Capítulo 3

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Cuando Katsuki había vuelto al aula, acababa de terminarse el descanso. Sus compañeros comenzaban a entrar, pero no encontró en ningún momento a Deku, no pudo evitar preocuparse un poco por él. Pero pensó que lo mejor era dejarlo solo.

Desde hace un mes se había estado viendo a escondidas con Monoma, se sentía culpable cada que lo hacía, pero el otro rubio tenía algo atrayente, que al final esa culpa se desvanecía cuando tenían esos pequeños encuentros y le llegaran nuevamente cuando terminaban.

Quería a Izuku, pero no podía engañarse que estaba perfectamente a su lado. Izuku lo complacía sí, pero Monoma lo llevaba a otro punto que lo hacía olvidar que ya estaba con el peliverde. Resumiendo, se estaba aburriendo de Izuku.

Estaba en una disputa, entre dejarlo o no, sabía que era muy egoísta de su parte cuando cada vez más tenía en mente la primera opción. Creía que lo que estaba haciendo con el chico de la clase b pasaría rápidamente, sólo quería "experimentar", aunque todo esfuerzo por resistirse no duraba mucho, quería más y más de él. Tenía bien en claro que tampoco lo buscaba para algo serio, ambos rubios se buscaban de igual manera para complacerse.

Monoma también estaba en una relación, con Tetsutetsu, llevaban más tiempo de lo que él llevaba con Izuku, la mayoría de la academia lo sabía. A diferencia de él, se sentía culpable, por eso se alejaba cada vez más del peliverde, pero veía muchas veces a Monona pasar sínicamente incluso delante suyo, agarrado de la mano con el otro chico, incluso besándose. Tal vez era un hijo de puta, pero le reconfortaba que Monoma, lo fuera aún más que él.

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Izuku se encontraba sentado en una silla del comedor, Kirishima estaba preparando té para el peliverde sentado, vaciándolo en un pequeño bol al estar más cerca. Al estirárselo Izuku lo acepto agradeciéndole. Tomando un poco del contenido, se consterno un poco por el sabor, esperaba que fuera amargo como típico te japonés pero era dulce, un dulce no empalagoso, uno muy relajante y delicioso.

-Sabe delicioso Kirishima-kun –dio otro sorbo con igual cuidado por lo caliente.

-¿Verdad que sí? Es de valeriana, siempre lo tomo cuando estoy intranquilo –hablo entre sonrisa, sentándose frente al peliverde, que este seguía centrado en su bebida.

Cuando estaba a punto de terminárselo, una duda se disipó por su mente, el cual el protagonista era el pelirrojo. Aun no comprendía del todo, porque estaba haciendo esto por él.

-Kirishima-kun, ¿puedo hacerte una pregunta?

-La segunda, jajajaja –Izuku no se sintió ofendido ante esa pequeña broma, lo contrario, incluso relajaba más la situación-. Por supuesto Midoriya.

-¿Por qué hiciste esto por mí? –Izo su rostro para sostener al contrario, esperando su respuesta.

Kirishima relajo su sonrisa –fue un impulso, no tengo clara la idea del porque... Pero tenías la misma mirada que yo-. Recargo su rostro sobre la palma de su mano, centrándose en el peliverde, esto Izuku lo puso un poco nervioso, él consideraba ya varias las veces que tenía la atención de Kirishima, algo de lo cual no se socializaba mucho y menos viniendo de él.

-Parecía que estabas pidiendo ayuda.

Entonces Izuku recordó esas mismas palabras, aquella vez cuando el rubio estaba en problemas y el corrió impulsivamente por su ayuda, temiendo que pasara a mayores esa vez, queriendo salvar a su primer gran amor. Izuku evocó lo de hace un rato, que gracias a Kirishima había podido olvidar pero no el tiempo gustado, sonrió amargamente, volviendo con la sensación de querer llorar. Kirishima se dio cuenta de esto, por lo que continúo hablando para distraerlo de lo que lo hacía sentir tan mal.

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