quería sufrir. Aún así, no quería que se fuera, desde que choqué con él no había dejado de pensar en sus ojos, su dulce voz, su perfecta sonrisa... No quería que se fuera, quería conocerle, hablarle, quería estar a su lado, pero el miedo me controlaba. No podía.

-Adios Niall- Escuché decir al chico que estaba en la puerta.

¿Niall? ¿Cómo sabía mi nombre? Louis estaba a punto de ser descuartizado por una manada de jabalíes. Levanté la cabeza a causa de la sorpresa y me giré intentando ver por última vez la cara del chico. Mi mente decía que lo dejara ir, pero mi corazón me decía que fuera a por él, que le hablara. Él era diferente, de eso estaba seguro. Escuché la puerta cerrandose de un portazo y dirigí mi mirada a Louis.

-¿Tú le has dicho mi nombre?-Le pregunté irritado.

-Sí y sé que tienes miedo pero ¿vas a dejar que se vaya así? Ha venido a traerte el móvil, creo que esperaba por lo menos una pequeña conversación Niall.

Louis tenía razón, podíamos ser amigos sin ningún problema y siempre me había ayudado, creo que se lo debía. Cogí el móvil de la mesa del salón y comencé a correr hasta la puerta esperando que el chico aún estuviera allí. Abrí la puerta que llevaba al exterior y me encontre al chico bajando las escaleras de la casa con extrema lentitud.

-E-Espera- Dije nervioso.-N-No te vayas, por favor.

¿No te vayas? ¿Qué demonios significaba eso? Debía tranquilizarme o acabaría diciendo alguna burrada.

El chico se giró sorprendido y lo que vi me dejó completamente atónito ¿Estaba llorando? Sus ojos llorosos aún seguían siendo preciosos, aún inundados en lágrimas seguían brillando, sus mejillas se inundaron de un rojo extremadamente rojo al igual que las mías ¿Quería decir eso que el chico sentía lo mismo que había sentido yo? No podía creerlo, mi corazón se estaba partiendo en mil pedazos no podía verlo llorar, no quería, quería correr a abrazarlo, quería acariciarlo. Baje dos escaleras quedándome a unos centímetros de él, no sabía que estaba haciendo pero tampoco me importaba.

-Perdón-Dijo apartando la mirada

Yo, extrañado, le miré intentando buscar una explicación que llegó en pocos segundos después. Me estaba abrazando, mi mundo se convirtió en él y me aferré a sus brazos , no quería que me soltara nunca. Noté como lágrimas descendieron por mis mejillas, quería dejarme llevar. Poco a poco se fue alejando de mí, se giro con la intención de seguir bajando las escaleras para luego irse, pero antes de que pudiera hacerlo le cogí del brazo, la energía del primer día volvió a recorrerme todo el cuerpo pero fue un impulso no sabía que estaba haciendo así que lo solté rapidamente, él se giro para mirarme con esos ojos que me tranquilizaban.

-No te vayas, entra y hablamos.-Dije medio suplicando.

Él me miró sorprendido y se puso rojo al igual que yo, que aparté la mirada unos segundos y volví a mirarle. El chico asintió y comenzó a subir las escaleras pero cuando llegó al escalón donde estaba yo, me cogió suavemente de la mano y los dos nos introdujimos en la casa.

Su mano era cálida y suave, él parecía que se había tranquilizado pero en cambio yo había comenazado a apretar su mano a causa de los nervios, no sabía lo que me pasaba con este chico, era tan... diferente.

-Me haces daño-Sonrió.

-Ah, perdona- Dije dejando de apretar e intentando soltar su mano pero el chico se dio cuenta y apretó más.

No podía creer que esto estuviera pasando.

-¿Ya estais saliendo?-Dijo Louis señalando nuestras manos mientras me guiñaba un ojo.

El chico apretó su mano ¿No quería soltarme? Estaba muy confundido.

-No digas tonterías Louis.-Dijo el chico con seguridad.

Me había dolido, ese comentario y su seguridad me habían dolido mucho y no entendía el porqué, solo tenía la sensación de que mi corazón había creado una gran dependencia hacia él. Bajé la cabeza y el chico se percató de eso ya que comenzó a apretar más mi mano y me miraba preocupado.

-Bueno, sentaos, no os quedeis ahí de pie.-Dijo Louis señalándonos el salón.

De un tirón me solté de la mano del chico el cual se me quedó mirando, por mucho que me hubiera dolido su comentario no había razón para ello. Ni siquiera le conocía ¡Oh! eso me había recordado que no sabía como se llamaba. Nos sentamos en el sofá, uno en frente del otro y Louis se fue a la cocina.

-Bueno ¿Cómo te llamas?-Pregunté evitando que nuestras miradas se chocaran.

-Liam -Sonrió- ¿Por qué saliste corriendo cuando te pregunté el tuyo?

Ups, no sabía como contestar a eso y tampoco lo había pensado.

-Simplemente seguí mis instintos -Expliqué.

-¿Tus instintos? -Rió- No soy tan malo.

-Lo sé- Dije mirandolo a los ojos.-Por eso me fui.

Liam comenzó a mirarme interesado y supe que me estaba poniendo colorado, bajé la mirada y comencé a juguetear con mi camiseta. Louis llegó en ese momento con más cervezas y patatas fritas.

-¿De qué estaban hablando?-Preguntó Louis mirando a Liam.

-Oh, nada- Dijo Liam- ¿De qué os conoceis?- Dijo dirigiendo la mirada hacia mí que le correspondí con otra mirada.

-Somos amigos de la infancia-Dije apartando la mirada-¿Y vosotros?

-Me lo presentó Zayn- Explicó Louis.

¿Zayn? ¿Liam era amigo de Zayn? Al parecer era cosa del destino que nos conocieramos. De pronto nuestras miradas chocaron y tanto Liam como yo sonreímos al instante. Este chico era increíble, por una parte me sentía protegido y dejaba de tener miedo pero depués tenia miedo de no tener miedo. Practicamente me comí la bolsa entera de patatas yo solo. Estuvimos un rato en silencio mirandonos a los ojos mientras Louis contaba alguna que otra historia, pero se estaba haciendo tarde y mañana tenía que trabajar así que decidí que ya era hora de irme a casa a descansar, había sido un día bastante largo. Me despedí de los dos y salí de la casa, comencé a bajar las escaleras cuando alguien salió de la casa de Louis.

-Espera, te acompaño a casa-Dijo

Quédate conmigo ❤ [Niam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora