La Nerd |Suga| |BTS| (En revision y mejorada)

03.

Había dormido tarde, de eso sí me acordaba. No había podido conciliar el sueño desde que llegué hasta la madrugada. Abro mis ojos lentamente al sentir el sol golpear mi rostro. ¿Tan temprano y ya está haciendo sol? Aún dormida, agarro mi celular y reviso la hora.

—8:10... —digo cayendo dormida otra vez.

Espera... hay algo mal aquí. ¿No se supone que ingreso a clases a las 8:25? Y son las 8:10.

—¡Me quedan 15 minutos! —grito levantándome rápido de mi cama.

Tomo una ducha rápida, de esas que te metes y al segundo sales, y me visto con lo primero que encuentro tirado en el suelo. Bajo las escaleras casi cayéndome y salgo sin desayunar.

Trato de correr lo más que puedo. "Falta poco para que empiecen las clases", digo mentalmente. ¿Por qué mis piernas son tan cortas? Por suerte mi preparatoria no quedaba tan lejos, pero lo malo es que llegaré llena de sudor. "Bravo, Clare, segundo día de clases y llegando tarde".

Al llegar y entrar, no encuentro a ninguna alma caminando en los pasillos. Abro mi casillero y me apresuro a coger el libro de Artes y Música. Al estar llegando al salón, veo a un chico caminando muy lento. ¿Acaso no le importa llegar tarde? Bueno, tal vez no, soy la única que le presta atención a estas cosas.

Sin darle mucha importancia, paso corriendo y lo dejo atrás.

—Por favor, que esta vez el profesor tenga piedad de mí —digo antes de abrir la puerta del salón.

El profesor de Artes y Música era famoso por ser una persona sin corazón, estricta, siempre cumpliendo las leyes del instituto, no dejando pasar a ningún estudiante que llegara tarde a su curso. Lo que más detestaba eran los chicos mal portados, así que estos estudiantes hacían dos cosas: no asistir a sus clases o ser chicos santos en su hora de clase.

—Señorita Johnson —al decir eso, el curso se queda callado. Estoy en problemas, ¿no?—. Una alumna ejemplar es capaz de llegar tarde a estas horas. Me sorprende, Señorita Johnson.

—Profesor, yo... —digo antes de ser interrumpida por el chico que caminaba lento.

—Estaba indicándome dónde quedaba secretaría —dice él mientras cierra la puerta.

Me giro para poder verlo bien. Al igual que Taehyung, este tenía unos ojos algo rasgados, no era tan alto, apenas me pasaba por unos centímetros.

—¿Es eso cierto? —dice el profesor cuestionándome con la mirada.

—S-sí —respondo nerviosa. Jamás había mentido, pero como quiero empezar bien el día, lo hago.

El profesor no dice nada más y me indica que vaya a mi asiento. Al sentarme en mi silla del fondo, veo cómo el chico le enseña una hoja al profesor. Este se hace a un lado y el chico se para al frente.

—Hola a todos —dice mientras da una sonrisa, lo cual a las chicas les encanta—. Mi nombre es Min Yoongi, vengo desde Corea del Sur, y a partir de ahora soy su nuevo compañero. Espero llevarme bien con todos ustedes. Y otra cosa, me pueden decir Suga.

—Suga... —susurro recordando lo que había pasado la noche de ayer—. Entonces eres ese chico.