Fanboy {Aguslina}

✿cuarentaysiete✿

Llevábamos tres días de los cuatro que nos habían dado en el estudio de grabación para terminar la canción. Debía decir que el roast ya tenía forma, estaba a poco de que quedara.

El primer día habíamos trabajado en la melodía, me tocó grabar los instrumentos, guitarra, piano, y batería, Caro estuvo a mi lado todo el largo día a pesar de no grabaría en todo el día, algo que me conmovió pues me apoyó en todo.

Ayer habíamos grabado las partes de cada uno, había sido un día más activo para ella que para mi, obviamente.

Y hoy Carolina seguiría con la canción y más tarde tocaba grabar la parte
en que cantamos juntos.

Yo ya había grabado algunas canciones cuando estuve en Europa, por eso esto no era nuevo para mi, aunque todo era para la escuela de música, y nada para mi proyecto personal.

Sabía lo mucho que Caro se había esforzado en todo esto, en componer, cantar, grabar, ella no estaba muy involucrada en el ambiente musical a pesar de que tenía una hermosa voz.  Apostaba a que el resultado iba a ser grandioso.

— Chicos, vamos muy bien con el tema, se que le estamos dando mucho tiempo pero la canción va a quedar genial, ya lo van a ver! — habló Mauro el director de cabina. – Pueden tomarse un descanso.

Nos alejamos de la cabina y de Mauro quien trabajaba en los monitores y llegamos al living donde estaba Natalia, la hermana de Carolina.

— Chicos, por acá cerca hay varios Restaurantes, aprovechen para almorzar, yo voy a ir a la compañía con la que grabaremos el video, nos vemos más tarde! – dijo y salió dejándonos solos.

— Yo si tengo hambre, si no me crees mi estomago esta por hablar – le dije a la castaña.

Ella soltó una carcajada – Nada nuevo en ti – dijo aún entre risas – Vamos.

Salimos de ahí y caminamos por la zona encontrando un buen lugar, mientras caminábamos escuchábamos algo de música que había por las calles y bromeaba diciéndole de que un día la iba a llevar a comer los mejores choripanes que comemos los grasas.

Pronto llegamos a nuestro destino, un pequeño restaurant que vendía comida tailandesa.

—Espera – me detuvo antes de entrar el lugar tomándome del brazo para arrastrarme con dificultad y ponerme tras de ella, escondiéndonos tras la pared que había doblando la calle.

— De quien nos escondemos? – dije siguiendo su mirada que se dirigía al restaurant que estaba al lado de nosotros, no me tomo mucho darme cuenta a quien miraba.

"Esto es súper raro"  escuche que murmuro ella, yo también pensaba que era raro, ¿que hacíamos escondiéndonos de sus mejores amigos?

— Es que no comprendes – dijo cuando  descubrió que la veía como preguntando que pasaba – Valentina y Mike, no se llevan para nada bien, siempre se están peleando – nunca hubiera pensado que las personas que ella más quiere se trataban así – ¿Que hacen comiendo juntos, tan lejos de casa?

Volví mi mirada a los dos chicos, no parecían personas que no se soportan, eran dos personas comiendo tranquilas, conversando.

Antes de que me diera cuenta caro me había tomado de nuevo del brazo y me guiaba caminando hacia ellos.

— Chicos, ¿que están haciendo aquí? — vi como la rubia reprimía la carcajada que estaba por soltar y se quedó quieta en su lugar sin dirigirle la mirada a su amiga.

— Caro, mi amor qué haces aquí? – preguntó Mike viéndonos, recordé que caro aún tenía su mano en mi brazo y el lo noto así que me solté de su agarre lentamente.

Tal vez deliraba pero Mike se veía tan nervioso como yo, no hábil pensado que la hora de encontrarme con el llegaría tan pronto, y no es que fuera un hombre intimidante, pero ser el novio de Carolina lo hace, al menos para mi.

— Tu sabes que estoy grabando el roast cerca, venimos a comer algo – nos señalo — Lo que me sorprende es que ustedes estes comiendo juntos. Sin querer matarse.

— Lo qué pasa es que planeamos visitarte mientras grabas, pero quisimos almorzar primero – hablo por fin Valu con una sonrisa – Que lo tolere por hoy es solo por ti, pero aún lo quiero matar – dijo refiriéndose a Michael

—Bueno, me alegra que se soporten un poco más —dijo caro sentándose al lado de mike, me miro y después al asiento que estaba al lado de Valu ordenándome que me sentara, así lo hice — Aunque es raro porque ustedes nunca sedian, ni por mi ni por nadie.

— Tómalo como un regalo de cumpleaños adelantado linda – le dijo Mike sonriendo – porque no lo vuelves a ver nunca en la vida – soltó ahora viendo a la rubia.

Pronto llegó el mesero y nadie volvió a tocar el tema, después de eso caro y su novio se sumieron en su propia charla.

Mientras yo los miraba de repente, como un masoquista, sabía que me dolía verlos juntos, ni yo comprendía plenamente porque sentía un dolor en el pecho cuando la veía sonreírle.

— ¿Hace mucho que te gusta? me preguntó Valentina en voz baja, haciendo que sacara mi mirada de la pareja y la posara en ella.

— ¿Que?, ¿Como?, No, no me gusta, digo es mi idola, pero no, no me gusta– dije pretendiendo no verme tan nervioso, algo que no logre mucho.

— Me refería a que si hace mucho la seguías, o eras su fan – dijo y soltó una pequeña carcajada que llamó la atención de la pareja.

— Así que tú eres el famoso Agustín, soltó Mike, mientras yo sonreía nerviosamente, no sabía bien que responder – Carolina no para de hablar de ti, dice que eres un gran músico.

El resto de la comida fue de lo más incómodo para mi, me limitaba a sonreír y asentí, con quien mas hable fue con la rubia y tampoco es que le conté mi vida, tal vez estaba así por la presencia de Mike, quien realmente parecía un buen chico, pero no se, algo no encajaba.

— Siempre no voy a poder acompañarlos, me hablaron del rodaje de la película, tengo que ir a resolver algo, nos vemos pronto Agustín, y a ti te veo esta tarde linda; rubia «Muérete»  le dijo valen desinteresada.

Cuando Michael se marchó y pensé que los tres volveríamos a las cabinas Valentina igual se fue diciendo que tenía un casting, y qué tal vez más tarde pasaba por ahí a grabar su pequeña participación.

— Y que te pareció Michael? – Preguntó Carolina cuando caminábamos de regreso.

— Es un buen chico, es el indicado para ti – Ouch me dolió decir eso

— ¿Y valu? – dijo con una sonrisa.

— A Valentina ya la conocía, recuerda, cuando pasaste el día con nosotros.

— Lo se, pero, ya sabes a lo que me refiero. – la mire sin comprender a donde iba — Vamoos, me di cuenta que pegaron buena onda, estuvieron hablando y riéndose.

Solté una carcajada, como se le pasó por la cabeza que me gustaba zenere.

— Esta usted loca señorita Kopelioff – me rei – A mi Valentina no me gusta.

— Seguro? – dijo viéndome a los ojos.

— Por supuesto, yo últimamente no estoy interesado en pegar onda con nadie.

— Entonces perdón, me fui con cualquiera, es que siento que ya estoy acostumbrada, a la mayoría de los chicos que conozco les gusto valen en algún punto, mi rubia amiga deslumbra.

— Bueno, la persona más linda y deslumbrante que conozco es mi idola, así que lo siento tu amiga no me impresiona.

Vi como sus mejillas se sonrojaron y sonrió mostrando su perfecta dentadura
«tonto» dijo y me empujó levemente