Mas alla de Nunca Jamas

Se preoucuparan por mi?

-Peter estas realmente seguro?- le pregunte seria.

-enserio Anika no te oculto nada.- me dijo.

-lo se tu no pero tus ojos si, dicen lo contrario.- le dije.

-por favor como los ojos te pueden decir algo.- me dijo en un tono burlón.

Me le quede viendo por un rato.

-bah! A quien engaño.- me dijo. -Henry es el hijo de Emma y nieto de Mary Margaret.- siguió.

-es bueno ser sincero.- le dije.

-es mejor que te vayas a dormir, mañana el día será largo.- me dijo.

-buenas noches.- le dije pero el había desaparecido, me pregunto si Pan duerme.

Es extraño estar en un lugar donde supuestamente solo racista en los cuentos de hadas. Además no la estoy pasando tan mal, me pregunto si mis papas estarán preocupados por mi.

------Manhattan-----

-señora le daremos los informes en cuanto antes.- dijo el oficial.

-muchas gracias.- a mi mama de le salía una lágrima mientras salía de la estación de policía.

-esta bien la encontraremos.- dijo papa.

-no lo se.- le dijo mama.

-es cuestión de tiempo y de esperanza.- siguió.

-ahh.- mama suspiro.

-------Nunca Jamás------

Al día siguiente, como siempre, ya estaban todos afuera desayunando.

-ɦoℓɑ a todos.- dije en voz alta.

-Pan te espera niña.- me dijo Félix.

-en donde?- le pregunte.

-en la laguna de las sirenas.- me respondió sin dirigirme la mirada.

-esta bien gracias Félix.- le dije mientras me alejaba del campamento.

Cuando caminaba hacia la laguna a lo lejos escuche murmuros. Supongo que eran Emma y los demás.

Al llegar ahí Pan estaba sentado en la orilla de la laguna.

-me esperabas?- le dije interrumpiendo su armonía.

-al fin llegaste.- me dijo riendo.

-que hacemos aqui?- le pregunte mirando hacia donde el miraba.

-nada solo quiero que te relajes.- me dijo acercándose a mi.

En ese momento me sentí incómoda, escuchar a alguien diciendo te que te pongas cómodo y que después se acerque esta muy raro.

-relajarme? Cómo?- le pregunte nerviosa.

-solo escucha.- me dijo cerrando sus ojos, yo hice lo que el hacia.

Empece a escuchar los mismos murmuros que había escuchado de camino, pero ahora se convertían en cantos alegóricos y encantadores.

Sólo veia a Peter dejándose llevar por el canto de las sirenas.

-te gusta?- pregunto.

-si es muy bello.- respondí.

En ese instante los cantos de volvieron chillidos muy agudos y molestos.

Cada vez era peor Pan seguía en su mundo, al parecer no lo escuchaba.

Yo me estaba quedando sorda de tantos chillidos. Aunque me tapara los oídos lo segua escuchando.

El ruido viajaba por todo mi cuerpo era insoportable. Me empece a revolcar para ver si asi desaparecía aquel irritante sonido, pero no dio resultado.

Pan me voltio a ver, me estaba convulsionando.

-Anika que sucede estas bien?- me pregunto.

-no no lo estoy!- mi tono de voz era fuerte no sabía lo que estaba sucediendome.