Después de me haberme instado en mi antigua habitación, bajamos a comer algo, o más bien desayunar, pues olvide contarles que llegue de mañana, y también tenía hambre.
Mi madre alegremente me preparo tortitas con miel, y su nutritivo batido de fresa, mi madre estaba más que emocionada por mi llegada, y ahí dónde caí en la cuenta de que mi papá no estaba.
-Mamá, ¿Dónde está mi papá?- pregunté mirándola.
Ella baja la mirada a su desayuno.
-Hace como un año, me pidió el divorcio, para irse con una chica más joven que el- responde cabizbaja.
¿Cómo se atreve?
-Es un desvergonzado- exclamó enojado.
Mi madre sonríe tristemente.
-Ya es pasado, lo importante es que estás aquí y nunca más te irás- asiento a sus palabras.
Ahora más que nunca tengo que estar con ella.
*
Después del desayuno, mi madre tuvo que salir de emergencia, así que me quedó solo en la que fue mi casa, subo de nuevo a mi habitación para ordenar mis cosas, pero alguien me interrumpe.El timbre suena con insistencia, bajo los escalones que ya había subido y voy a abrir la puerta, cuándo la abro, lo primero que veo, es un gran ramo de rosas rojas.
La persona que lo carga lo baja, y ahí puedo bien quién es el responsable.
-¿Que significa esto?- pregunto atónito por el detalle.
Joel me mira con brillo en los ojos, y sonríe tímidamente.
-Yo...quise darte esto como bienvenida- su cara se torna roja por la vergüenza.
Joel, ¿Por qué me haces esto?
-Gracias, pero no puedo aceptarlas- me niego a aceptar algo de mi amor del pasado.
Joel baja la mirada avergonzado.
-Por favor acepta, haz lo que quieras con ellas, pero no me las rechaces, las traje con todo mi amor- pide ansioso.
Miro las flores y después a el, suelto un suspiro de frustración.
-Esta bien, gracias por el detalle, adiós- tomo las rosas e intento cerrar la puerta, pero el pie de Joel no me deja.- ¿Ahora que?
No me responde, solo entra a la casa como si fuera la de el, me volteó sorprendido.
-¡Sal de mi casa ahora!- grito, ya molesto.
Joel sigue mirando la casa, y después sube las escaleras.
Golpeó el piso con mi pie, cierro la puerta, pongo las flores en el piso y corro escaleras arriba.Busco a Joel con la mirada y veo como se mete a mi cuarto, camino hasta el y cuándo entró, el muy cabrón, está acostado en mi cama, mirando al techo.
-Te dije que te fueras- exclamó.
Pero el ni se inmuta.
-Joel, por favor vete, lo menos que quería en este viaje, era poder volver verte- al parecer mis palabras le llaman la atención, por qué me mira.
Sus ojos ahora tienen un destello de dolor.
-¿Ya no querías verme?- pregunta apenas audible.
Se fuerte Joel, no te dobliegues.
-Bueno ese era el plan, irme lejos de ti, y no volver a verte nunca más- aclaro con la verdad.
Joel se levanta de la cama sin mirarme.
-No te preocupes Erick, ya no vendré a buscar nunca más, para ya no molestar tu vida- paso a un lado mío y sale de la habitación.
Pero no pasa ni un minuto, cuándo vuelve al cuarto y me voltea para que lo mire, sus ojos suplican que le diga que se quedé, pero no digo nada.
-No puedo vivir sin ti, no se que canarios me hiciste, pero no puedo estar sin ti- confiesa.- No me vuelvas a alejar de ti, no puedo soportarlo- añade dolido.
Y lo inesperado pasa.
Joel me toma de las mejillas, y estampa sus labios con los míos, después de tantos años, vuelvo a tener sus labios en mi boca, y la sensación de toques eléctricos sigue ahí.Al parecer, no he dejado de amar a Joel.
****************
Perdón por la tardanza, sé que tarde mil años, pero no he podido actualizar, no sabía cómo seguir la novela, pero lo bueno es que aquí está el capítulo.Espero les haya gustado, y si es así, dale estrellita, déjame tu comentario y recomienda la historia.
Nos leemos pronto.
Bye chuladas 👯
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Sin Miedos |Joerick| |EN EDICIÓN|
General Fiction»Vive la vida sin miedos, por qué cuándo ya la quieras vivir sin ellos, podrá ser demasiado tarde«