— ¿Yo decía que Caro era mi novia?.- Me sonrojo.
— Si, hijo.
— Caro tu también decías que Agus era tu novio —. Ambos nos sonrojamos.
Caro estaba muy sonrojada, pero no mas que yo.
— Chicos, se sienten bien, están muy rojos —. Dice la mama de Caro.
— Si mama estamos bien —. Dice nerviosa.
Transcurrió la cena con unos cuantos sonrojos mas por parte de ambos ya que nuestras mamas seguían hablando de cuando eramos chicos.
Caro y yo no hemos hablado aun, espero poder hablar con ella. Después mama y Ana estuvieron platicando de su infancia, adolescencia y de lo que han hecho hasta ahora. Caro y yo estábamos aburridos así que decidí hablar.
— Caro ¿Te parece si vamos al jardín? Así dejamos que hablen nuestras madres.
— Si, vamos.
Fuimos al jardín aunque se notaba desde lejos que ambos estábamos muy nerviosos.
— Así que ¿Novios? —. Dije burlón.
— Eso parece —. Dice riéndose.
Carolina.
Después de lo que nos dijeron nuestras madres Agus se acerco a mi y dijo que si quería ir al jardín y le dije que si.
— Así que ¿Novios? —. Dijo burlón.
— Eso parece —. Dije riendo.
— Bueno, no sería malo volver a ser lo —. Dice y me sonrojo.
— Tal vez no —. Digo siguiéndole el juego.
Después reímos.
— Hablo encerio Caro, no sería malo ser tu novio —. Dice de manera coqueta
No se que decir con lo que me dijo. Y yo solo me ríe claramente nerviosa.
— Caro —. Me llama.
— ¿Si?
— ¿Te gustaría salir... Con... Conmigo? —. Dice nervioso.
— ¿De que ma... Manera? —. Pregunto nerviosa.
— Emm ¿Como lo digo?... En una cita
Con esas palabras hace que me quede en shock durante unos segundos.
— Bueno... Si no quieres no —. Dice un poco triste.
— No... Digo, si quiero
— ¿Encerio? —. Dice muy feliz
— Si —. Digo sonriendo.
En ese momento Agus me abraza y me levanta en el aire.
— Perdón, perdón —. Dice bajándome.
— No te preocupes Agus —. Sonrió.
— ¿Te parece el viernes?
— Claro.
Agustín.
Despues de nuestra pequeña platica de cuando eramos niños me decidí a preguntarle algo que tenia pensado desde que la vi por segunda vez.
— Caro —. La llamo
— ¿Si?
— ¿Te gustaría salir... Con... Conmigo?—. Digo nervioso.
— ¿De que ma... Manera? —. Dice nerviosa.
— Emm, como lo digo?... En una cita
Con esas palabras veo que se queda en shock y no contesta durante varios segundos que para mi parecieron minutos. No logro descifrar si esta sorprendida o simplemente no quiere y me apresuro a decir.
— Bueno... Si no quieres no —. Digo un poco triste.
— No... Digo si, si quiero.
— ¿Encerio? —. Digo muy feliz.
— Si —. Dice sonriendo.
En ese momento la abrazo y la levanto en el aire.
— Perdón, perdón —. Digo bajándola.
— No te preocupes Agus.
— ¿Te parece el viernes?
— Claro.
Carolina.
Nos quedamos callados así que decido hablar.
— ¿No crees que fue un tanto extraño encontrarnos en la escuela? —. Preguntó.
— Yo no lo llamaría extraño.
— Entonces ¿Como?
— ¿Casualidad? Tal vez.
— Tal vez tengas razón.
Después de esa platica con Agus salió mi mama.
— Hija, ya nos vamos.
— Voy en un momento mama.
— No tardes.
Después mi mama se metió a la casa de Agus.
— Bueno Agus, al parecer ya me voy.
— Vamos, las acompañó a su casa —. Dice entrando a la casa.
— No es necesario —. Interrumpe la mama de Agus.
— ¿Que no es necesario?
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