capitulo 4

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Sábado por fin no hay que hacer nada más.

Salí de mi apartamento para buscar las cartas en la recepción.

Al bajar fui directo al apartado y las busqué camine de nuevo hacia el ascensor caundo las puertas se iban a cerrar una mano las detubo.

Al ver quien era se me amargó la mañana el tal Kenner ése.

- hola - me dijo entrando

Lo saludo con la mano una sonrisa muy falsa.

- Que no hablas

- No tengo por que hacerlo

- así que vives aquí también

- por suerte si

Se abrió la puerta y baje no quería estar más tiempo allí.

Camine hacia mi puerta y entré.

Que descarado después actúa como si no hubiera hecho nada.

(...)

- Tristán apresurarte un poco que vamos tardé

- Ya tranquila

Caminamos hacia el salón y todas las miradas del pasillo y la gente murmurando cosas de mí este idiota mira lo que hizo.

Cuánto lo odió.

Entre al salón y todos se callaron cuando me vieron unas me veían con odió y los demás normales.

Me senté al final de salón sola sin nadie. La clase paso muy rápido.

Solo tenía dos clases hoy hacique me fui a mi casa pero no con mucha suerte. Una mano me agarró haciendo me parar de golpe.

- pero que te crees idiota suéltame.

- Yo puedo hacer lo que quiera eres mía

- lamento decirte que no soy tuya ni de nadie

- pues es muy tarde para eso por que eres mía.

- yo no soy un objeto que compras

- No me importa te quiero conocer

- para que?

- Saldrás conmigo esta noche y no me importa te iré a buscar a tu puerta a las 7 así que espero que estés lista

- y quien te crees para ordenar me ami

- Tu futuro novio presiona

- odioso - sussure

Me monte en mi auto muy enojada y lo puse en marcha.

Ya eran las 6:40 así que me duche rápido y cambié me puse unos jeans rasgado y una blusa negra.

En lo que terminaba el timbre sono y fui a abrir con mi gran humor que me causo el gilipolla esté.

- Estás lista - sonrió dulce mente

- Creo - sonreí falsa

- Vamos- me tomo la y mano

Bajamos a la recepción y estaba decierta no había nadie.

Ace se acercó a una Harley Davidson clásica y me quedé sorprendida.

- Es tuya - le pregunté

- Eso creó ,te gusta

- Ni se diga siempre quise una.

- montate.

Me monte y puse mis manos en su abdomen me aferro al el no muy fuerte para que no hacer mucha fuerza.

Mi Vida Mi LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora