Sus palmas golpean su regazo esperando en silencio. La mirada del chico pasea y pasea entre las tantas paradas que dará el tren hasta llegar a su destino. O, mejor dicho, hasta él.
No faltan muchas, Seongwoo lo sabe. Ha realizado el recorrido más de diez veces en la última semana, conociendo cada horario del muchacho; con la idea de encontrarse a su lado aunque sea un rato. Él no pide mucho, después de todo, con solo verlo unos segundos es feliz.
¿Cómo puede? Todos se preguntan; ¿Cómo logra aferrarse tanto a alguien que no puede tener siempre a su lado? Seongwoo piensa en Daniel como una mariposa. Difícil de atrapar, hermoso de mantener. Claro que solo lo hace en su mente, porque no tienen ese tipo de historia. De relación. De amor. Son ellos, son uno, de una manera hasta graciosa.
Seongwoo se pregunta si es tiempo de confesarse. Tal vez, piensa. Seguramente, lo sabe. Su corazón golpea en su pecho con solo pensarlo; los nervios de su cuerpo se activan con el pasar de los segundos y de pronto toda su piel pica. Falta una parada, solo una. El asiento a su lado sigue vacío, esperando.
Los segundos pasan, el final se acerca. Tan pronto como el tren comienza su recorrido nuevamente, la mente de Seongwoo se dispara a los preciosos recuerdos que guarda en una parte esencial de su mente; conectada ligero a su corazón. Daniel no es su amigo, las cosas que quiere hacer con él; lo que piensa de él, no es de amigos.
Cada vez que Daniel lo llama "amigo" su corazón duele. Increíble le parece pensar que él no haya notado aún lo grandes que son sus sentimientos por él. Tan grandes que dan miedo, tan grandes que pueden arruinarlo todo. Porque si Daniel no lo quisiera, Seongwoo no existiría.
Seongwoo solo existe porque Daniel está a su lado. Y cuando no lo está, no vive; cuando lo abraza, respira. Y debe mantenerse a flote con algún que otro abrazo y vagos roses que ignoran constantemente. A veces solo quisiera besarlo y ya, sin miedo. Pero no.
La nueva y última parada trae a su lado al joven en el que tanto piensa, el cuál se sienta a su lado. En el segundo vagón, la misma canción de amor suena como cada martes. Dos voces y dos guitarras logran que el corazón de Seongwoo duela más.
Daniel está a su lado, hablando, existiendo. Seongwoo no podría sin él. Su voz, su sonrisa tan tonta y bonita. Sin existir. Así que solo toma su mano, en silencio. Los músculos ajenos se tensan, pero Seongwoo no lo nota.
Está ocupado estando enamorado.
Y solo lo mira en silencio. Se miran. Y con un "Sigue hablando" que escapa de los labios de Seongwoo, el mágico momento se rompe.No es hoy, ojala sea mañana.
Daniel piensa, Daniel desea.
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TRAIN 101
FanficConjunto de oneshots de los miembros de Produce 101 y sus respectivas couples.