19.

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Suga P.V.

Salí tarde de la práctica de baloncesto. El entrenador había sido claro: debía mejorar mis notas en química, una materia en la que estaba teniendo serios problemas. Me frustraba un poco, pero tenía que ponerme las pilas.

— Maldita sea —murmuré mientras apretaba el volante con más fuerza de la necesaria.

En ese momento, recordé a Clare, la chica que se había ofrecido a ayudarme con química. A veces me volvía loco con su actitud de nerd, pero sabía que era la única que podía sacarme de este lío académico.

Detuve el coche justo frente a su casa y me preparé para bajarme, cargando los libros que había traído. Toqué el timbre, pero nadie respondió. Fruncí el ceño y volví a tocarlo, un poco más fuerte esta vez. Escuché unos pasos desde el interior, y al final, la puerta se abrió lentamente.

— ¡Hey! Tutora —dije, intentando sonar entusiasta a pesar de mi frustración.

— Suga... —respondió Clare, con una voz apenas audible. Parecía que estaba luchando por mantenerse en pie. De repente, se tambaleó y cayó en mi pecho. Me sorprendí y la sostuve con fuerza, dejando que los libros se deslizaran al suelo.

— ¿Estás bien? —pregunté, preocupado, mientras notaba el peso de su cuerpo y la forma en que se apoyaba en mí.

— Sí... —dijo, intentando separarse. Sin embargo, tan pronto como intentó caminar hacia la sala, volvió a tambalearse y se desplomó en el suelo.

Me agaché rápidamente, con el corazón latiendo más rápido. La cargué con cuidado y la llevé al sofá. La vi sudando y su piel estaba inusualmente caliente.

— Está sudando y se siente muy caliente —dije para mí mismo, mientras me levantaba de nuevo con prisa. Corrí hacia la cocina en busca de una toalla, sabiendo que necesitaba hacer algo para ayudarla. La preocupación me invadía mientras trataba de pensar en lo que podía hacer para que se sintiera mejor.

Clare P.V.

Hummm... ¿dónde estoy? Abro lentamente los ojos y lo primero que veo es a Suga, colocando un trapo en mi frente. Eso quiere decir... que estoy en sus piernas.

Me incorporo rápidamente, sintiéndome desorientada y confusa.

— ¿Q-qué pasó? —es lo único que se me ocurre preguntar, mi voz temblando un poco.

— Te caíste... —responde Suga con un leve suspiro, como si la situación le resultara algo frustrante—. ¿No quieres ir al doctor?

Niego con la cabeza, caminando hacia la cocina en busca de una pastilla. La preocupación por mi bienestar parece calmarse un poco mientras intento recuperar el control. Sin embargo, antes de que pueda alcanzar el armario, siento los brazos de Suga rodear mi cintura. Me acerca a él de una manera que hace que mi corazón empiece a latir rápidamente. Mi cuerpo se calienta mientras sus dedos juegan sobre la tela de mi ropa, trazando círculos suaves y deliberados.

— ¿Estudiamos? Ohh —dice en mi oído con una voz ronca que me hace temblar. Aunque me encanta cuando me habla así, me esfuerzo por resistir.

Me muevo para liberarme de su abrazo y corro hacia la sala. Después de unos minutos, Suga llega detrás de mí.

— ¿Comenzamos? —pregunta mientras alzo los libros de química, tratando de concentrarme en el estudio.

Horas después...

— La clasificación de los compuestos orgánicos puede realizarse de diversas maneras: atendiendo a su origen (natural o sintético), a su estructura (p. ej.: alifático o aromático), a su funcionalidad (p. ejm.: alcoholes, cetonas), o a su peso molecular (p. ej.: monómeros o polímeros) —he repetido esta frase más de cinco veces. Miro la hora y veo que ya son las 6 p.m. ¡Ahgggg, casi no hemos avanzado nada y mi mamá está por llegar a casa!

— ¿Entendiste? —pregunto, frustrada.

— No te enojes... —responde Suga, agachando la cabeza en señal de disculpa—. ¿Sabes?

Se levanta de su asiento y se acerca a mí, tomándome de la mano y levantándome con suavidad.

— ¿Q-qué h-haces? —digo, nerviosa.

Suga no responde. En lugar de eso, me agarra de la cintura, elevándome con una facilidad desconcertante. No sé qué decir; el acercamiento es tan inesperado que me deja sin palabras. Suga se inclina, juntando nuestros labios en un beso que me sorprende y me hace sentir un torbellino de emociones. Me recuesta suavemente en el sofá.

— Me vuelves loco... —dice mientras se lame los labios—. Quiero que tu cuerpo sea solo mío...

No soy capaz de articular una palabra. Es como si mi cuerpo hubiera quedado paralizado, incapaz de reaccionar a la intensidad de sus palabras y gestos. Mi mente está en blanco, buscando una forma de salir de esta situación.

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Se que el capítulo fue muy corto pero justo hoy andaba corto de tiempo, ahhhh unaa pregunta

"¿cuál es tu canción fav del nuevo album de BTS?"

Bueno dejare eso en cursiva porque fue mi yo del pasado preguntandoles, y si, creo que a esa edad andaba muy hormonal, me amo.

La Nerd |Suga| |BTS| (En revision y mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora