Ten.

766 81 8
                                        

Narrador omnisciente.

El rubio se sentía un poco nervioso mientras preparaba un poco de café para ambos. Calum no dejaba de mirar cada detalle de su apartamento y tocar algunas de sus pertenencias, parecía un niño inquieto pero ese niño inquieto sabía bien como controlarlo por lo que prefirió dejarlo ser. Luke no se arrepentía de haber elegido su apartamento en vez del de Calum para reunirse, por lo menos el alfa lo había dejado elegir después de prácticamente obligarlo a salir con él.

No quería entrar al apartamento de Calum, a ese lugar lleno de recuerdos de la noche de sus vidas, cuando sus manos tocaron lugares que nadie nunca antes había tocado, cuando sus lenguas se juntaron en besos apasionados, cuando sus gritos inundaron toda la habitación y cuando...los dientes del alfa se hundieron en el cuello del omega para reclamar a quien le pertenecía.

- ¿Qué estás pensando? - El aliento de Calum contra su oído le provocó escalofríos por todo su cuerpo, estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó lo cerca que se posicionó. Luke intentó de tomar distancia pero no había mucho que pudiera hacer, estaba al final del sofá.

- U-um, solo...nada, nada realmente. - Murmuró nervioso y miró los ojos color chocolate de su alfa, estaba tranquilo y relajado. Luke sintió sus mejillas arder, sus pensamientos no eran para nada puros.

- ¿Estás seguro? Parecías muy distraído. - Soltó un suspiro y se acercó a la pequeña mesa de café para servir un poco del líquido caliente en las tazas. - Bebé, puedes decirme lo que quieras. - Le aseguró y Luke bajó la mirada avergonzado, no solía tener conversaciones largas, no solía invitar a las personas a su apartamento y todo era tan nuevo.

- Lo sé, lo siento, estaba pensando en la noche en que...bueno, tú sabes. - Admitió y Calum sonrió, probablemente recordando. Luke sintió la necesidad de tocar a su alfa pero no iba a admitirlo y mucho menos iba a hacerlo, se limitó a acercarse solo un poco hasta que sus brazos se rozaron.

- Siendo sincero, no me arrepiento de nada de lo que sucedió, es decir, no fue como esperábamos pero...si que fue bueno. - Dijo y le dio un sorbo a su café. Luke sintió sus mejillas arder poco a poco pero no sentía vergüenza sino que el fuego que crecía era de puro enojo y frustración.

- ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! - Gritó y Calum se sobresaltó, dejando caer la pequeña taza en su...entrepierna. El moreno dio un salto y gritó una maldición, podía sentir todo el líquido hirviendo en sus pantalones.

- ¡Qué diablos te pasa! ¡Trae un maldito vaso de agua! ¡Mierda! - Maldijo e hizo lo que siempre hacía mejor: dar ordenes como un típico alfa gruñón. Claro que Luke no iba a obedecer, desde pequeño había sido un poco rebelde y quizá por eso se fue de casa a temprana edad...tampoco tenía razones para quedarse en esa casa.

- ¡Fuera de mi casa! ¡Ahora! - Exclamó y tomó del brazo a Calum para echarlo. El moreno frunció el ceño, ni siquiera tuvo tiempo para pensar cuando ya estaba fuera del lugar y con una puerta siendo azotada en su cara.

Luke se apoyó contra la pared y se dejó caer al suelo. La respiración del omega estaba agitada y lo único en lo que podía pensar era en las estúpidas palabras de su alfa: "fue bueno" ¡Solo eso! ¿Acaso era todo lo que Calum diría si alguien le preguntara sobre su relación? ¿Solo bueno? Luke había sentido tantas cosas, tantas sensaciones estupendas y...¡Su alfa solo decía "fue bueno"! Se sentía estúpido, le había entregado su virginidad y el muy idiota hacía ese maldito comentario. El omega quería más, quería creer que fue algo más que un simple alivio de su celo pero Calum...no lo demostraba.

- Luke abre la puerta ahora mismo. - El nombrado estaba seguro de que se estaba conteniendo. El omega podía prácticamente oler su enojo. Luke rodó los ojos y se metió a su habitación, sin prestarle atención a Calum..

Soulmate. (Cake/5SOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora