TRAIN 101

primer vagón (2park)

Jihoon detesta el verano. El calor insoportable, los días mucho más largos. Le molesta no poder dormir en las tardes sin el aire acondicionado en mínimo y extraña demasiado las noches al lado de su mejor amigo, abrazados.

Principalmente porque Woojin detesta el sudor, detesta estar bañado en ello y por sobre todas las cosas: abrazarlo cuando se siente así, tan pegajoso. Segundo, porque Woojin prefiere pasar las noches en su casa sin tenes que compartir cama con alguien en días como ese ㅡ Tan pesados, donde a alguno le bajará la presión en cualquier instante.

Mejor amigo. Tal vez no debería llamarlo de esa forma ㅡ tal vez no quiere llamarlo de esa forma. No se siente feliz al hacerlo, no está bien para su corazón. En los asientos tan espaciados del tren, con sus cuerpos tan separados, Jihoon necesita invadir su espacio personal aunque sea un poquito más.

Jihoon ama el invierno. El frío significan abrazos, noches cubiertos de mantas y dormirse con la cabeza apoyada en el pecho de su compañero ㅡ escuchando los latidos de su corazón. Tan erráticos, descontrolados. En un pequeño espacio en su cabeza, hay una voz constante que le dice que Woojin siente lo mismo por él.

La robótica voz fuera de su mente y dentro de su mundo repite cuál es la siguiente estación. El aire acondicionado probablemente consiga que alguno de los dos termine enfermo luego. Al mismo tiempo, consigue que Woojin busque sus manos en silencio. Enreda sus dígitos, se sujeta firmemente a ellos. ㅡExtraño hacerlo.

Murmura, sin buscar su mirada. Jihoon ríe, solo un poco. Se guarda las bromas y los insultos que usualmente suelta, deja que sea un gran momento para los dos. Es imposible que Woojin no sienta lo mismo que él. Suspira, relajandose con las constantes caricias circulares que el pulgar de Woojin deja sobre su piel.

Jihoon odia los días de verano. Pero, piensa, si estuvieran toda la tarde en el tren no sería todo tan malo.

En la siguiente estación, mucha gente sube y mucha gente baja. Solo quedan unas cuantas personas paradas ㅡ hay alguien que desconoce, pero pareciera que Woojin no. Porque se acerca, con una gigantesca y hermosa sonrisa. Con su rostro que es precioso y su voz suave. Sus pestañas que se mueven de arriba a abajo, como mariposas, le resultan hasta tóxicas.

Porque es un hombre encantador.

Y Jihoon no lo es tanto.

ㅡ¡Tanto tiempo! - Y ambos ríen, como si guardaran un secreto entre ambos. Jihoon no pregunta nada, Woojin no responde tampoco. Al menos no le responde a él, porque pronto un nombre está escapando de sus labios.

Su voz nunca suena así cuando llama a su nombre. Su voz es completamente diferente.

Hyungseob. Jihoon escuchó ese nombre unas cuantas veces, pero no fue nada preocupante. De pronto, no volvió a mencionarse y fue un tema más del montón. Una anécdota corta sobre amistades en el tren y una historia bastante cliché. Nadie le dijo nunca que el hombre podía ser tan... tan mejor que él.

ㅡ¿Y qué haces? ¿Paseas con tu novio?

No sabe qué es lo que le lleva a decir aquellas palabras, tampoco por qué necesita tanto decirlas. ㅡSi, salimos a pasear y ahora estamos volviendo a casa. -Responde Jihoon, de pronto, y su corazón dejó de pesar una tonelada al hacerlo.

Le sonríe al chico. Luego a Woojin. Puede ver en el diente chueco de su acompañante que fue la respuesta correcta. El rostro del muchacho, pronto, se oculta en la piel palida de su cuello junto a risitas que escapan de su boca. El corazón de Jihoon está tranquilo, la cercanía de Woojin al mismo hace que vuelva a su estado normal.

Y si te vuelve loco, te atrae. Y si te entrega paz, lo amas.

Hyungseob se va entre risas también, saludando con sus manos al par de muchachos que aprovechan ese tiempo bajo el aire acondicionado. El paisaje que cambia constantemente detrás de la ventanilla, la voz robótica que dicta estaciones mientras Woojin continúa oculto en su piel.

ㅡAsí que... ¿somos novios?

ㅡSolo, callate y bésame.

Y eso hizo.