✿veinticuatro✿

1.1K 113 10
                                    

Agustín

Me encontraba en casa, despidiéndome de mi hermana y mi madre para partir en el auto hasta al evento.
No podía negar lo nervioso que estaba, ni siquiera recuerdo la última vez que me sentí de esta manera, siempre he sido una persona súper segura, y positiva, sin embargo hoy era un manojo de nervios.

Había quedado de encontrarme con Flor, Belen y Karen, tres chicas super simpáticas que había conocido Gracias a nuestro fanatismo por Caro.

Después de manejar por al menos 15 minutos llegue al lugar, apague el auto y me dirigí a la parte trasera, ahí se encontraba uno de mis regalos para Caro, un oso de tamaño gigante, que apenas supe que ella quería me había puesto en acción para conseguirlo.
Por suerte para mí, mi papá estaba a cargo de la juguetería más grande del país y no me había costado obtenerlo.

—¡que demonios Agustín! – exclamó Belen al verme, y es que apenas me veía  detrás de tremendo peluche.

—Yo también me alegro de verte belu – le dije simpático saludándola.

—Haces ver mis regalos insípidos – se quejó – vamos que Flor y Karen ya están adentro.

Después de encontrarnos con las chicas, nos dirigimos al área de los m&g, al llegar ya había una fila enorme, y eso que faltaban más de 20 min para que Carolina saliera.

Mientras el tiempo pasaba me dediqué a charlar con ellas, las tres eran muy simpáticas a decir verdad y se veía que estaban igual o más nerviosas que yo, para los 4 sería la primera vez que veríamos a Carolina.

Se escucharon algunos gritos y supusimos que Carolina había salido ya a encontrarse con nosotros, entonces caí en cuenta de que esto era real, de que iba a conocer a caro, y mis nervios aumentaron.

Íbamos avanzando en la fila y mis nervios se intensificaron, con trabajo caminaba, pude ver a caro a aproximadamente un metro de mi.

Cuando faltaban 10 personas para que fuera mi turno, me atreví a sacarle una foto, las manos me tenblaban y salió algo borrosa, me concentré en mi celular, intentando twittear algo y cuando levante mi vista, nuestras miradas se encontraron, me sonrió y se concentró en la persona que estaba con ella.

Y ahí fue cuando mis piernas empezaron a temblar, mis manos a sudar, ¿que demonios pasaba conmigo? Esto si era algo que estaba seguro nunca había sentido.

No supe en que momento pasó pero de repente ya estaba enfrente de ella, me quede en shock, no me movi, no fue hasta que la persona que estaba atrás mío me dio un pequeño empujón.

Camine casi tambaleándome hacia Carolina, ella me sonreía, yo igual lo hice, pero no podía decir nada, estaba llorando por dentro.

Tanto tiempo imaginando que haría cuando estuviera frente a ella y ahora estaba aquí, con ella sonriéndome y yo en shock.

Traté de controlarme y le acerque el oso, ni siquiera podía abrazarla con tremendo peluche en mis brazos.

—Muchas gracias — dijo mirándome, tomo el oso y lo colocó en una silla a su lado.

No dije nada más y la abrase, la tome por la cintura y la acerqué a mi, sentí como sus brazos se juntaban tras mi cuello. El momento era perfecto, tenía aroma a flores, su cabeza se recargaba en mi pecho, podía jurar que escuchaba mis latidos a mil por hora, no quería que eso acabará, no quería soltarla.

—h, ho, holaa – atine a decir, mis palabras se cortaban.

— hola Agustin — dijo deshaciendo el abrazo y me miro sonriendo.

— ¿qu, que, que has dicho? – abrí mis ojos.

— ¿eres Agus no? – yo abrí mis ojos mientras sonreía.

— Te traje algo – pude hablar normal alfin — digo, aparte de mi amigo teddy, señale al oso, ella rió.

Saque los regalos de mi bolso y ella sonrió.

– Ay no, mejor dime que eso, son tan Lindos que no los quiero abrir – hizo un puchero viendo los regalos. Y yo me sentí morir, no podía creer lo perfecta que era.

– Bueno, yo te he traído un libro y unos chocolates, el otro regalo es de mi hermana, quien por cierto te ha mandado saludos. 

— Hay, esa chiquita es un amor – sonrió, yo me limité a admirarla.

—También te he traído esto — saque un sobre de mi mochila – Eh hecho una canción, no se pero he sentido la necesidad de mostrártela, y es porque también me he esmerado un poco en ti para escribirlo.

— Ay, es un muy lindo detalle Agustín– dijo sonriendo y yo solo la volví a abrazar, no quería que esto terminara.

—La canción me la leeré más tarde – dijo guardando el sobre en su bolso – ahora cuéntame, ¿como te fue cantando en los bondis? — yo abrí los ojos como platos.

—¿Que? Yo leo todos tus mensajes ah, solo que no siempre tengo tiempo para responderlos — yo sonreí encantado.

—También se que cantas en restaurantes, y se que vas a llegar muy lejos, porque seguro tienes talento, es muy bello que no dejes de hacer lo que ames, que no te rindas.

—Se supone que yo debía decir algo que a vos te conmoviera, pero soy yo quien quiere llorar ahora — dije y ella comenzó a reír, dios! cada gesto que hacer era perfecto.

—Carolinaaa – dijo un guardia y comprendí que ya habia pasado mucho tiempo hablando conmigo.

—Ya va, solo faltan dos chicas, relájate – contesto ella.

—Casi lo olvido – dije y abrí la cámara de mi celular para sacar algunas fotos, sentí como se acercó y sonreí, al principio seguro salía súper raro en la foto por mis nervios pero luego me animé a hacer gestos y ella me imito y río por las caras que hacía.

— Gracias– hice una pausa – eres una persona increíble, te mereces tanto todo lo que te está pasando, te quiero tanto, ojalá que te pueda volver a ver pronto.

–Gracias a vos por los regalos – tomó mis manos sudorosas – sigue adelante con la música, nos vemos pronto Agustín.

La abrace nuevamente y susurre «nos vemos pronto Carolina» antes de salir de ahí.


Mueeeranseee, yo estoy muerta de amor con estos dos💕 aaay!

Fanboy {Aguslina}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora